sábado, 13 de abril de 2013

TUICO QUE COSAS QUE HAY


Curiosidades y rarezas de los husos horarios 


Pese a lo que pudiera pensarse, en el mundo hay bastantes más de 24  horarias. Es más, entre la  y la última por orden cronológico hay más de 24 horas de diferencia. En total son 39 zonas horarias oficiales diferentes, más alguna no oficial, con un recorrido total de 26 horas. Es decir, la diferencia horaria entre el lugar más avanzado cronológicamente (el primer en entrar en cada día) y el lugar más rezagado es de 26 horas. Ligeramente antiintuitivo teniendo en cuenta que un día dura 24 horas, pero así es el extraño mundo de la hora oficial. 
 

Mapamundi de los husos horarios (clic para ampliar) 




Empecemos por el principio. Una brevísima historia de la hora oficial. Hasta hace poco más de siglo y medio cada pueblo, aldea, ciudad o lugar habitado en general se regía por su propia hora local, uhora solar media. En general esto tenía muy poca importancia porque el viaje de las personas y las informaciones se desarrollaba a una velocidad más bien lenta y unos minutos de diferencia daban exactamente lo mismo. Pero entonces apareció el tren, y con él los horarios del ferrocarril, que ya requerían una cierta coordinación temporal. Con el telégrafo y su comunicación instantánea se hizo más que necesaria una uniformización temporal. La primera vino de la mano de las compañías ferroviarias británicas, que adoptaron el Railway Time (la “hora del ferrocarril”) en 1840, basándose en la hora de Greenwich (el famoso GMT). Soluciones similares se adoptaron en otros países, como EE.UU. o Alemania. De forma extraoficial todo el Reino Unido había adoptado la hora de Greenwich hacia 1850, algo que se oficializó treinta años más tarde, en 1880. En 1884, y a propuesta del presidente de EE.UU. Chester Arthur, se celebró la Conferencia del Meridiano en Washington, en la que se tomó como referencia para la hora de todo el mundo el Meridiano de Greenwich. Esto, por cierto, implicó la creación de un “antimeridiano” al otro lado del mundo, en el 180, que quedó establecido como Línea Internacional de Cambio de Fecha. 


 



Reloj de precisión del Real Observatorio de Greenwich, fuente original de la hora oficial 


La línea de cambio de fecha, pues, se corresponde en teoría con el meridiano 180, algo muy cómodo porque en toda su extensión apenas cruza zonas habitadas. En la práctica, sin embargo, la línea zigzaguea para esquivar las tierras emergidas (las que cruza el meridiano 180, en Rusia y en una de las islas de Fiyi) y también para adaptarse a las decisiones de algunos estados. Esta es la razón por la que hay 26 horas de diferencia y no 24 entre el primer y el último huso horario, como veremos más adelante. No todo el mundo aceptó inicialmente la hora de Greenwich como referencia; Francia y sus colonias siguieron usando la de París, 9 minutos y medio por delante de la de Londres. Pero la mayoría de los países sí, aunque cada uno a su manera. Veamos algunas rarezas horarias por el mundo. 

 

El tiempo es maleable, oiga 


Kiribati es un estado archipielágico compuesto por 33 atolones de coral y una isla volcánica, esparcidos todos ellos por un área de más de tres millones y medio de kilómetros cuadrados de Océano Pacífico, que abarcan tres husos horarios diferentes pese a que suman apenas 811 kilómetros cuadrados y algo más de cien mil habitantes. Cuando el país se independizó del Reino Unido Kiribati consitía fundamentalmente en las Islas Gilbert, pero tras la independencia en 1979 se adquirieron a EE.UU. las Islas Fénix y las Islas de la Línea, situadas al este cruzando el meridiano 180, lo que convirtió a Kiribati en el único país situado permanentemente en dos días distintos. Es fácil imaginar lo problemático que era. Los trámites entre oficinas gubernamentales o los negocios sólo se podían hacer cuatro días por semana (los otros tres eran fin de semana en alguna parte del país) y la televisión pública retransmitía la misa dominical dos veces por semana. Un follón. 

 

Antiguo trazado de la Línea Internacional de Cambio de Fecha, partiendo en dos el territorio de Kiribati 



Así que en 1994 decidieron cortar por lo sano e inventarse por las bravas dos husos horarios más, elUTC+13 y el +14 (es decir, 13 y 14 horas por delante de la hora en Greenwich). De esta manera no sólo consiguieron tener a todo el país en la misma fecha sino que de rebote ampliaron el día en dos horas y movieron un par de miles de kilómetros hacia el Este la línea de cambio de fecha. Para mover las zonas del país de sus husos horarios antiguos (UTC-11 y -10) simplemente eliminaron el 31 de diciembre de 1994, pasando del 30 de diciembre al 1 de enero de 1995 con total normalidad. Como los lectores de este blog recordarán, Samoa hizo exactamente lo mismo hace un año, omitiendo el 30 de diciembre de 2011 para situarse en el huso horario UTC+13 (que en el verano austral se convierte en +14, siendo por eso Samoa y Kiribati los primeros países en ver el nuevo día). 


 

Línea internacional de cambio de fecha tras el cambio de Kiribati (pero antes del cambio de Samoa)



Las pequeñas islas del Pacífico tienen sus cuitas espaciotemporales, pero la isla más grande del mundo tampoco se queda corta. Groenlandia tiene más de dos millones de kilómetros cuadrados de superficie y poco más de cincuenta mil habitantes repartidos en un puñado de pueblos diseminados por la costa. Toda la isla usa como estándar el huso horario UTC-3 excepto dos pueblos y una base aérea. El pueblo de Qaanaaq, junto con la base aérea norteamericana de Thule, situados al noroeste del país y que conjuntamente suman unas 1.200 personas , utilizan el UTC-4, mientras que el remotísimo y aislado pueblecito de Ittoqqortoormiit (se pronuncia como se escribe, o sea, raro:itːoqːɔʁtɔːʁmiːt), situado en la costa este y que apenas cuenta con 500 habitantes, tiene como hora oficial UTC-1. A esto hay que añadirle la estación meteorológica de Danmarkshavn, situada en el Parque Nacional del Noroeste de Groenlandia, y con apenas ocho empleados gubernamentales desplazados allá. Teniendo en cuenta que la red de carreteras de Groenlandia es sólo un poquito mayor que la de Marte, y que la población afectada es más bien poca, no supone mucho problema la convivencia de cuatro husos horarios distintos para una población tan pequeña. 

 

Mapa de la hora oficial en Groenlandia 

La mayoría de los husos horarios se miden en horas completas por encima o por debajo de la hora de Greenwich, pero hay unos cuantos países y regiones que, por diversas razones, prefieren usar múltiplos de   hora. Entre ellos están, por ejemplo, la India (UTC+5:30), Birmania (+6:30), Venezuela (-4:30), la isla canadiense de Terranova (-3:30), el estado de Australia Meridional (+9:30) o las Islas Marquesas (-9:30). En el caso de la India se debe al uso por parte de los ingleses del Meridiano de Hyderabad para los horarios de los trenes, pero cada zona tiene su razón. Pero todavía hay quien va más allá y mide su diferencia horaria en cuartos de hora. Es el caso de Nepal, cuya zona horaria es UTC+5:45, cinco horas y tres cuartos sobre la hora de Londres, y un cuarto de hora sobre la de la India. La hora oficial, que se fijó en 1956, se basó en el meridiano que pasa por el Gauri Sankar, una montaña a unos 100 km al este de Katmandú, y que se consideró que representaba mejor el centro de gravedad poblacional nepalí que el Everest, que era la primera opción. 

 


No tenían bastante con tener la bandera más rara del mundo y el pico más alto, también querían el huso horario más extraño. Insaciables, los nepalíes. 



Nepal no es el único lugar que fija su hora en un múltiplo de cuarto de hora. Existe un territorio neozelandés, las Islas Chatham, cuya hora oficial es UTC+12:45 durante el invierno austral, y una hora más en el verano. Nueva Zelanda fijó su hora oficial en 1945 en GMT+12, incluyendo a las Chatham en ese horario. Por alguna razón desconocida, los isleños, de forma no coordinada, empezaron a adelantar sus relojes 45 minutos respecto a las dos islas principales de Nueva Zelanda, algo de lo que informaron los marinos que circulaban entre los dos archipiélagos. En 1955 se celebró un referéndum para que los habitantes de las Chatham decidieran su huso horario, y ganó por abrumadora mayoría (35-2, las islas no están demasiado pobladas) el pasar de forma oficial al huso en el que se encuentran actualmente. Cuando Nueva Zelanda adoptó el horario de verano en 1974 también lo adoptaron las Chatham, que en el verano austral se sitúan en el huso horario +13:45. Y así tenemos que hay 700 personas en el Océano Pacífico con su propio huso horario. Quien piense que es la zona horaria menos poblada del mundo, eso sí, se equivoca. 

 


Las Islas Chatham desde el espacio 


Existe un tercer lugar que comparte la misma rareza de las Chatham y Nepal, y es Australia. Bueno, un trocito muy pequeño de Australia, para ser exactos. El estado de Australia Occidental usa habitualmente el huso horario UTC+8, pero en la esquina inferior derecha de su inmensa superficie hay un pedacito de territorio poblado por irreductibles que, por la razón que sea, usan el huso +8:45. Se trata de cinco pueblos de la Llanura de Nullarbor (del latín: “sin árboles”, para que no haya sorpresas) a lo largo de la Eyre Highway, carretera que los lectores más veteranos recordaráncomo poseedora de la recta más larga del planeta. Aunque llamarlos “pueblos” es más que optimista.Caiguna, Border Village, Madura, Mundrabilla y Eucla, que así se llaman los cinco lugares, no son más que una serie de moteles de carretera en mitad de la más profunda de las nadas, separados entre sí por entre 60 y 200 kilómetros, y a los que el servicio postal australiano asignó un código postal propio. Bueno, pues esa gente tiene su huso horario propio y tu no. Chincha. En cualquier caso, aunque es una zona horaria reconocida internacionalmente, señalizada en los mapas y guías y de uso generalizado entre los (más bien escasos) habitantes de la zona, no dispone de respaldo oficial, lo que no impide que siga en uso. Al fin y al cabo, a quién demonios le importa lo que suceda en polvoriento tramo de carretera australiana donde no vive casi nadie… 

 

Esto es Mundrabilla. Todo él, quiero decir.







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