por Kike Pérez
el 15/05/2015 en Arquitectura
el 15/05/2015 en Arquitectura
Encontrar un amigo para toda la vida es difícil, pero si tienes la suerte de tener cuatro, ¿por qué dejarlos escapar?
La edad, las responsabilidades y el trabajo, nos impiden en ocasiones mantener el contacto de nuestras amistades, sobre todo cuando las ciudades son tan grandes como lo es Austin, Texas.
Por eso, cuando cuatro amigos de toda la vida decidieron buscar un lugar en el que vivir, tuvieron la maravillosa idea de comprar una parcela común donde construir sus viviendas y pasar el tiempo juntos.
Algunos años pasaron desde que tuvieron aquella idea, pero hoy por fin se encuentran cumpliendo su sueño y nos invitan a conocer su nuevo hogar, el “Bestie Row”.
Tras más de 20 años de amistad, este pequeño grupo de amigos sabían que vivir juntos y mantener el contacto, no sólo era posible sino que era una fantástica idea.
Por eso utilizaron su dinero para comprar unas preciosas tierras cerca del río Llano, en Texas. Un paraíso natural que no hubieran podido adquirir individualmente.
Al principio consideraron contruir una gran casa comunitaria, pero pronto estuvieron de acuerdo en que incluso siendo amigos de toda la vida, el espacio personal es algo necesario.
Por ello cambiaron de parecer y decidieron seguir la filosofía de las microviviendas que tan de moda está últimamente.
Con la ayuda del arquitecto Matt García, cada amigo construyó una microcasita de 120 metros cuadrados por 40.000 $ cada una.
El interior está diseñado para transmitir la calidez de los espacios rústicos y la vitalidad de las lineas modernas.
La microcasitas individuales poseen una amplia cama matrimonial, una moderna sala de estar y despacho con librería.
También cuentan con un amplio baño completo, separado por un armario vestidor.
Por último cuenta con una anecdótica cocina con nevera, fogón y estantería despensa.
La cocina es tan pequeña porque sólo esta pensada para usos muy puntuales, ya que la joya del proyecto es una amplia zona común de 450 metros cuadrados.
Este genial espacio de convivencia cuenta con dormitorio para invitados, un gran comedor y una amplia cocina en las que hacer vida social.
El exterior de las viviendas esta concebido para soportar la dureza del clima de la zona, por lo que montan un excelente revestimiento en metal galvanizado de color claro capaz de reflejar parte de la luz disipando el calor. Un buen aislante térmico entre las paredes ayuda a conservar el frescor en verano y el calor en invierno.
Los techos han sido colocados de forma inclinada para recoger el agua de lluvia hasta un deposito de agua.
Las casas están lo suficientemente separadas para preservar la intimidad y admiten la construcción de nuevos módulos, ya que se ha pensado en los nuevos y pequeños miembros que pueden llegar hasta esta peculiar familia de amigos.
Fuentes: littlethings.com y Distractify
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