MADRID ANTIGUO                                                     

Entre nebulosas de prehistoria descubrimos restos del Mayrit o Magerit medieval, que al menos conserva sus leyendas y tradiciones. El Madrid de los Reyes Católicos, aún pueblerino, en torno al barranco urbanizado de la calle de Segovia. El Madrid de los Austrias, que ya empezaba a tomar empaque arquitectónico con Herrera y Juan Bautista de Toledo. El Madrid barroco de las iglesias, con rizos de granito en la puerta del Hospicio. El Madrid monumental de Carlos III, en el que intervienen Sachetti, Sabatini, Ventura Rodríguez o Juan de Villanueva. El romántico de los cafés con tertulia. El Madrid del "género chico". Los madriles zarzueleros y saineteros de chulapas y de don Hilarión. El Madrid de la Gran Vía... A este Madrid, distrito Centro hoy, que en su día abarcara la cerca de Felipe IV, y que tan bien plasmó Texeira en su plano de 1656, se unieron a partir de 1860 nuevos barrios diseñados en el llamado Ensanche por el urbanista Carlos María de Castro: Chamberí, Argüelles-Moncloa, Salamanca, Retiro, Arganzuela. Pero el crecimiento era imparable, y en el extrarradio surgió entre otros Cuatro Caminos, y hubo necesidad de anexionar pueblos limítrofes como Tetuán, Vallecas o los Carabancheles. Este es el Madrid que yo conozco. Luego la ciudad se extendió desorbitadamente...