¿Bolivia era parte de la Atlántida? Parte 1
¿Bolivia era parte de la Atlántida? Parte 2
¿Bolivia era parte de la Atlántida? Parte 3
¿Bolivia era parte de la Atlántida? Parte 4 FINAL
El arqueólogo James Churchward descubrió unas misteriosas tablillas en el Tibet que hablaban sobre un misterioso continente desaparecido en el océano pacífico; Lemuria. Desde ese momento dedicó su carrera a investigar el pacífico en búsca de pistas que lo condujeran hasta la verdad sobre la existencia del desaparecido continente. Entre sus descubrimientos, podemos destacar que muchas de las grandes civilizaciones conocidas como , Babilonia, Grecia e incluso los Mayas en América, tenían como origen la Fabulosa leyenda de Mu, Lemuria o Mukulia.
Churchward, logró descubrir el alfabeto de Lemuria, donde aparecía por ejemplo la esvástica. Lemuria vivió una época dorada de gran evolución tecnológica y social en el llamado imperio de Mukulia, con un sistema parecido a la Holocracia, gobernado por los más sabios, pero en general la Atlántida y Lemuria estuvieron expuestas a guerras continuas, que finalmente acabaron con su civilización tras una gerra atómica hace 12.000 años.
El geólogoinglés Philip Sclater, supuso la existencia de un continente desconocido, explicar de manera racional que existieran lémures, o parientes cercanos, tanto en la India como en el de Africa. Esta hipótesis sostiene que por los albores de la aparición del hombre, había un continente en el cual aparecieron y se expandieron los lémures, y que después el continente desapareció en el fondo del Océano Indico.
El fin de la civilización de Mu
William Niven, encontró algunos años más tarde, unas tablillas con caracteres similares en México. También se hallarón inscripciones en los monolitos de Tizec y en las Tablas de piedra de Azcopotzalco, que reforzaban las teorías de Churchward. Más tarde, se encontrarían caracteres análogos en Glozel en Francia, donde aparecieron dibujos de hombres vestidos y dinosaurios, conviviendo en la prehistoria. Esta civilización habría existido desde hace más de 150.000 años, llegando a su apogeo hace unos 70.000 años. En lemuria estaba muy avanzada la ciencia del Tantra-Yoga, chakras, meditación y mantras.
Mohenjo Daro y Harappa eran colonias de Lemuria, descubiertas por Sir John Marshall en Pakistán enterradas bajo el lodo. Allí se encontraron yoguis meditando, bisontes desconocidos y ciudades tan modernas como las actuales, con sistemas de alcantarillados, por ejemplo. Un descubrimiento sorprendente fue el haber encontrado cadáveres exterminados súbitamente, presumiblemente por haber sido expuestos a a radiación atómica. La raza aria sería desciende de Mu, el cual tenía un clima subtropica y bosques exhuberantes.
Frederick Soddy , ganador de un premio nobel en 1921, escribió en 1909 en su libro Interpretación del radio, que en el pasado tuvo que haber existido una civilización que aprendió a producir radio, uranio y otras sustancias radioactivas, ya que estas no crecen en la tierra como si fueran árboles, hubo una raza de seres que desde luego poseían una energía que nosotros aún no hemos alcanzado. Soddy fue la mayor influencia en el libro de G.H. Wells - The World set free, en donde se anticipaba la energía atómica 40 años antes de ser descubierta.
Los orígenes de la raza humana
El continente tuvo varios cataclismos siendo los mayores hace 50.000, 26.000 y 12.000 años. Según las Tablillas de Lhasa , que descubrió Churward, podemos retrotaernos a aquella fantástica civilización que un día reinó sobre la Tierra, con ciudades geométricas con impresionantes pirámides, naves voladoras, teletransporte, guerras aliénigenas, ingeniera genética y sabiduría esotérica inimaginable:
“Cuando la Estrella de Bal (Probablemente un meteorito) cayó allí donde hoy no hay sino mar, las siete ciudades retemblaron con sus puertas de oro y su templos, elevóse una gran llamarada y las calles se llenaron de espeso humo. Los hombres temblaron de miedo , y un gran gentío se agolpó en los templos y en el palacio del Rey. El Rey dijo: - ¿No os había predicho todo eso? -. Y los hombres y las mujeres , vestidos con sus preciosas ropas, adornados con sus maravillosos collares de pedrerías, le rogaron y le imploraron: - ¡Sálvanos Ra-Mu! - Pero el Rey les profetizó que habían de morir todos con sus esclavos y sus hijos y que de sus cenizas nacería una nueva Raza humana…”.
Las historias que cuenta la Bilbia se refieren a la Atlántida como sostiene William Commins. O los textos del Ramaiana y otros muchos se refieren a las Guerras de Lemuria. Según el arquéologo Colin Mandolino Rivas, la referencias de eva en la biblia se refieren a las lemuras. Colin Sostiene que hace unos 50.000 años llegaron los draco y montaron “el kiosko” en la Apalachia, America y allí comenzaron el monopolio de los híbridos. Los primeros híbridos fueron las las evas o moos (mus) , las lemuris de Apalachia , que luego se irían a Oceanía. Luego se crearon los adanes o hijos de los atlantes en Apalachia, que luego se dispersaron con los dracos. Finalmente se hicieron el cruce de reptiles y dracos en Sumeria, luego el cruce de reptiles y adanes o evas en Sumeria y Egipto, de los que desciende el hombre actual.
La Piedra Rosseta de Okinawa:
La Piedra Rosseta de Okinawa, describe la historia de un legislador pacifista que vive en un Castillo, que finalmente se sumerge bajo el Mar. Esta piedra es distinta de la Piedra Rosseta encontrada por Champollion en el delta del Nilo. Su historia, induce a creer que se trataba de inscripciones realizadas en Lemuria.
Ovnis y Ruinas bajo el mar de Lemuria:
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=Bh2e--rUW14&feature=player_embedded
Un texto de los indios hopis de Arizona profesa lo siguiente: Debajo de las profundidades del mar yacen todas aquellas orgullosas ciudades, los patuwvotas (OVNIS), los tesoros y la gente corrompida por la maldad, que no tuvieron tiempo para cantar sus plegarias al Creador desde la cima de las montañas. Pero llegará el día, si conservan su memoria y el significado de su Surgimiento, en que ese sendero (las islas) que atravesaron para llegar hasta aquí vuelvan a emerger para así ustedes poder probar la veracidad de su historia. Los hopis hicieron numerosas referencias a los aliens o bakti, los descendientes del cielo.
Vestigios de una civilización perdida
Existen vestigios de Lemuria en todo el Pacífico. La Isla de Pascua, con sus monumentales e inexplicables megalítos, Ruinas de Nan Modol, Pilares de Latte en las Islas Marianas, Marae o Pirámides de Tahití, Cabeza y piedras de la Isla de Babeldaub en Palab-Micronesia, Monhejo Daro, Tiahuanaco en Bolivia, carreteras y plataformas de la Isla de Malden, ruinas de Yanoguini, ruinas y rocas talladas de Alice Spring en Australia, Piedra de Tongatapu, Piedras de Tauhala en Tonga, la fortaleza volcán del Monte Edén, la fauna de Madagascar igual que zonas de Australia que no tienen ninguna conexión. las plataformas encontradas por Len Beadell en Australia, la Formación de las Olgas en Australia o Ayers Rock, la pirámide escalonada de Gimpie en Australia y estatuas fenicias encontradas en el río Hawkesbury en Nueva Gales del Sur.
Imagenes:
link: http://www.youtube.com/watch?v=5P3YjOZHQcM
La leyenda cuenta que la Atlántida era una isla de grandes dimensiones, se podría considerar un continente, según algunas hipotesis en el Mediterráneo, en otras versiones en el Océano Atlántico, fue destruída por un terremoto o tsunami que inundó totalmente sus tierras dejándola por siempre sumergida las y olvidada en el pasado.
Sus habitantes poseían una tecnología y muy superior a la de los contemporáneos de su época y fueron decisivos en los avances de todas las culturas mundiales. Su ubicación les permitía el acceso a culturas tan dispares como la egipcia y la Maya y eran consumados viajeros, dominando con sus barcos todos los mares y océanos del planeta. La similitud entre estructuras arquitectónicas como las piramides Mayas y Egipcias, o el parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deben según los partidarios de la existencia de dicha isla o continente y a la influencia que los Atlantes (nombre con el que habitualmente se designa a los habitantes de la Atlántida) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo.
Nacimiento y Caída de la Atlántida
La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar). Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida "al oeste" como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas. En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas.
Hasta aquí podría parecer la típica historia moralista tan habitual en Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia han buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlátida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y si bien la mayoría de las hipotesis fueron desestimadas por falta de pruebas o demostrada su invalidez, es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas.
Ubicación de la Atlántida
La imagen romántica de una isla fabulosa tragada por el mar, ha significado que su ubicación haya sido buscada desde la época de Platón, aunque nadie está seguro si existió realmente muchos son los investigadores que la buscaron, una empresa no del todo descabellada, pues al fin y al cabo también la Troya de Homero se creía producto de la fantasía, hasta que el arqueólogo Heinrich Schliemann la descubrió en 1903. Las ubicaciones sugeridas para la Atlántida, incluyen lugares diversos a continuación enumeraré algunas de las ubicaciones más nombradas:
La erupción volcánica de Santorín en 1470 a. JC. sepultó la colonia minoica allí establecida. Al derrumbarse el cono volcánico se formaron acantilados y una bahía salpicada de islas. Algunos atlantólogos han señalado que los tonos rojos y negros de esos acantilados se corresponden con los de los edificios descritos por Platón, pudiendo ser este el origen de dicha confusión.
En el Mar Mediterráneo - Del relato de Platón se deduce que la civilización atlante debió florecer hace más de 12.000 años. Este dato no puede ser exacto en ningún caso, puesto que en aquellos remotos tiempos todavía no existía ninguna cultura evolucionada que trabajara los metales, estuviera gobernada por reyes y dominara los mares con sus barcos. En cuanto a la localización del misterioso continente, el texto del filósofo ateniense lo sitúa "más allá de las Columnas de Hércules", y esto significaba, según la concepción de la antigüedad, al otro lado del estrecho de Gibraltar, es decir, en el océano Atlántico. Pero atención, recordemos que la fábula procede de los antiguos egipcios y, para ellos, la isla perdida se llamaba Keftiu (el nombre que tenían para Creta). La fuente de información de Platón, el legislador y estadista Solón, pensaba naturalmente en griego, de modo que traduciría las indicaciones del sacerdote egipcio a su propia lengua, pudiendo producirse por esto algunos equívocos. Posiblemente los egipcios tenían en mente un lugar totalmente diferente al referido por Solón, ya que para esta civilización confinada en el valle del Nilo, el mundo conocido terminaba no ya en el Atlántico, sino en el mismo Mediterráneo.
La teoría que desde 1909 ha sumado más adeptos afirma que la Atlántida fue Creta u otra isla cercana, la de Santorini. Por consiguiente, la civilización atlante se identificaría con la minoica. Son muchos los datos que apoyan esta tesis. Para los antiguos egipcios, Creta constituía un lugar de interés a causa de su cercanía y su fuerza, aunque resultaba casi inaccesible debido a su ubicación en mitad del Mediterráneo. Por otro lado, la decadencia y caída de esta civilización encaja con el dramático final descrito por Platón: hacia el año 1500 a.C. una tremenda erupción volcánica en la isla de Thera (hoy llamada Santorini) originó terremotos, tsunamis y lluvias de cenizas que acabaron por dar el golpe de gracia a aquella cultura de la Edad del Bronce, que ya había sufrido anteriores seísmos.
La fecha es lo único que no concuerda, pues recordemos que, según Platón, la Atlántida debió florecer alrededor de 12.000 años atrás. Sin embargo, pudo ocurrir que el informador egipcio de Solón se hubiera basado para sus cálculos en uno de los calendarios lunares al uso en aquella época, confundiendo al griego, quien habría tomado los años lunares por solares. En tal caso, la fecha referida por el sacerdote sería el año 1200 a.C. aproximadamente, lo cual coincide, admitiendo un margen de tolerancia de dos o tres siglos, con la explosión de Thera.
En cualquier caso, por bien que suene esta hipótesis -desarrollada y defendida sobre todo por los investigadores griegos Angelos Galanopoulos y Spyridon Marinatos- también tiene sus puntos débiles. Así, la clasificación cronológica de los diferentes estilos cerámicos de la isla de Santorini demuestra que esta cultura sobrevivió al menos cincuenta años a la erupción del volcán. La Atlántida no se hundió, por tanto, en este lugar. Y menores son las posibilidades de que se tratara de la cercana isla de Creta; Cnosos, el centro de la cultura minoica, no se colapsó hasta algunos siglos después de la erupción del volcán y, como todos sabemos, la isla continúa en su sitio.
En el Océano Atlántico - El relato de Platón hablaba de una enorme isla "más allá de las columnas de Hércules" este dato hacia suponer que debía encontrarse en el Océano Atlántico y durante siglos investigadores del tema la situaron en dicho emplazamiento. Dicha teoría fue totalmente rechazada en 1.950 cuando se demostró la tectónica de placas y se comprobó que no existen ni existieron vestigios de ningún continente sumergido.
Hasta que dicho teórico emplazamiento se demostró que no era correcto, investigadores como Ignatius Donnelly, quien publicó su libro Atlantis: The Antidiluvian World en 1882, obra que conocería más de cincuenta ediciones y que sirvió de punto de partida para numerosas teorías posteriores. Donnelly estudió los enigmas de distintas culturas y elaboró a partir de tan misteriosos ingredientes una hipótesis irresistible: la Atlántida fue un continente entre Europa y América que se sumergió y que incluso llegó a constituir un puente terrestre entre ambos mundos.
Los principales datos que corroborarían su teoría son los siguientes: la lengua de los aztecas posee asombrosas semejanzas con la de los egipcios. (Esto no es exacto, dicen los escépticos; el parecido procede de una interpretación errónea de los signos de la escritura azteca). Los egipcios no fueron los únicos que construyeron pirámides; también los antiguos pueblos centroamericanos levantaron este tipo de estructuras, de modo que debió existir algún contacto entre ellos. (Tonterías, afirman los detractores de Donnelly; una forma geométrica tan elemental puede inspirar a cualquier arquitecto espontáneamente, sin que tenga que copiar de nadie).
Una de las ubicaciones de la Atlántida en el Océano Atlántico.
Donnelly no ofrecía nuevas pruebas de la existencia de la Atlántida, sino una síntesis tan brillante como persuasiva de las ya existentes, echando mano de informaciones procedentes de campos tan diversos como la arqueología, la oceanografía, la filología, la geología, la historia, la mitología, la etnología, la zoología y la botánica para argumentar la historia de Platón y con la intención de demostrar que sin un continente que hubiera servido de puente las coincidencias que proponía no hubiesen podido darse.
La Atlántida en América - Al ser descubierto el nuevo continente surgió como es lógico una nueva teoría, ¿Podría ser América el continente descrito por Platón?, ¿era posible que las tierras descubiertas por Cristobal Colon fueran parte de la isla soñada?
La respuesta parecía ser no pues parecía muy improbable con la tecnología de la época que relataba Platón pudiesen realizarse viajes en barco a tan larga distancia y más cuando se describían flotas de 1200 barcos que conquistaban allá por donde pasaban con sus tropas. Un dato cuando menos curioso sobre esta teoría es el siguiente:
En una sesión de trance realizada en 1933, el vidente norteamericano Edgar Cayce describió de una forma colorista y fantástica la vida en aquella antigua civilización, prediciendo, además, que una parte de ella sería encontrada en el año 1968. Y en efecto, un año más tarde de lo vaticinado se descubrieron en el fondo marino frente a las Bahamas ciertas estructuras aparentemente realizadas por la mano humana. La localización de la Atlántida en esta zona ya había sido propuesta por otros investigadores, que sin duda se remitían a los datos aportados por el geógrafo romano Marcelo, del primer siglo antes de nuestra era. Según él, el continente perdido habría estado integrado por siete islas pequeñas y tres grandes, la mayor de ellas de 1.000 estadios de diámetro, lo que equivale aproximadamente a 200 kilómetros.
¿Debemos, pues, buscar los restos de la Atlántida en el Caribe? La mayor de las islas antillanas, La Española, tiene un tamaño que coincide más o menos con el calculado por el sabio Marcelo. Sin embargo, estas especulaciones tienen muy poco que ver con la descripción de Platón. Las formaciones de piedra encontradas son según los expertos tan solo una formación rocosa insólita y no tienen nada que ver con la mano del hombre y aún en el caso de ser estructuras arquitectónicas creadas por el hombre parece muy poco probable que perteneciesen a la Atlántida que relataba Platón y con casi total seguridad serían parte de una cultura megalítica aun desconocida.
Conclusiones
La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por lo cual tenemos que pensar que de ser algo mas que un mito deberíamos buscar la Atlántida entre las tierras ya conocidas, probablemente una isla mediterranea, alguna región europea que fuera mal interpretada en los mapas o traducciones de textos antiguos, otras hipotesis barajan la posibilidad de que se tratara de las Azores e incluso en Suecia.
Aún así no deja de ser fascinante como durante siglos se ha buscado un continente idílico y existen tal cantidad de textos a lo largo de la historia aportando pruebas de su existencia.
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