La
gente se apega, y cuanto más te apegas a la otra persona, más se asusta
la otra persona, más ganas tiene de escapar, porque hay una gran
necesidad interior de ser libres.
El deseo
de libertad es mucho mayor que cualquier otro deseo, es mucho más
profundo que cualquier otro deseo. De ahí que uno pueda sacrificar
incluso el amor, pero no pueda sacrificar la libertad, no forma parte de
la naturaleza de las cosas. De ahí que la auténtica dicha sólo pueda
ocurrir en tu soledad.
La soledad es un
arte, sobretodo el arte de la meditación. Estar completamente centrado
en tu propio ser sin ansiar a la otra persona; estar en tal profundo
reposo contigo mismo que no necesitas nada más, eso es l a soledad. Te
proporciona dicha eterna.
Si primero estás
arraigado en tu ser y luego te diriges a una relación, el fenómeno es
completamente distinto. En este caso puedes compartir, puedes amar y
también puedes disfrutar este amor. Incluso cuando es momentáneo, puedes
danzar, puedes bailar, y cuando desaparece, desaparece; no miras atrás.
Eres capaz de crear otro amor, de modo que no hay necesidad de
apegarse.
Das gracias a tu
amante, das gracias al amor que ya no está ahí porque te enriqueció y
te proporcionó algunos atisbos de la vida, te hizo más maduro.
No obstante,
esto sólo será posible si estás algo arraigado en tu ser. Si el amor es
todo lo que tienes, sin ninguna base meditativa, sufrirás, cada relación
amorosa tarde o temprano se convertirá en una pesadilla.
Aprende el arte de estar solo, y dichosamente solo; entonces, todo será posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario