Comenzamos hoy con una explicación sobre la Historia de la Virgen del Rocío: un
vecino de la villa de Almonte salió al campo con ánimo de distraerse en
los placeres de la caza, y llegando al sitio de su término conocido con
el nombre de La Rocina, bosque inculto y lleno de malezas, en el que
había siglos tal vez que no penetraba planta humana, los perros se
internan en la espesura, y demuestran con sus ladridos y ademanes la
sorpresa que les cause un objeto extraño y desconocido. Semejante
actitud impulsa al cazador, llevado de un instinto natural, a penetrar
en lo interior del sitio donde estaban, y aproximándose, admira una
imagen colocada sobre el tronco de un árbol; llegándose a ella la
examina y reconoce en efecto que es un bello simulacro de la Madre de Dios.
Continuando con la Historia de la Virgen del Rocío sabemos que e ra
de talla, y tenía sobrepuesta una túnica de lino entre blanca y verde,
con una inscripción latina a la espalda que decía: Nuestra Señora de los
Remedios. Atónito con la vista de tan peregrina hermosura, se postra a
venerar la Imagen de la Virgen, e inmediatamente trata a costa de gran
trabajo sacarla de aquel sitio montuoso, y así lo verifica al punto; más
como fuese su intención colocarla en la villa de Almonte, distante tres
leguas de aquel lugar, siguiendo sus piadosos deseos, se quedó dormido,
a esfuerzo del cansancio y la fatiga; y al despertar se halló sin la
sagrada imagen.
Afligido y penetrado de dolor, volvió
al sitio donde la halló primeramente, y la vio allí lo mismo que antes,
conociendo que por medio de aquel singular y maravilloso prodigio,
manifestaba la Señora su voluntad de que allí fuese donde se le
tributase culto y veneración. Entonces marchó a Almonte a referir todo
lo acaecido, y propagada la noticia con la mayor rapidez, salieron el
clero y el Cabildo de la villa seguidos de numeroso pueblo, y
dirigiéndose al lugar de la aparición o hallazgo de la devota efigie de
María, la vieron tan peregrina y encantadora, que desde aquel mismo
instante empezó a arrebatar los afectos de los corazones, y ser objeto
de la más entusiasta y fervorosa devoción.
Desde luego se le erigió allí una
pequeña ermita, y se construyó el altar para colocar la Sagrada Imagen,
de tal modo que el tronco en que fue hallada, le sirviese de pedestal. A
pesar de la advocación de los Remedios con que sin duda fue venerada en
la antigüedad, la llamaron generalmente de Las Rocinas, por el sitio de
su invención, cuyo título, andando el tiempo, se ha mudado
insensiblemente en el misterioso y poético del Rocío, con que es
invocada hoy la Señora, no sin una mística y significativa alusión.
Poco a poco nos vamos adentrando en la Historia de la Virgen del Rocío extendiéndose,
pues, por toda aquella comarca la devoción a María Santísima de las
Rocinas, adquiriendo nombre de milagrosa, y a fines del siglo XVI su
fama había pasado ya las Américas, y prueba de ello, dice la relación anterior, que entre sus devotos se señaló notablemente en aquellas apartadas regiones, Baltasar Tercero,
natural de la ciudad de Sevilla, el que hallándose en Lima por los años
de 1587, otorgó su testamento ante el escribano público Esteban Pérez, y
dejó entre otros legados, uno de mil pesos, para que llevados a Almonte
se impusiesen, y se fundase una capellanía en la ermita de Nuestra
Señora, a fin de que los moradores de aquellas selvas y contornos no
careciesen los días festivos del Santo Sacrificio de la Misa.
Además dejó también otra limosna de
quinientos pesos para reparar la ermita y hacer habitaciones para el
Capellán, que debía celebrar en ella todos los días.
Progresivamente iba aumentándose el
fervor y la devoción a la Santísima Virgen, y el año de 1635 fue
asignado por primer Ermitaño el P. Fray Juan de San Gregorio, de la
Congregación de San Pablo, cuya vida ejemplar y edificante contribuyó
poderosamente a promover y fomentar el culto con notable concurrencia de
los fieles. Más donde se experimentó de un modo visible la protección
de la Soberana Señora, en cuantos la invocaban ante esta su Sagrada
Imagen, fue en la horrorosa epidemia que afligió a Sevilla y toda su
comarca en los años de 1649 y siguientes.
Desde aquella triste época data su
principal y mayor celebridad. Consternados los hijos de Almonte
acordaron llevar la Imagen de las Rocinas a la iglesia parroquial de la
villa, y ésta se vio libre de aquel terrible azote que asolaba a
Andalucía. Con éste motivo se hizo fiesta solemnísima, en la que fue
elegida su Patrona. Asimismo data desde aquella fecha la institución de
su fiesta anual el día segundo de Pascua del Espíritu Santo, como
igualmente la tan renombrada romería, que ha llegado hasta nosotros como
la más numerosa de cuantas por aquí se conocen, y la que goza de más
fama y popularidad.Al mismo tiempo
se refiere también la fundación de la Hermandad, para sostenimiento y
solemnidad de los cultos, y a imitación de ésta han ido erigiéndose
otras sucesivamente, según el orden siguiente de antigüedad. después de
la primitiva de Almonte, ocupa el primer lugar la de Villamanrique, a
ésta le sigue la de Pilas, después la de La Palma, a ésta las de Moguer y
Sanlúcar de Barrameda, y por último las de Triana, Umbrete y Coria del
Río.Después de haber leído la HISTORIA DE LA VIRGEN DEL ROCÍO dejamos un enlace de interés: Claves para entender el compas flamenco
Categorías ... Articulos de interes, Flamenco Tags: Almonte, Baltasar Tercero, Coria del Río, ermita, Esteban Pérez, Hermandad, HISTORIA DE LA VIRGEN DEL ROCÍO, Imagen, La Palma, La Rocina, Las Rocinas, María Santísima de las Rocinas, Moguer, Nuestra Señora, Nuestra Señora de los Remedios, Pilas, Rocío, romería, Sagrada Imagen, Sanlúcar de Barrameda, Santísima Virgen, Sevilla, Triana, Umbrete, Villamanrique, Virgen
|
Romeros, ante el Simpecado de su
Hermandad
La verdadera historia de la Virgen del Rocio
lmonte estuvo habitado desde épocas muy remotas cuyos
vestigios son frecuentes desde el paleolítico a la prehistoria.
la advocación de la Virgen del rocio es una
cristianización de la divinidad indígena tartesa
Astarté, diosa de la fertilidad. En época musulmana
Almonte pertenece a la cora de Labla (Taifa de Niebla) (Huelva) con el
nombre de al-Yabal (Almonte).La conquista de Niebla tiene lugar en 1262 por Alfonso X el Sabio, hijo del rey Fernando III el Santo. Alfonso X repobló todas las tierras de la jurisdicción de Niebla a la cual pertenecía Almonte. En 1280,
se realiza la primera repoblación en la zona occidental, donde
se encontraba Almonte y la Rocina ya que la parte oriental
tardaría algún tiempo en repoblarse. Las crónicas
históricas cuentan que el rey Alfonso X el Sabio, mandó erigir una ermita consagrada a la Virgen hacia el año 1270 en el lugar llamado de Las Rocinas, que había sido reconquistado a los árabes, donde
colocó la imagen de Nuestra Señora las Rocinas; se puede
deducir que la ermita fue construida entre los años 1270 y 1275,
en estilo mudéjar.
Las mismas crónicas relatan cómo en esos lugares, el
rey creó un coto de caza, atraído por la belleza del
lugar y la cantidad de ciervos existente. Este coto se conoce hoy como Coto de Doñana.
Todo aquel bosque se denominaba las Rocinas, cuyos límites
imprecisos no solo albergaban la zona por donde transcurre el arroyo de
su nombre, sino su extensión, cuyos límites aproximados
eran al norte bajando hacia el oeste la Canariega, Monteruelos, El
pájaro y el Tendedero de la higuerita, al sur la punta de
Malandar y al oeste la desembocadura del Guadalquivir: territorios
éstos, qué después pasarán a la casa de
Medina-Sidonia.
Aquella primera ermita duró hasta el terremoto de Lisboa, en 1755,
que la dejó en ruina; la Virgen del Rocío fue llevada
entonces a Almonte y estuvo allí durante dos años
seguidos, celebrándose allí la Romería del
Rocío. Las reformas de la ermita acabaron en el año 1758.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario