LO (Fotografía de prensa)
Fui casi diez años “colaborador” en el periódico (una especie de “sin papeles”, de guardia permanente y “especialista en marrones”). En el libro que el Cehiform ha editado recientemente por los 20 años de “fotoperiodismo” en La Opinión, pretendí que nos dejaran opinar sobre el tema a los “fotoperiodistas” de La Opinión, algo que parecía lógico, pero que fue que no. Yo opinaba esto (y, bueno, comprendo que no lo publicaran):
La pinnípeda y el tontosopas
Cómo olvidarlo, o mejor, ¿cómo olvidarlo? Parecía bonito cuando me lo contaron: fotografía de prensa, un estimulante trabajo. Pero hay vocaciones que matan, así que acepté condiciones cutres bajo promesas vagas de inmediatas mejoras que nunca llegaron, por parte de algún que otro pájaro y pájara embusteros.
Al final, 9 años y un día “colaborando” en adornar los huecos que dejaban los redactores; porque eso era la fotografía en La Opinión, el último eslabón de aquella cadena alimenticia, el brazo tontoelhaba de la madama. ¿Contrato basura?, no, sólo basura, pues nunca hubo “papeles”, ni derechos sociales, ni medios, ni respeto al trabajo ni al trabajador: explotación. Un fraude laboral en toda regla. De manual, como dice mi bibliotecónoma. (*)
Al final, 9 años y un día en los que también hubieron buenos momentos y encontré algunos buenos amigos y buenos profesionales y, cómo no, algún analfabeto integral, algún factótum de encefalograma plano, alguna siniestra telefonicofílica de poco fiar y algún trepador lamenalgas, como en la vida misma. Por ahí, nada que objetar.
Y así, después de 9 años y un día, sin más, la cosa finiquitó como había empezado, sin finiquito.
* Por el mismo trabajo, (hablo por mí) la diferencia de salarios entre contratado y colaborador era (¿es?) de 5 a 1; además, éste trabajaba durante los fines de semana, vacaciones y “puntos negros”, estando de guardia el resto. Sin contrato, aunque la media de “colaboraciones” al año era de 150 días. Sólo se le proporcionaba el material sensible, pero no equipo fotográfico ni vehículo, ambos imprescindibles, por lo que tenía que utilizar los propios,… en definitiva, el “colaborador” de ese grandísimo medio de comunicación de masas era, sin contemplaciones, un auténtico gilipollas. Por lo menos, yo.
Acababan de apagar un pequeño incendio cerca de Lo Campano. No se veía nada. Los bomberos estaban bromeando y recogiendo los bártulos. Tiré dos o tres fotos. Al revelarlas surgió ésta, una de mis fotos favoritas. Supongo que porque es involuntaria, no pretenciosa y tiene sentido del humor. Un poco basto, sí, como yo.
Los "famosos" de La Manga se prestaban a todo. El verano del 90 lo pasé allí, junto a Ángel Montiel, Belén Carrascosa y Ana Fernández de Bobadilla, haciendo un "especial" que publicaba el periódico a diario. Entrevistábamos a los personajes populares y cubríamos los "eventos". El Dr. Cabeza aceptó sin rechistar meterse en el agua para hacerle este retrato.
Nada más subir el primer orador (¿orate?) a la palestra vi la foto. Había dos oportunidades con cada uno, pero la estrella era Aznar. Él sería el adorno de la información del mítin el día siguiente. Quedó casi perfecta (ésta la he retocado un poco, y lo habría hecho entonces de haber tenido la herramienta). Sólo en la fotografía documental o descriptiva una imagen vale más que mil palabras. Cuando se trata de opinión, casi siempre puede decirse más con cien palabras que con una imagen. Incluso con una. Aquí ya estaba escrita; sólo había que transformarla "objetivamente": nos estaban esperando 16 años de eficaca (¿alguien ha dicho 20?, un poco de compasión, qué aburrición, santa virgen del pilar de los pilares de Cartagena, tú que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros).
Asistí a una rueda de prensa en La Manga. Al terminar, capté esta imagen, de la delegada del gobierno (no recuerdo su nombre) dirigiéndose al presidente de la Comunidad, Carlos Collado, mientras que el alcalde de Cartagena, José Antonio Alonso mira al infinito. Me pareció estupenda y fue la única que mandé al periódico, para asegurarme que la publicaran. Me echaron un puro pero se publicó.
Era la segunda o la tercera vez que estaba anunciado en el cartel del Festival del Cante de las minas y la primera que apareció. Escuchar y casi sentir el aliento de Camarón a dos o tres metros de distancia fue una "experiencia religiosa". Me aficionó al flamenco para siempre.
Desde la ventana de mi habitación del hotel Doblemar, con un catadióptrico de 500.
No se cortó un pelo y amablemente aceptó posar, seguro y sonriente, entre la montaña de pleitos que abarrotaban el salón de su finca de La Manga.
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Moisés Ruiz. Celebración del día de la Región. Perín. 1989.
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Moisés Ruiz. "Icues". 0896.
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Moisés Ruiz. Uno de bomberos. 1292.
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Moisés Ruiz. Dr. Cabeza. La Manga. 090790.
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Moisés Ruiz. Eficaca. 0591.
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Moisés Ruiz. Rueda de prensa hipnótica. 0592.
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Moisés Ruiz. Camarón. La Unión. 1989.
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Moisés Ruiz. La Milagrosa 1. 1989.
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Moisés Ruiz. La Milagrosa 5. 1989.
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Moisés Ruiz. La Milagrosa 23. 1989.
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Moisés Ruiz. Tiburón. Escombreras. 0589.
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Moisés Ruiz. Primera foto de Cartagineses y Romanos. 180990.
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Moisés Ruiz. Casco antiguo. 0991.
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Moisés Ruiz. Coche bomba. 110990.
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Moisés Ruiz. Cartagineses y Romanos. (Imagen del cartel de 1991). 0990.
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Moisés Ruiz. Delfín varado. La Manga. 220890.
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Moisés Ruiz. Circo. La Manga. Verano 1990. |
Moisés Ruiz. Despedida de las corbetas. 260890.
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Moisés Ruiz. Despedida de las corbetas. 311090.
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Moisés Ruiz. Despedida de las corbetas. 311090.
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Moisés Ruiz. Luis Federico Viudes. La Manga. 1990. |
Moisés Ruiz. La Manga. 230790.
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Moisés Ruiz. Tomás Maestre sentado sobre sus pleitos. 120890.
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Moisés Ruiz. Visita Real. 120690. |
Tenía que hacer la portada. Hacía mucho viento y la bandera de Cartagena se movía mucho. Pensé que era una buena opción componer la foto de esta manera, pero muy arriesgada porque tendría sólo unos segundos, estaba entre el público que abarrotaba la plaza, el rey podía saludar con la mano derecha y taparse la cara, la bandera podía tapar al rey o a todos, o no mostrar el escudo de Cartagena... arriésgé un poco, tiré dos fotos, y ésta salió más o menos como quería.
Moisés Ruiz. Baño de barro. La Manga. Julio 1990. |
En el especial Verano de La Opinión se publicaba diariamente un relato veraniego. Un día me pidió Ángel Montiel que escribiera algo para ese apartado. Me puse y me salió esto. Lo mandó a Murcia (cubríamos el especial desde La Manga), pero pasó el verano y no lo publicaron, a pesar de que les había divertido mucho a todos los que lo leyeron en la redacción. Lo he encontrado por ahí; es éste:
La soledad del nudista erecto
(Cuasimonólogo final de una tragedia en un trozo de acto)
Duna dorada de playa con aspecto de enorme-teta-felínica. Desperdigadas por la arena, parejas homos, bis y heteros, todas en pelota floja, las carnes infrarrojas empringadas de mantecas pal moreno, conversan estoicas de chuminadas, con los blandos derretidos al sol achicharrante del mediodía playero.
En la cúspide pezónica, un nudista prognato y narizón contempla desolado lo irreversible de su trempera que no cesa.
Nudista trempante (clamando a los cielos a tope de debés mientras se le empina un poco más por el esfuerzo)
¡Cuál pecado cometí que tan fuerte me fustigas!; Señor, esta euforia entre las ingles me acongoja, esta testa enhiesta me delata y me sonroja; tanto ofusca mis sentidos que con sólo una mirada se endereza. ¿Qué facer de este trapío que se desmanda?, ¿porqué, siendo tan feo soy tan rijoso que de sólo contemplarlas ya deflagro?
¿Cual sería el elixir, cual la terapia?. Todo lo intenté sin lograr la panacea y héme aquí depauperado y sin un duro y con este jubileo que no se achanta. Veinte mil gasté en sofronizarme, un camelo; siete mil el psicólogo sudaca, un gamberro; doce mil la forzuda masajista, qué agujetas!; no sé cuanto la famosa pitonisa, si la cojo!. Intenté todas las drogas, sortilegios; perejiles, cataplasmas y tisanas, mas reo soy, pues héme aquí de estas cadenas cargado y cada vez más empalmado.
¡Señor!, si esto no amaina, ¿dónde puedo aparecer con tal marchamo?..¡qué despecho no poder participar de esta molicie sin que el bártulo me inflija una trastada!..¡¡Que aparezca la parca y se me lleve, porque si esto no se encoge me suicido !!, ¡porque ya no es soportable este martirio!, y porque si esto no mengüa, ¿qué va a ser de mi menda?.
(El personal de la duna, desentendido hasta entonces de la tragedia en la cima, empieza a interesarse ante la magnitud del eclipse)
Una jaca de La Unión ¡Qué malacate!
Una estrecha del Estrecho ¡Qué tiesura!
Un pendón de Cartagena ¡Vaya eslora!
Una murcianita gorda ¡Qué panocha, me hipnotiza!
Una manguera lasciva ¡Tiene mecha!
Un señor de Los Belones ¡Vaya chisme!
Cinco aljorranas a coro ¡Me lo pido!
Uno que entiende el bel canto Uy que pasmo, qué obnubile!
Una que va a medicina ¡Hipertrófico!
Otro que lo hace a distancia ¡Himaláyico!
Un ligón con una guiri ¡Sobrasádico!
Un político arribista ¡Vaya estatus, qué dislático!
Nudista trempante (que sigue clamando a los cielos pero sin perder de vista a la chusma que lo rodea y se le acerca con intenciones inconfesables)
¡Criaturas del Averno, helespónticas efigies, leviatanes todos, llevadme con vosotros y quemadme a fuego lento..!, ¡Desata tu furia sobre mí, rayo divino y justiciero y párteme en dos con tu flamígera espada! (se le sigue poniendo tiesa). ¡Lanza sin piedad tu apocalipsis sobre todas estas lúbricas mesnadas, hijos perdularios de la erótica esclerótica y del frígido y promiscuo devaneo....
(Se oye un trueno tremendo, los cielos se nublan de oscuros nubarrones y una voz profunda resuena entre los relámpagos)
Espera Federico que voy.
(Se abren de patas dos nubes gordinflonas y aparece, ex machina, Dios a bordo de un F18-A, y de dos pasadas fríe a neutrones a toda la basca)
Dios ¡Toma Sodoma, toma Sodoma!
(Aterriza junto a Federico y le apoya una espada láser sobre el hombro derecho)
Dios (más solemne que Dios) Tú serás, Federico, el elegido. Tu estirpe reinará en el Universo y tu germen brotará por todo el Orbe. Y la gloria de tu raza será eviterna porque así lo determino yo que para eso soy Dios, por los siglos de los siglos...
Los dos ¡Amén!
(Cae el telón con un estruendo y la pareja se va a tomar unas copas al chiringito de Fede, donde suele haber buen bacalao).
Moisés Ruiz. Abuela de El Llano. 0391.
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Moisés Ruiz. Casco antiguo. 0991.
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Moisés Ruiz. Casco antiguo. 0991.
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Moisés Ruiz. Despedida del submarino. 1091.
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Moisés Ruiz. Una de fútbol. 1291.
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Moisés Ruiz. Incendio. 0891.
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Moisés Ruiz. Romería de San Ginés. 0891.
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Moisés Ruiz. 3F 1992.
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(Para esta foto he unido tres que tiré seguidas casi sin moverme del sitio)
Moisés Ruiz. Boda. Calle Montanaro. 0892.
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Moisés Ruiz. Cante de las minas. 0892.
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Moisés Ruiz. José Mercé. La Unión. 0892.
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Moisés Ruiz. Corte en Fesa. 1192.
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Moisés Ruiz. Dizzy Gillespie. 1192.
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Moisés Ruiz. Manifestación. 0192.
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Moisés Ruiz. María Cegarra. La Unión. 0992.
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Moisés Ruiz. Martes Santo 0492.
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Moisés Ruiz. Suicidio. 0992.
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Moisés Ruiz. Presidente de la Asamblea. 1293.
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Moisés Ruiz. Perrera. 0294.
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Moisés Ruiz. El paralítico. Vieja Trova Santiaguera. Mar de Músicas 1995.
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Moisés Ruiz. Corte de carretera en El Algar. Domingo de Ramos 1998.
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Moisés Ruiz. Inauguración Festival Cine Naval. 1991. El ex-alcalde Enrique Escudero y el fotógrafo Ramón García. |
Moisés Ruiz. Traslado del Submarino Peral a la expo de Sevilla. 1991. |
Moisés Ruiz. Traslado del Submarino Peral a la expo de Sevilla. 1991. |
Moisés Ruiz. Traslado del Submarino Peral a la expo de Sevilla. 1991. |
Moisés Ruiz. ¡Cuidado con el Llano!. Corte de carreteras. 030491. |
Moisés Ruiz. "Icues" en la dársena de botes. 9/91. |
Moisés Ruiz. Muñequitos de Matanzas. Mar de Músicas 1998.
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