En la novela se describe cómo
Zoraya desempeñó un papel muy importante en el reino nazarí: persuadió
al sultán para que la mujer accediera a lo que hoy llamamos universidad y
tuviera protagonismo en la sociedad de la época, e influyó para que la
poligamia dejara de estar bien considerada en Al-Andalus, lo que hizo de
Granada un reino singular. También se relata la decapitación del joven príncipe Yusuf, hermano de Boabdil, a manos de un mizuar,
en Almería, a causa de la confusa y excedida interpretación de una
orden de su tío, El Zagal. Cómo y por qué el pico más alto de la
península de llama Mulhacén, y otras muchas más anécdotas.
No bién supo
el Zagal la muerte de su hermano, cuando presente en Mondújar, ordenó
se cumpliesen todas sus disposiciones. Trasladado el cuerpo á la ciudad,
quiso colocarse en la rauda de los reyes; pero á ello se opuso Zoraya,
y tuvo su enterramiento en el pico más alto del cerro de Solair, que
desde entonces es llamado el cerro de Muley Hacem. Allí encontró la
soledad, que solo podía darle la deseada calma; allí, lejos de sus
enemigos, estuvo exento de la envidia y de las demás pasiones, y pudo
ver antes que nadie la vergonzosa entrega que de su trono había de hacer
al cabo de ocho años el hijo que amargára los últimos dias de su
existencia.
Más caballero y
más digno que su padre le creia, BOABDIL no olvidó en las
capitulaciones con los cristianos celebradas, hacer más llevadera la
desgraciada suerte de Zoraya y de sus hijos, a quienes nunca trató sino
como cariñoso hermano. Reservóle á esta el castillo de Mondújar con
sus riquísimas posesiones, y para sus hijos una dilatada y fértil
región en la táa de Orgiva
No poco
agradecio Zoraya el delicado obsequio de su pasado enemigo. Quiso dar
también las gracias de estos beneficios á la magnánima Isabel, y pasando
a la ciudad para besarle las manos, deshecha en llanto contó á la
reina su desgraciada historia. La belleza y el singular talento de
Zoraya cautivaron á los católicos monarcas, y cariñosos la trataron,
haciéndola algun tiempo permanecer en su compañía.
FÁTIMA - AIXA . Esposa de Muley Hacén y madre de Boabdil . Repudiada por el amor hacia la cristiana cautiva Isabel de Solís ( Zoraya , al convertirse al Islam ) .
Átónita y
llena de estupor había presenciado la infeliz Isabel la pasada refriega;
desde su castillo, pudo seguir los movimientos de la lucha, dispuesta á
escapar hacia la sierra á la menor señal de acometida, hasta el
siguiente dia en que conocedora del vencirniento de los cristianos,
brindó con su alojamiento á los esforzados capitanes Pulgar y Gonzalo de
Córdoba. Presurosos fueron ellos á ofrecer sus respetos á la noble
dama, ganosos de conocer el ponderado palacio de los árabes; algunos de
la escolta acompañaron á los jefes, y no fué pequeña la admiración y el
espanto de todos, cuando al entrar la comitiva en el régio salón y
apercibir Isabel á uno de los guerreros recién venidos de Castilla,
desmayose de repente, lanzando un grito penetrante y agudo.
El hijo mayor del matrimonio
entre Muley Hacén y Zoraya, Saad, tenía tanto derecho al trono como el
primogénito del sultán, Boabdil, lo que provocó el recelo infundado de
Aixa, su madre, quien, afrentada como sultana y humillada como mujer,
incitó a la rebelión a los granadinos y, si no llega a ser por la
renuncia voluntaria de Zoraya al derecho que asistía a su hijo, se
habría encendido una guerra civil el mismo día en que se celebraba su
casamiento con el sultán.
La palidez del
caballero puso á todos en deseos de conocer aquella historia
misteriosa, descifrada más tarde cuando volvió en sí la desmayada señora
y á sus plantas se arrojó el esforzado capitán Alonso de Venegas.
- Es posible,
Isabel de mi alma, que te encuentre ahora para perderte? De qué me
sirve buscarte sin cesar, si ahora despiertas á mi presencia en brazos
de la muerte?
- He muerto
para tí, mi prometido de otro tiempo; la edad de las ilusiones ya ha
pasado, y solo queda en mi corazón un recuerdo de agradecimiento por el
que tanto quise. Ve á buscar en la guerra una distracción á tus
pesares, y no, te acuerdes de mí sino para llorar mi desventura.
Fué tal el
decidido ademán con que la noble señora pronunció estas palabras, que
el esforzado guerrero no pudo escuchar más aquella voz que tanto le
enloquecía, y saliendo presuroso de la estancia, donde creyó hallar su
dicha, desapareció de sus compañeros, sabiéndose mucho después su
desgraciada muerte, acaecida en el fragor del combate.
No consintió
Pulgar que permaneciese más tiempo Isabel de Solís en el castillo. Los
dolorosos recuerdos la mataban, y así, obligándole á dar el último adios
á aquel asilo misterioso de sus placeres y alegrías, la acompañó hasta
la corte, yendo despues á morir practicando las más esclarecidas
virtudes, en un pequeño pueblo de Castilla.
Era el
principal objeto de los reyes, al seguir tal conducta, no solo rendir
justo tributo á la desgracia sino también ver de traer a la religión
cristiana aquella alma arrebatada por la pasión. Los consejos de los
reyes, y la prudencia del primer arzobispo de Granada lograron tal
resultado. haciendo que á los dos meses de estar Zoraya en la córte, se
reconciliase con sus antiguas creencias, volviendo á tomar el nombre
de Isabel, en el solemne acto apadrinado por los monarcas de Castilla
Sus hijos también abrazaron la fé católica, tomando el apellido de la
ciudad que los vió nacer, y enlazados con lás más nobles casas de
España, fueron ascendientes de los actuales marqueses de Campotéjar, y
de otras ilustres familias.
Sin embargo,
no satisfacían á Isabel de Solis las delicias de la córte; absorta su
alma en el recuerdo, y sin más esperanzas ya que las que el cielo
pudiera inspirarle, pensando que únicamente en la soledad hallaría ... a
sus pesares, solicitó y obtuvo de los reyes permiso para retirarse a
su castillo, sin pensar si quiera que no muy tarde había de
experimentar allí el mayor de los sufrimientos . Transformó por
completo el mirab en católica capilla y al mismo tiempo que se bendecía
el templo levantado en Mondújar por la piedad de los reyes, tenía la
sanción religiosa el oratorio de Isabel.
Zoraya renunció por amor al
pueblo y a su esposo, pero no pudo evitar el estallido de la guerra, que
terminó con la entrega de Granada a los reyes católicos en 1492 .
RUINAS DEL CASTILLO DE MONDÚJAR .
Los
arqueólogos han datado la obra en época nazarí, y se sabe que
permaneció ocupado tras la conquista castellana, aunque para1555 se
encontraba ya abandonado y en ruinas. La datación más generalizada es de
mediados del siglo XV y se atribuye al rey Muley Hacén que,
supuestamente, lo construyó para retirarse a él junto con su mujer,
Zoraya, tras susu abdicación en Boabdil. En un cerrillo cercano, se
enterraron los restos de todos los reyes de la dinastía nazarí,
trasladados conforme a lo previsto en las Capitulaciones de Santa Fé
desde sus tumbas originarias de la Rauda Real de la Alhambra .
"Pronto
se dejó sentir el abandono en el castillo de Mondújar. Dado por vía de
donación á guerreros sin nombre, fué sucesivamente destruyéndose por
la acción del tiempo y la incuria de los hombres, quedando hoy solo de
él unas destruidas murallas, para ser testigos mudos de su pasada
grandeza "
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