Esto es lo que ocurrió la última vez que EE.UU. cerró sus puertas a los refugiados
El viernes pasado se celebraba el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, coincidiendo con la decisión del presidente Donald Trump de cancelar los programas de apoyo a los refugiados y, por tanto, el cierre de fronteras estadounidenses a los sirios.
El viernes también nacía en Twitter una cuenta para recordar el trágico destino de los 900 judíos que se embarcaron en el St. Louis, un barco que partió de Hamburgo, Alemania, el 13 de mayo de 1939, con destino EE.UU. y previa parada en Cuba.
¿Casualidad? Creo que no. La cuenta funciona como una advertencia subrepticia sobre lo que podría ocurrir con esta decisión del presidente de EE.UU., recordando lo que pasó la última vez que el gobierno estadounidense cerró sus fronteras a los refugiados.
Aquellas 900 personas iban huyendo de la masacre que los nazis habían puesto en marcha contra su gente. La mayoría había solicitado visados para entrar en Estados Unidos pero, a su llegada a La Habana, el gobierno estadounidense les rechazó.
Tras pasar un mes atracados en tierras cubanas, hicieron otro intento desde las costas de Florida. Nada. El 5 de junio, desesperados, pidieron asilo en Canadá, pero tampoco les tendieron su mano.
Al final, aquella gente fue devuelta a Europa, repartiéndose entre Reino Unido, Francia, Bélgica y los Países Bajos. 250 de ellos fueron asesinados en diferentes campos de concentraciónen los años posteriores.
La cuenta surgida en Twitter, St. Louis Manifest, recuerda el terrible destino de aquellas 250 personas que terminaron muriendo por haber sido rechazadas por EE.UU.
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