26 MARZO 2013
La Doñana a nuestros pies
La migración parece venir algo ralentizada este año, se están viendo menos Garzas Imperiales en las marismas cerca de la colonia de José A. Valverde y claramente menos Águilas Culebreras pasando por Doñana para estar a finales de Abril, por poner solo dos ejemplos evidentes.
La explicación quizás haya que buscarla en la inestabilidad del clima y las malas condiciones de paso en el Estrecho estas ultimas semanas. Esperemos que se calme la cosa por allí abajo y se restablezca el tráfico cuanto antes.
De manera que se esta haciendo difícil continuar la progresión en el avistamiento de alguna especie nueva cada día. No faltan sin embargo buenas observaciones, como la de los dos Archibebes Finos de hoy, su nervioso comportamiento de alimentación los hace destacar fácilmente de sus primos Archibebes comunes y claros, que también abundan estos días en paso.
Donde no hay ningún retraso, sino todo lo contrario, es en el desarrollo de las herbáceas por nuestros bosques y marismas, donde la exuberancia de cardos, jaramagos y margaritas esta siendo bien aprovechada por elementos como el de la foto. A ese nivel por debajo de las rodillas, donde hace falta agacharse para explorar, la actividad es frenética.
13 MARZO 2013
Marea de invierno
Los arroyos del Coto del Rey siguen corriendo con fuerza manteniendo los vados inundados con lo que el agua en la marisma sigue aumentando su nivel como si se tratara de una gran marea invernal. La castañuela comienza a verdear sobre grandes zonas y las primeras manchas de manzanilla de agua empiezan a aparecer aquí y allí.
La migración sigue su curso y los primeros y tardíos Críalos se están viendo en los últimos días por la marisma de Aznalcazar junto a la antigua Casa de El Lobo; todavía se pueden ver las últimas Grullas y los últimos Búhos Campestres; las primeras pequeñas Currucas Carrasqueñas ya llevan varios días revoloteando sobre los almajos mientras golondrinas comunes y las primeras dáuricas, los aviones comunes y zapadores, y los vencejos pálidos continúan pasando en grandes números.
En los alcornocales de Matasgordas, los Milanos Negros aumentan efectivos día a día y ya comienzan a dominar sus quejidos sobre todos los demás sonidos del bosque. Pelotones de Cernícalos Primillas en ruta patrullan sin descanso los campos abiertos y los primeros Alcaudones Comunes comienzan a poner motas blancas sobre arbustos y vallas.
En el Caño Guadiamar, los primeros nidos de Focha han tenido que ser rehechos por la subida de las aguas; los Somormujos y Zampullines Chicos y Cuellinegros ya comienzan con sus cortejos; todavía no se oyen los cantos de los Carriceros y Buscarlas entre los carrizales y el número de mosquiteros desciende día a día por todas partes.
Hoy también hemos visto los primeros Fumareles Cariblanco para acompañar a las primeras Pagazas Piconegras que ya vimos hace unos días. Las que no terminan de aparecer son las Garzas Imperiales y las Garcillas Cangrejeras, aunque los bandos de moritos comienzan a aparecer por las lagunas de José A. Valverde. Todos esperamos con ilusión la vuelta de la actividad en la mayor colonia de ardéidos del Parque.
Mientras los Verdecillos y Jilgueros pregonan abiertamente sus facultades amatorias por bosques y claros, los Chochines y Ruiseñores Bastardos lo hacen ocultos, aunque no más discretamente, desde lo más profundo de la vegetación. Ya se sientan muchas cigüeñas sobre sus nidos, mientras otras se afanan en dejar en equilibrio el primer palito de los suyos sobre en delgado mástil de alguna torre eléctrica.
Doñana rebosa actividad estos días y esto sólo es un preámbulo de lo que está por venir.
25 FEBRERO 2013
El ayudante del viento
Un frío y soleado día de invierno en un carrizal en los arrozales de Doñana, corre una ligera brisa que ni siquiera es capaz de hacer balancear los elegantes tallos de la enea. Los pardos cilindros de apretadas semillas se han estado deshaciendo lenta y gradualmente en los últimos meses, raro es el que algunos mantengan todavía intacta su forma original.
La fuerza de viento aumenta levemente e hileras de pelusas flotantes vuelan ahora desprendidas de alguno de ellos no lejos de nosotros; un inconfundible débil silbido se abre paso entre la maraña de vegetación. Semillas de enea al viento y aquel silbido no pueden significar otra cosa: un Pájaro Moscón se alimenta. Después de una corta búsqueda nos encontramos al más experto destructor de frutos de enea después del viento en plena faena; abrazando con mimo uno de ellos, parece escoger una a una las semillas antes de extraerlas con la exactitud de un cirujano. Otro silbido cercano le distrae un segundo de su trabajo, se trata de un macho con su típico antifaz ancho; se desplaza a un lado y otro del cilindro, arriba y abajo, explorando con meticulosidad la rota estructura, tirando por tierra nuestros mejores empeños para inmortalizar con nuestras cámaras aquel valioso momento de la naturaleza de Doñana. Aquí, gracias a Stephen Portlock, os regalamos uno de esos instantes para probar que nuestro macho de pájaro moscón no lo consiguió del todo.
16 FEBRERO 2013
Primavera en Doñana
No hay duda, la primavera está llegando a Doñana, las evidencias están ahí. Está claro que es primavera si la banda sonora del bosque está compuesta principalmente por los machos de verdecillo, que ya ensayan sus melodías más seductoras desde lo alto de piruétanos y alcornoques, mientras los machos de alcaudón real piropean a sus novias desde su posadero habitual.
Sólo ocurre en primavera que los prados más luminosos entre los pinares comienzan a cubrirse de una alfombra rosa de geranios silvestres y los manojos de narcisos se arremolinan en torno a los pies de los acebuches.
Si no fuera esto el principio de la primavera, no veríamos a cientos de golondrinas y aviones comunes cruzando Doñana volando siempre en dirección norte, y las calandrias no te envolverían ya con sus elaborados cantos mientras contemplas las extensas praderas de manzanilla que tiñe de blanco enormes zonas de la inacabable llanura marismeña.
Las cigüeñas tampoco estarían atareadas todavía con sus reformas en sus nidos si no fuera primavera, ni veríamos a las fochas entretenidas con sus primeras escaramuzas previas a los cortejos ni las primeras mariposas decorando nuestros campos. La mayoría de nuestros ánsares y grullas ya han emprendido su viaje de vuelta a sus zonas de cría y cada vez se ven menos cigüeñas negras en nuestros arrozales, no pasaría esto si la primavera no estuviera llegando para despertar sus instintos dormidos y animarnos a disfrutar de su mejor amiga, la naturaleza.
23 DICIEMBRE 2012
El mejor regalo del invierno
El invierno trae a Doñana nuevas aves para poblar nuestras marismas y animar nuestros bosques; también nos trae días desapacibles en los que se nos hace difícil a todos, incluidos a ellos, sus habitantes de pleno derecho, disfrutar de su belleza; pero además el invierno nos hace el mejor regalo todos los años, su luz...
Stephen y su padre, como buenos aficionados a la fotografía que son, los saben bien y estan encantados con la suave luminosidad de la mañana. Una mezcla de observación de aves y fotografía nos mantiene bien atareados esa jornada, tan pronto elevamos la vista al cielo para ver pasear su elegancia a un milano real, como la bajabamos a ras del suelo para inmortalizar a impulsos digitales la expresión de alegría de un representante tardío del reino del subsuelo.
En la vera, la luz rodea sin obstáculos a grandes bandos de jilgueros y verdecillos que se muestran encantados de tener todo un campo de cardos a su disposición.
La yeguas en la Marisma de Hinojos y los acebuchales junto a la Dehesa de Abajo también se ven en todo su esplendor bajo esta equlibrada luz de invierno.
Las fotografías que conseguimos durante la tarde de Buho Campestre, Cigüeña Negra y Pájaro Moscón les hace sentir realmente satisfechos de un maravilloso día de invierno en Doñana.
12 NOVIEMBRE 2012
1 NOVIEMBRE 2012
24 OCTUBRE 2012
Mandrágora
Octubre es el mes de la Mandrágora, que pone una nota de color en los bordes de nuestros caminos, incluso aquellos que se adentran en las marismas.
Parece que comienzan los fríos y el mal tiempo en el norte, porque los bandos de ánsares ya están llegando por fin. Ya se pueden ver cientos de ellos alimentándose en los arrozales de Haton Blanco, al norte del Parque Nacional, junto con grandes números de cigueñas blancas y negras, garcetas grandes, garcillas bueyeras, grandes bandos de avefrías y otros limícolas.
Las lagunas en torno al C V Jose A. Valverde también se están animando al fin. Además de grandes bandos de Patos Reales, Cuchara y Cercetas Comunes, se pueden observar algunos Anades Frisos y Silbones. Algunos bandos de Cigueñulas y Combatientes también se dejan ver, asi como un numero creciente de Calamones y Aguiluchos Laguneros.
La marisma junto a El Rocío está empezando a inundarse con las lluvias de estos días y atrayendo a un numero creciente de acuáticas, mientras en la dehesa de Matasgordas Ciervos, Gamos y Jabalíes continúan aprovechando el estupendo recurso que para ellos suponen las bellotas recien maduras de los alcornoques.
Doñana mejora día a día con las lluvias.
21 SEPTIEMBRE 2012
La bella y la bestia
Con la entrada del otoño, llegan por fin las primeras nubes a Doñana para decorar los cielos sobre la marisma y regalarnos maravillosos paisajes como este. Las lluvias anunciadas para la semana que viene son también bienvenidas y aliviarán sin duda a nuestros animales y plantas.
Bandos de Cernícalos Primilla continuan sobrevolando nuestras resecas llanuras, mientras cientos de Collalbas Grises atraviesan las marismas y otros tantos Papamoscas Cerojillos y Grises pasan por nuestros bosques. Todos se dirigen a África para pasar alli el invierno. A estos se les unen los cada vez más numerosos Colirrojos Reales, Tarabillas Norteñas, Mosquiteros Musicales y las primeras Currucas Mosquiteras. Cientos de miles de aves se enfrentan a un largo y peligroso viaje que las llevará al África subsahariana, donde encontraran condiciones mas favorables de vida durante nuestro frio invierno.
Durante las últimas semanas también hemos disfrutado de las primeras flores que decoran nuestros campos, justo antes de la llegada del otoño; esta superviviente de condiciones extremas se atreve con todo y abre sus preciosas espigas de flores blancas desafiando a los calores de Septiembre, rompiendo con su belleza la bestial austeridad de los paisajes veraniegos. Se trata de la Cebolla albarrana (Urginea maritima)
Antes familia Liliacea, ahora Hyacinthceae. A diferencia del Asphodelus, estas florecen a finales del verano (no en primavera) y desarrollan las hojas en el otoño, una vez que se han abierto los frutos y dispersado las semillas. Curioso no?
Se distribuye por todo el mediterraneo, desde Cataluña. El término "albarrana" proviene del árabe "albarrán" (cebolla), quiere decir silvestre y montés. En Extremadura, dice Font Quer (1990: 895) existe el dicho tradicional;"Tierra de ceborrancha arrancha, tierra de gamonita, pita", que anuncia que donde se cría la albarrana es tierra próspera, frente a aquélla donde crece el Asphodelus fistulosus que es mala tierra.
Las hojas no las come el ganado, y los bulbos no los comen los topos ni topillos, ni siquiera los jabalíes, debido a su mal sabor y a la acción urticante de sus mucílagos. Se ha conocido la relación existente entre el sírfido Merodon luteihumerus y la planta Urginea maritima, hasta demostrar una total dependencia de esta especie de sírfido. Es utilizada también por insectos hemípteros (chinches) en su ciclo reproductivo para alimentarse, aparearse y criar a su descendencia.
25 AGOSTO 2012
¿Los has visto pasar?
Como cada año, son muchas decenas de diferentes especies de aves, desde el gran Buitre Leonado al pequeño Mosquitero Musical, las que retornan a África al final de la temporada de cría para pasar los meses fríos en latitudes más templadas. Miles de ellos sobrevuelan cada día nuestros bosques, campos y ciudades; la inmensa mayoría de ellos pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros. Pero una de estas especies destaca por hacerse notar más de lo habitual y hacer su paso anual más que evidente, son la alegría de nuestros cielos, se trata del Abejaruco Europeo o Abejaruco Común.
Cada día a partir de finales de Julio o principios de Agosto, pasan sobre nuestras cabezas a baja altura durante el día en grupos de unos 25 – 30 de ellos; raramente se los ve viajando en solitario. Su número aumenta hacia la primera mitad de Septiembre, para descender de nuevo hacia el final del mes. A diferencia de la mayoría de las especies migradoras, los abejarucos se hacen notar al viajar en grupos numerosos, a los que se oye llegar antes de ser vistos. Su inconfundible canto no pasa nunca desapercibido para los que lo conocemos y nos anima a levantar la vista al cielo cada vez que lo escuchamos llegar estos días y a despedirnos de ellos hasta la primavera que viene.
Al parecer los adultos nos abandonan primero y a continuación los bandos están compuestos principalmente de individuos jóvenes que vienen agrupados ya de las zonas de cría; en ellos las dos rectrices centrales de la cola no sobresalen tanto como en los adultos. La inmensa mayoría de los Abejarucos que vemos pasar por el Estrecho de Gibraltar son aves españolas, las aves procedentes de las colonias del sur de Francia realizan el paso del Mediterráneo más al este.
El Abejaruco es sin duda uno de los pájaros más vistosos de nuestras latitudes y fotógrafos y de naturaleza y observadores de aves disfrutamos de ellos cada año. Es muy habitual verlos posados en los cables eléctricos al pasar por nuestras carreteras y caminos, regalándonos con una enorme explosión de color y vitalidad. Con un par de prismáticos podemos echar un buen rato contemplando sus elegantes idas y venidas en busca de insectos e incluso podríamos detenernos algo más a intentar distinguir los machos de las hembras. No es una tarea sencilla ni evidente, pero con un poco de agudeza visual y mirándolos desde abajo se podrá observar el tono azulado más brillante del pecho de los machos y sus cobertoras alares (la zona de las alas más cercana a la cabeza) más pardo rojizas que las de la hembra.
Es bien conocida la habilidad de los abejarucos - como bien apunta su nombre - para cazar abejas, abejorros y avispas, a los que extraen el aguijón antes de ingerirlos. Esta destreza no está respaldada por ninguna resistencia física especial a las picaduras, más allá del peculiar diseño del pico, que aleja de los ojos el aguijón y sus peligrosas histaminas. Aunque al contrario de lo que su nombre nos parece indicar, no solo se alimentan de abejas, sino de todo tipo de insectos.
Anidan en colonias y sus nidos los sitúan al final de unas galerías excavadas normalmente en taludes arenosos de unos 75 cm de longitud, aunque pueden llegar a medir hasta 1,5 metros de largo. En su construcción cada pareja extrae unos 10 – 15 kg de arena. Durante la realización de esta ardua tarea, el pico puede llegar a desgastarse hasta 1,5 cm, a veces no regularmente, siendo la parte superior o la inferior del pico la más desgastada.
Se trata de una de las pocas aves que realiza cría en cooperación, es decir, que otros individuos que no son los progenitores ayudan a alimentar a los polluelos, circunstancia que propicia nidadas sanas y muy numerosas. En nuestras tierras, además del Abejaruco, sólo la Gallineta de agua, el Mito y el Acentor común muestran este comportamiento cooperativo.
La temporada de cría es tiempo de alianzas familiares e intrigas. Padres que cuenta con la cooperación de ayudantes pueden alimentar mejor los polluelos y continuar mejor la línea familiar. El truco, por supuesto, es reclutar ayudantes, a menudo se utilizan tácticas de mano dura. Después de cavar la madriguera, un macho de abejaruco se dedica a cortejar a su compañera tratando de impresionarla trayendo regalos en forma de sabrosas abejas o libélulas. Se ha visto a padres inmiscuirse en los asuntos de sus hijos, reclamando este tipo de tratamiento o interrumpiendo maniobras de acoplamiento. Si eso no funciona, un padre puede llegar a bloquear la entrada a la madriguera del hijo para prevenir la entrada de la hembra para poner sus huevos. Después de un tiempo algunos hijos sucumben a la presión, abandonando sus propios trabajos de cría para convertirse en ayudantes en los nidos de sus padres.
Son más propensos a encontrar ayudantes entre los machos cuyos intentos reproductores fallan por causas naturales. Engaño y robo no son poco comunes, sin embargo. Casi todo lo malo que se puede uno imaginar sucede en las colonias. Si una hembra sale de su nido para alimentarse, otra hembra puede colarse a poner huevos en él, una táctica para hacer que un desconocido críe tus pollos. Del mismo modo, si un macho deja el nido sin vigilancia, otros machos pueden aprovechar la oportunidad para copular con su compañera. En otros casos los Abejarucos llegan a robar comida mediante el acoso a los vecinos que regresan con comida en el pico.
Una vez que las aves llegan a África, la temporada de relaciones sociales entra en su apogeo. Los machos permanecen con su propio clan, mientras que las hembras se van para mezclar sus genes con los de un grupo distinto. Los incendios a veces funcionan como mezcladores en este sentido, atrayendo abejarucos desde muy lejos para darse un festín de los insectos que huyen. Machos españoles se asocian con hembras nacidas en Italia, aves húngaras conocen a abejarucos kazajos y se emparejan de por vida. En abril, es hora de volver a Europa. Los machos del año regresan a sus lugares natales con nuevas compañeras.
Es una vida corta, pero emocionante. Un abejaruco sobrevivirá solo cinco años, tal vez seis. Los rigores de la migración, esquivando los halcones en el camino, se cobrar peaje sobre la población. El abejaruco hoy día también tiene que lidiar con la disminución del número de insectos debido a los pesticidas y la desaparición de los lugares de reproducción como los ríos, que se convierten en canales con paredes de hormigón. Pero qué gran historia vital: persecuciones de abejas, ataques a las colmenas, incendios forestales, intrigas en las colonias, y los cruces del Estrecho de Gibraltar, todo condensado en unos pocos años de vida.
Nos dejan ahora, pero volverán la primavera que viene y volverán a alegrar nuestros cielos y nuestra vida. Son sin duda un regalo inapreciable de la naturaleza.
10 AGOSTO 2012
Lince arborícola
Temprano por la mañana, alrededor de las 7:30, cuando empezamos la visita, las dos Águilas imperiales que anidan al otro lado de las marismas de El Rocío están en lo alto de dos de los eucaliptos más altos. Un grupo de ciervos pastorean moviéndose lentamente a lo largo de los márgenes de la reseca llanura, donde todavía se puede encontrar algo de comida jugosa. Un Milano Negro nos sobrevuela en busca del desayuno y varias Cigüeñas Blancas vuelven de pasar la noche del Arroyo de La Rocina.
Conejos y perdices son los primeros animales que vemos después de entrar en el Parque Nacional. Un poco más tarde, un mochuelo nos saluda desde su posadero habitual en un alcornoque, al pasar junto a él. Va a ser un día caluroso, dicen, pero todavía hay una brisa muy agradable que nos hacen sentir estupendamente y nos anima a continuar con nuestra actividad.
El Lince ibérico es uno de nuestros objetivos principales hoy en día, como todos los días, mientras atravesamos los bosques de pinos y alcornoques del norte del Parque Nacional. Un rastro fresco en nuestra ruta habitual nos da ánimos para seguir buscando. Pero como digo a Carlos, no es difícil encontrar un rastro de lince alrededor de esa zona si se sabe qué buscar, se mueven todos los días por aquí, pero encontrar el animal es otra cosa.
Agateadores, Herrerillos Capuchinos y Totovías cantan en la profundidad del bosque, pero no nos dejan verlos. Un Águila Calzada oscura, que comenzó a trabajar temprano hoy, nos sobrevuela y un Cernícalo Común, que continúa con la defensa de su territorio de cría, intenta ahuyentarla de allí. Mientras nos adentramos en el bosque de alcornoques, tenemos la suerte de encontrar de repente un lince encaramado en la cruceta de un gran pino solitario. Los linces pasan la mayor parte del tiempo en el suelo, no les gusta mucho subir a los árboles, pero ahora en verano lo hacen con más frecuencia a fin de disfrutar temperaturas más frescas allá arriba, sobre todo a partir del mediodía, por lo que tenemos también que revisar las copas de los árboles. Esta es una experiencia que sin duda hará inolvidable la excursión para Carlos y su familia.
Un poco más tarde nos encontramos con un grupo de ciervos comiendo a lo largo del borde del bosque. Algunos muestran cuernos completamente desarrollados y parecen estar ya interesándose por las hembras y las custodian. La mayoría de los Milanos Negros han abandonado ya Doñana por lo que los cielos están un poco vacíos. Afortunadamente vencejos y golondrinas los han reemplazado, ya que ya se están moviendo hacia el sur. Algunas Águilas Culebrera y Aguiluchos Cenizos también han comenzado la migración hacia el sur y no son difíciles de ver sobre las marismas. Unas cuantas Cogujadas Comunes y Alcaudones posados sobre las vallas de ganado y un pequeño grupo de Gangas nos alegran la travesía de las resecas estepas en las que se convierten las marismas en verano. Estas son algunas de pocas especies que sobreviven en estas duras condiciones. También avistamos desde nuestro vehículo un solitario Aguilucho Lagunero y un par de Cernícalos Comunes mientras oímos un bando de Abejarucos pasar a cierta distancia del suelo viajando también hacia el sur de vuelta a África.
Llegamos al Centro de Visitantes José A. Valverde y hacemos una parada para tomar un café. Ya no queda mucha agua. Se deja secar el agua cada verano para evitar la proliferación de algas tóxicas. Aunque ahora, en las aguas poco profundas, hay un buen número de limícolas que ya regresan del norte: Chorlitejo Chico, Correlimos Común, Correlimos Menudo, Correlimos Zarapitín, Andarríos Común y Chico, Aguja Colinegra, Cigüeñuela, Avoceta; también un bando de Moritos y la visita ocasional de grupos de Ganga Ibérica. Para completar la escena un grupo grande de Jabalíes moviendo rápidamente para esconderse entre las eneas.
De vuelta en el Land Rover nos dirigimos al Caño Guadiamar y allí encontramos un pequeño grupo de Gamos. que descansan bajo la sombra de unos tarajes. Las hembras saltan y corren, mientras que un impresionante macho se queda parado a mitad de camino y se gira para observarnos. Vemos también un par de Cernícalos Primilla y un Mochuelo que viven en la vieja casa de bombeo y un Milano Real posado sobre los cables. De vuelta en la Marisma de Hinojos nos encontramos con un grupo de unos 15 Buitres Leonados cicleando a gran altura y varias Águilas Calzadas volando hacia el sur para completar una buena lista de aves del día y ayudar a construir una bonita excursión por Doñana.
13 JULIO 2012
Un oasis en la marisma
El verano avanza y con él se endurecen las condiciones de vida para todos los habitantes de Doñana, incluidos nosotros los humanos. Con suerte las máximas no superan los 30º y sin ella puede que superen los 40º
Las Marismas del Rocío, sin aún conservan algo de agua, se convierten en uno de los puntos más atractivos del Parque, donde se concentran multitud de garzas, cigüeñas, moritos, flamencos, espátulas, milanos negros, cigüeñuelas, agujas colinegras y otras muchas especies en gran número para aprovechar el alimento fácil que se les ofrece al bajar el nivel de las aguas. Los últimos charcos se localizan siempre junto al Puente de La Canaliega, sobre el Arroyo de la Rocina. Este también suele albergar grandes concentraciones de aves en su ya reducida lámina de agua, es un buen momento para intentar observar a la esquiva nutria desde los observatorios del sendero del Charco de la Boca.
No todo son desventajas lo que traen el aumento de las temperaturas y la escasez de agua; el número de mosquitos desciende drásticamente y ya no suponen una molestia durante la visita al Parque. En las marismas son habituales los espejismos, que nos confunden y nos hacen pensar que la marisma sigue inundada en la distancia, que las dunas son mucho más altas de lo que son en realidad o que los bosques se asientan sobre colinas.
En los bosques, los ciervos ya muestran crecidas sus cornamentas, en algunos casos ya casi listas para la cercana berrea. Los cigüeñinos en los nidos ya han alcanzadoprácticamente en tamaño a sus progenitores, que buscan saltamontes y lagartijas sobre los prados agostados. Las crías de lince se dejan ver más a menudo, y nos permiten comprobar que ya pesan varios kilos y son capaces de desgarrar ellos solos la carne de las presas que les trae su madre; incluso ya la ayudan en las tareas de caza, aunque mostrando poca destreza claro.
Milanos y aguiluchos cenizos comienzan a preparar su plumaje para el viaje de vuelta a África que se les viene encima en pocas semanas; ya empiezan a mudar las plumas de sus alas, dejando al descubierto algunos huecos claramente visibles en su silueta en vuelo.
Las fochas, gallinetas, zampullines y ánades reales se afanan en sacar adelante sus últimas camadas y defenderlas de los ataques de los hambrientos milanos negros y aguiluchos laguneros en las lagunas de José A. Valverde. También allí suele ser fácil observar bandos de flamencos, cigüeñuelas y agujas. Algunos gamos y grupitos de jabalí también se acercan a este oasis rodeado de resquebrajada marisma. Sobre cualquier mancha de agua se concentran multitud de inexpertos golondrinas y aviones del año, y los jóvenes jilgueros y verdecillos, con los colores claramente mas atenuados que los adultos, engrosan los bandos que se alimentan sobre los campos de cardos. Incluso la gran Águila Imperial sobrevuela las lagunas casi a diario antes del medio día en busca de algún pato despistado.
Afuera, las marismas tan llenas de vida en primavera se han convertido en una vasta estepa agrietada en la que pocas especies se plantean vivir; cogujadas, terreras, algunos alcaudones y cernícalos, gangas y alcaravanes, milanos negros y cuervos y sobre todo los buitres, estos están encantados con la dureza de las condiciones que no hace otra cosa que proveerlos de comida fácil a menudo, a medida que el ganado más débil sucumbe a la escasez de comida, el calor y su propia debilidad. A partir de media mañana se suelen observar grande grupos de ellos aprovechando las primeras térmicas para elevarse altos sobre la marisma y explorar decenas de kilómetros a la redonda por alguna señal de comida.
La primavera se ha ido hacia el norte, no lejos, en los campos de arroz en torno a la cercana población de Isla Mayor se concentran miles y miles de aves zancudas y limícolas para aprovechar los recursos que ofrecen las aguas someras de estas plantaciones. La abundancia de cangrejos, ranas, pececillos, larvas de insectos y otros invertebrados convierte a estas enormes zonas encharcadas en el lugar ideal para que una gran porcentaje de las aves nacidas en el Parque pasen varias semanas acumulando energía antes de comenzar su migración al sur. Los arrozales son imprescindible hoy día para la conservación de muchas especies de Doñana.
29 JUNIO 2012
La estrella de la laguna
El verano se ha apoderado de Doñana un año más. Las altas temperaturas de estos últimos días han acelerado el secado de la marisma junto al Rocío, uno de los pocos lugares que aún conservaban algo de agua en la marisma de Doñana. Cigüeñas, espátulas, garzas y milanos aprovechan los últimos recursos que ofrecen los cada vez más reducidos charcos, donde se acumulan peces y ranas en un último esfuerzo por sobrevivir.
En los pinares y alcornocales del norte del Parque Nacional, árboles y arbustos presentan aun un buen porte y aspecto, aun no afectados por la sequía que agosta a las herbáceas que dependen de la humedad de las capas superficiales del suelo. El jaguarzo continúa tiñendo de amarillo con sus flores grandes extensiones de lo que aquí llamamos monte blanco, debido al color gris claro de este arbusto dominante en las zonas arenosas más secas. Las hembras de ciervo se alejan a nuestro paso acompañadas de sus crías de la primavera pasada y los jabalíes cortan los caminos a la carrera ahuyentados por el ruido del motor de nuestro land rover. Huellas recientes de meloncillo, tejón y zorro nos dan idea de la intensa actividad crepuscular y nocturna que se adueña de estos bosques al caer el sol y decaer la actividad humana. El número de conejos ha aumentado sensiblemente con las nuevas camadas de la primavera pasada y se dejan por todas partes, aunque ya se empiezan a ver algunos afectados por las enfermedades que les atacan cuando las temperaturas suben.
En días con suerte disfrutamos del avistamiento de algún lince ibérico, como el macho que hoy continúa con sus tareas de patrulla, defensa y marcaje de su territorio a pesar de nuestra cercana presencia. Milanos Negros y Águilas Calzadas se esfuerzan denodadamente por alimentar a sus crías en un año difícil como este. Las Cigüeñas que anidan en el alcornocal buscan saltamontes y otros invertebrados entre los pastizales.
En las resecas marismas los buitres se ven beneficiados por la dureza que el verano impone sobre las condiciones de vida de vacas, caballos y ovejas y no es raro encontrar algún grupo alimentándose del cadáver de uno de ellos. Ocasionalmente algún Alimoche o incluso algún Águila Imperial les acompañan en sus ascensiones aprovechando alguna corriente térmica ascendente de media mañana.
En el Centro de Visitantes de José A. Valverde, donde aún se mantiene un buen nivel de agua, suelen concentrarse grupos de flamencos, cigüeñuelas, agujas colinegras, ánades reales y frisos, porrones comunes y patos cuchara, así como fochas, gallinetas y calamones, algunos de los cuales son de los pocos que se han decidido a criar este año. Aguiluchos laguneros, Milanos Negros e incluso el Águila Imperial sobrevuelan las lagunas a menudo en busca de alguna presa desprevenida. Tampoco es raro descubrir algún gamo o jabalí refugiado entre los tarajes. Los Carriceros Tordales siguen llenando los eneales con sus cantos y los zampullines chicos defienden sus territorios intentando amedrentar a los desconocidos con sus escandalosas risas.
Pero sin duda la estrella este año en las lagunas de la FAO, como las llamamos los locales, a falta de la colonia de ardeidos que este año no ha encontrado las condiciones mínimas para plantearse la reproducción, es la pareja de cernícalos que crían en la caja nido adosada a la pared trasera del edificio. Sus pollos ya crecidos se dejan ver con gran facilidad mostrando su plumaje casi desarrollado pero con trazas del plumón que los ha cubierto durante las primeras semanas de vida.
15 MAYO 2012
Que cosa más bonita !
Aquí puedes descargarte en PDF un documento con las caritas de todos los pequeños linces que han nacido este año en el Centro de Cría en Cautividad de El Acebuche esta temporada, incluyendo las características de cada uno.
9 MAYO 2012
Buitres y champiñones
Hay que resignarse, esta primavera pocos pajaros criarán en Doñana, las lluvias de esta primavera no van a poder enmendar la escasez de lluvias el invierno pasado; las marismas siguen secas en su mayor parte, ofreciendo pocas oportunidades a garzas, patos, cigüeñas y limícolas este año. En la colonia de cría del Centro de Visitantes de José A. Valverde se han concentrado varios cientos de Moritos y se pueden ver algunas Garzas Imperiales, pero ninguno de ellos ha llegado a plantearse criar este año. Calamones, fochas, patos colorados y andades reales y frisos sí que se han decidido algunos. Así es la naturaleza, unos años buenos, otros malos, y ellos lo saben, y se adaptan lo mejor que pueden.
En época todavía de migración, los bandos de Chorlitejos Grandes revolotean por la reseca llanura en busca de algo de alimento o, al menos, un lugar tranquilo para descansar en su largo viaje al norte. Ellos no tendrán problemas probablemente para encontrar buenas condiciones de cría en las orillas de lagos, ríos y mares de la fría Escandinavia. Enormes bandos de Canasteras y Fumareles Cariblancos se pueden ver en la lejanía alimentandose junto a las zonas encharcadas cercanas a la vera, junto a largas líneas rosadas de flamencos. Algunas Águilas Culebreras también continúan pasando por Doñana y se dejan ver muy bien mientras planean y se ciernen en busca de alguna serpiente despistada. Los Milanos Negros son abundantes, como cada primavera, trabajando incansables en busca de algo comestible sobre bosques y marismas.
Pero si hay una especie a la que no le vienen nada mal estos años secos es sin duda el buitre, el gran Buitre Leonado que, proveniente de las colonias de cría en las sierras de Cádiz y Huelva, utiliza las marismas de Doñana como comedero natural. En años secos como este, el número de vacas, caballos y ovejas que no resisten las duras condiciones aumenta, beneficiando a estas aves carroñeras de gusto poco refinado. Se observan todos los días cuando el sol ya calienta, cogiendo altura en grupos, para controlar una amplísima zona alrededor y estar atento a cualquiera de sus congéneres que de repente se deje caer sobre alguna presa para redirigir su ruta hacia ese punto.
En los pinares y alcornocales sin embargo la primavera ha llegado tarde pero ahora, con el aumento de las temperaturas y las ultimas lluvias, se ha producido una espectacular explosión de color. Crisantemos amarillos y blancos y azules chupamieles (Echium plantagineum) dominan en todos los prados. Con la suave brisa de esta mañana, extensas nubes de polen de pinos piñoneros y alcornoques, también en flor, se desprendían de las altas copas para cubrirlo todo como si de polvo de arena se tratara. Yo las miraba con desconfianza, pensando los efectos que tendría sobre mi una nube de ese tamaño si fuera de polen de olivo, el cual ya comienza a producir sus periódicos efectos nocivos sobre mi nariz y ojos. Como muchos clientes me dicen: "pues vaya!, un biólogo con alergia al campo".
Todos tienen prisas por sacar partido a estas pocas semanas de buenas condiciones para reproducirse, Milanos Negros y Águilas Calzadas, Perdices y Alcaudones, Jilgueros y Verdecillos, Linces y conejos, todos corren a aprovecharlas mientras duran. Incluso las setas aceleran su floración mostrándonos sus vistosos aparatos reproductivos en forma de seta.
Boletos y champiñones silvestres rompen la costra arenosa del bosque para exponer sus esporas al viento fresco de la mañana.
24 ABRIL 2012
Discretos pajarillos y coloridos Abejarucos
El tiempo está mejorando y la temperatura aumentando hasta unos cómodos 22 º C. La migración todavía continúa atravesando los bosques y marismas de Doñana y aves como la Oropéndola, la Carraca o el Abejaruco siguen entrando desde África. Muchos de estos últimos se quedaran para criar con nosotros, al igual que el de la foto tomada en la Dehesa de Abajo, una pequeña reserva natural junto al Parque Nacional. Otras aves como el de Chotacabras Pardo, el Zarcero Pálido y el Alzacolas también se están viendo en estos días.
Un buen lugar esta primavera para disfrutar de la naturaleza de Doñana y aprovechar para hacer un poco de observación de aves con nuestros prismáticos es el Arroyo de la Rocina, donde el agua aun se mantiene a buenos niveles. El sendero que parte del Centro de Información te llevará a lo largo de una serie de observatorios río arriba y a través de unos preciosos bosques de pino piñonero decorado por una orla de verdes helechos. Este es el mejor periodo del año para visitar este pequeño paraíso junto a la alde de El Rocío que se convierte en primavera en un complemento perfecto para nuestra visita a los bosques y marismas del norte del Parque Nacional.
27 MARZO 2012
Primavera en Doñana
En Doñana esperamos con ilusión las lluvias anunciadas para los próximos días, tan necesarias para el Parque en estos momentos. Las pequeñas molestias que puedan causar a los visitantes de Doñana se verán recompensadas con creces por la mejora paisajística que esas lluvias producirán. Continúa la migración y la entrada de aves desde África.
El número de Águilas Culebreras, Milanos Negros y Águilas Calzadas continúa aumentando. Abubillas, Alcaudones Comunes, Golondrinas Daúricas, Vencejos Pálidos, Garzas Imperiales, Garcillas Cangrejeras, Pagazas Piconegras, Canasteras, Cucos, Collalbas Grises, Colirrojos Reales y Cernícalos Primilla no dejan de llegar para quedarse o pasar por Doñana en su camino al norte. Mientras tanto todavía se pueden ver especies de invierno como los Zorzales, Mosquiteros, Colirrojos Tizones.
Grandes bandos de Cercetas Comunes junto con algunas Cercetas Carretonas y acompañadas de Ánades Frisos y Patos Cucharas se refugian en las lagunas de José A. Valverde. Grandes grupos de Flamencos, Garcillas y Moritos se dejan ver en abundancia también.
En los bosques, los gritos lastimosos de los Milanos Negros resuenan por doquier, las hembras de lince cuidan con mimo a sus retoños recién nacidos, las perdices campean en parejas picando brotes tiernos y flores, los ciervos macho pierden su cornamenta y sus hembras dan a luz. En esta primavera más seca de lo habitual Doñana continua ofreciendo sus maravillas naturales a sus visitantes.
30 ENERO 2012
De Sevilla a las marismas
Me encontré con un gran atasco en la circunvalación de Sevilla, de manera que después de unos 15 minutos sin avanzar más de 100 metros, decidí buscar una alternativa para llegar el trabajo en El Rocío. Me dirigí hacia Coria del Río, un pueblo que se asienta sobre la orilla derecha del Río Guadalquivir muy cerca de la capital. Poco después el siguiente pueblo de Puebla del Río, siguiendo las indicaciones hacia Isla Mayor, entré en los arrozales sevillanos, los más grandes de la Península Ibérica con unas 35.000 has dedicadas al cultivo de este cereal. Las buenas oportunidades de observación de aves comienzan aquí. Ha sido un año seco hasta ahora así que solo unos pocos campos permanecen inundados, pero esto en realidad es bueno ya que las aves se concentran en ellos.
Justo antes de llegar a la Venta del Cruce, el último lugar donde se puede conseguir un café antes de adentrarse en las vastas Marismas de Doñana, paré para echar un vistazo a un gran grupo de Cigüeñuelas, Gaviotas Reidoras y Moritos, que se alimentaban en las aguas someras de una de las tablas de arroz, además de otros limícolas. Y después hice lo que acabo de recomendaros, hice una parada para tomar una reconfortante taza de café. A partir de aquí se tienen dos opciones, o se toma hacia la izquierda, atravesando los arrozales en dirección a Isla Mayor o se continua recto a lo largo del borde de la antigua marisma, el cual es en realidad el camino más corto a las marismas del Parque, que es lo que hice.
Hay varias lagunas a lo largo de esta antigua carretera de la Confederación Hidrográfica, en años buenos se pueden encontrar aquí interesantes especies como la Focha Moruna. No son más que antiguas graveras que se han convertido hoy en lagunas con una mayor o menor temporalidad. Una Garcilla Cangrejera en el borde de una de ellas ni se inmutó cuando pasé junto a ella en el coche. Durante los siguientes kilómetros las cigüeñas ya están ocupando los nidos y preparándose para las tareas reproductivas, y en los campos de arroz inundados pude observar un buen número de especies de limícolas, los Aguiluchos Laguneros empezaron a hacerse comunes.
Otro lugar donde las aves se concentran en buen número durante todo el año es la Dehesa de Abajo, su colonia de cigüeñas y la laguna artificial de debajo bien merecen una parada. Los bordes más alejados de la laguna estaban llenos de Flamencos, Espátulas, Avocetas, patos, Ánsares y Fochas; pero lo que capto mi atención en especial fue la pareja de Cercetas Pardillas que descansaban bajo uno de los tarajes. En los arrozales cercanos encontré un par de Cigüeñas Negras que permanecían inmóviles junto a uno de los canales y un gran bando de Moritos. No podía dedicar mucho tiempo al lugar así que continué hacia el sur a lo largo de la carretera asfaltada, pase sobre el Brazo de la Torre, en cuyos carrizos se escondieron unos 20 Calamones a mi paso, después pase por el Vado de Don Simón sobre el Río Guadiamar y giré a la derecha en el cruce. El giro a la izquierda también me hubiera llevado hacia las marismas del Parque bajando a lo largo de Entremuros, pero quería probar si encontraba algunas Gangas Ibéricas y Sisones en la Dehesa de Pilas.
Aquí dejamos el asfalto para adentrarnos en la Dehesa de Pilas, que es una gran finca de tierra comunal dedicada a la cría de ganado, vacas y caballos fundamentalmente, donde se mantienen durante todo el año condiciones excelentes para aves esteparias entre las que destacan una población reproductora de Alcaraván y Ganga Ibérica y un pequeño grupo de Sisones invernantes. No hay muchos lugares en la zona donde se puedan ver estos últimos e incluso aquí no es fácil encontrarlos, las probabilidades aumentan al final de día, cuando vuelven de sus escapadas en busca de comida por los campos de cultivo de los alrededores. A estos hay que añadir Aguiluchos Pálidos y Cigüeñas Negras invernantes, una pequeña población de Cernícalos Primillas residentes, muchas Calandrias, una gran colonia de Gorriones Morunos, varios Críalos y la visita habitual de algunos Elanios Azules que vienen desde su zona de cría en el Vado del Quema, una de las principales atracciones aquí.
Los accesos al Centro de visitantes de José Antonio Valverde han sido mejorados el verano pasado así que ahora, especialmente este año que viene siendo seco, es fácil llegar hasta allí. Continué moviéndome hacia el sur, atravesé las grandes fincas de Hato Ratón donde varios miles de Grullas se concentran cada invierno en los campos de cereal y muchos miles de Ánsares hacen lo mismo en los arrozales. Los tendidos eléctricos en esta zona ofrecen lugares ideales para que las rapaces se posen, especialmente Ratoneros, Milanos Reales y Cernícalos Comunes en esta época del año. En primavera son también abundantes las Águilas Culebreras y los Milanos Negros. Pasados los 2 Puentes giré a la derecha atravesando una vasta extensión de campos de cereal acabado de plantar, zona habitual en invierno para Aguiluchos Pálidos, Grullas, Ánsares y Chorlitos Dorados. Enormes bandos de Calandrias mezcladas con Alondras y Trigueros también encuentran aquí las condiciones ideales para pasar el invierno, acompañadas por un buen numero de Terreras Marismeñas todo el año y Terreras Comunes en primavera.
Llegado al Caño Guadiamar pare para mirar los grandes bandos de patos y fochas y disfruté con la llamada de los lejanos bandos de grullas que volaban hacia el norte. Este es un buen lugar para intentar toda clase de rapaces en primavera, incluyendo el Águila Imperial volando sobre las marismas secas de Hinojos o posadas sobre la valla que discurre a largo del borde oeste del Caño. Un gran lugar para una gran variedad de especies todo el año. Esta pista de grava que discurre a lo largo de las márgenes de Caño Guadiamar te lleva directamente al Centro de Visitantes de José A. Valverde, aunque una parad en el puente sobre el Caño es obligada. En el cruce junto al puente giré a la derecha hacia El Rocío, pero este itinerario no está permitido salvo para vehículos autorizados. Esta es una de las partes de la ruta habitual de nuestras visitas en 4x4 que atraviesan los bosques y marismas del norte del Parque Nacional desde El Rocío.
La alternativa para vehículos privados es girar a la izquierda hacia el Centro de Visitantes de José A Valverde. Allí se puede tomar uno un descanso y una buena taza de café mientras se disfruta de las increíbles vistas sobre las lagunas. Para volver se puede tomar una ruta diferente yendo hacia el este del centro, pasando por el Lucio del Lobo, Huerta Tejada y recorriendo la orilla derecha de Entremuros hacia el norte hasta llegar al asfalto de nuevo a la altura de Isla Mayor. Me llevó sólo un par de horas la ruta completa pero a vosotros os llevará todo el día si estáis interesados en pájaros y es recomendable comenzar temprano. Buena suerte!
Si quieres consultar anteriores informes puedes ir a la página de Relatos
Copyright © 1998-2012 Doñana Reservas y Visitas SL |
No hay comentarios:
Publicar un comentario