jueves, 18 de abril de 2013

TUICO Y EL CARRUSEL DEPORTIVO


Manuel Aznar, el padre de Carrusel Deportivo


Supo adaptar a los gustos españoles, las grandes producciones que se hacían en el extranjero
Supo adaptar a los gustos españoles, las grandes producciones que se hacían en el extranjero
Manuel Aznar Acedo
Manuel Aznar Acedo
Una semblanza es como el bosquejo de una gran historia. Una historia comprimida en minutos que me obligan a escribir unos folios para no extenderme en demasía.
Bien saben ustedes que de don Manuel Aznar se podría estar hablando muchas horas. Del Manuel Aznar radiofonista que, en palabras de uno de sus biógrafos, Pilar Blanco, “ fue padre e inventor de la radio moderna”. Porque, efectivamente, innovó la programación general de la SER, de entretenimiento– no olvidemos que los informativos sólo los podía emitir Radio Nacional,-y supo adaptar a los gustos españoles, las grandes producciones que se hacían en el extranjero, especialmente en Estados Unidos. En este sentido hay que decir que un americano de New Yersey, Robert Kieve, el que ideó Tu carrera es la radio y autor de El arte radiofónico, tuvo mucho que ver en estos primeros momentos, pues aportó ideas y conocimientos nuevos de la era Aznar, en la Sociedad Española de Radiodifusión.
Desde el principio, Aznar, supo rodearse de las grandes leyendas de la radio como Bobby Deglané, Ruiz de Velasco, José Luis Pecker, Pepe Iglesias El Zorro, los humoristas Tip y Top, entre otros muchos,y es imposible citar a todos. Echenique, Marco, Losada, Calderón, Suari, Matilde Conesa, Vilariño, etc,.
El teatro radiofónico, el deporte, con el nacimiento de su famoso carrusel y los seriales, en donde destacó la figura de un escritor, canario, de la isla de La Palma, Guillermo Sautier Casaseca. ¡Seguro que ustedes recuerdan títulos como Ama Rosa o Lo que nunca muere¡.
Sí, mucho teatro en las ondas. Por cierto, el propio Manuel Aznar, adaptaba obras clásicas y modernas. Sirvan como ejemplos Las Troyanas de Eurípides o El Campanero  de Edgar Wallace.
Quiero destacar algo de su personalidad, de su manera de ser.
No tenía preferencias políticas a la hora de hacer una buena programación.
Me baso en una nota que ha dejado escrita en su libro Mis días de radio, Juana Ginzo y Luis Rodriguez Olivares, y que dice:“…como hombre liberal en un tiempo difícil, Aznar supo rodearse de grandes profesionales sin preguntarles de dónde venían. Tan fue así, que algunos de sus antiguos camaradas , intentaron echarle en cara el tener en plantilla a tanto rojo y don Manuel Aznar contestaba: “ Cuando me consigas un nacional que sepa hacer su trabajo tan bien como éstos, lo empleo igualmente”.( Página 268).
¡Uff, cuántas cosas me quedan por decir de su etapa en la SER); pero el reloj avanza y tengo que pasar a su etapa en Radio Nacional de España. Brillante, sin duda.
Manuel Aznar besa a su hijo (José María Aznar) para felicitarle por su primera victoria electoral.
Manuel Aznar besa a su hijo (José María Aznar) para felicitarle por su primera victoria electoral.
Manuel Fraga Iribarne, le echó el ojo. Quería hacer de la emisora del Estado una Red técnicamente potente, y rica y variada en contenidos y muy informativa.
Y con Manuel Aznar, lo consiguió. Aznar, creó diecinueve nuevos boletines informativos, además de los históricos Diarios Hablados ( Los también conocidos como partes). Puso en funcionamiento una red de corresponsales en las principales capitales del mundo ( recuerden : Hermida, Plaza, Wender, Volpini, Narbona. Y también aquí se rodeó de extraordinarios profesionales del medio.
Quiero recordar aquí a quienes estuvieron con codo con codo a su lado, como Ramos Losada, Ruiz de Elvira, Echarri, ( todos con ideas muy progresistas ), Enrique Franco, Alfonso Prieto, Madroño, Marrero, Mestre, Fernández, entre otros muchos periodistas e ingenieros.
Y voces como Gómez Labad, Julia Calleja, Cantalejo, Matías Prats, Martin Navas, Cubedo, Joaquín Ramos, Cubiles,Fernández Conde, Mantilla, Méndez Vigo, Mayor de La Torre, Mario Romero, y tantos y tantos otros..
Y si en la Ser , Manuel Aznar, estuvo veinte años, en Radio Nacional fue desde 1962 a 1965. Pero su etapa fue una verdadera perestroika, definición de Lorenzo Díaz, y liberó muchas cargas políticas como los cornetines de órdenes y los vivas al final de los informativos. Descentralizó en lo posible las programaciones nacionales para que las emisoras regionales y locales cumpliesen mejor su función, aseguró las condiciones laborales de los trabajadores y replanteó a fondo un importante complejo técnico.
Puso en marcha coloquios y debates, espacios musicales, radiogramas,. Y , miren por donde, aquí también tuvo que ver con otro canario, éste de Tenerife, Leocadio Machado (al que por cierto, me consta que le ha tenido un gran afecto Luis del Olmo). Leocadio Machado fue el mejor guionista-novelador del ese tiempo con sus docudramas sobre hechos históricos. Su serie Y la radio estaba allí fue todo un éxito de audiencia y de crítica. De Leocadio Machado es también María, una obra con una sola palabra, que incluso la RAI adoptó para sus estudios teóricos sobre el radiograma. Y todavía recuerdo sus magníficos artículos, hasta poco antes de morir, en el Diario de Avisos de Santa Cruz de Tenerife, hablando y recordando viejos tiempos de su querida ciudad de La Laguna, como saben, Patrimonio de la Humanidad.
( Marisol del Valle tiene que recordar, en el tiempo de Estudio 15-18, que ella magistralmente presentó, que Leocadio Machado era del equipo directivo de ese programa ).
Manuel Aznar, creó en Radio Nacional una red potente con nuevos centros emisores de muchos kilowatios en La Coruña, Sevilla, Barcelona, Murcia, Madrid y Canarias y nuevas emisoras de Onda Corta en Arganda y también en Tenerife. Y ahí le conocí personalmente, primero en la inauguración – digamos, técnica,- de los complejos emisores, año 1964, en Izaña, al lado del Teide y en el Monte de las Mesas, en Santa Cruz.
Meses después volvió a la isla para nombrar al primer director del centro canario, al periodista y escritor andaluz, Domingo Manfredi Cano.
Por cierto, me ha dicho su esposa, doña Elvira, que le acompañó en esos viajes a Tenerife, que a los dos les encantaban las papas arrugadas y el mojo picón.
Tengo que decir que esa primera impresión de hombre adusto, gesto serio y aparentemente parco en la palabra que dan sus imágenes fotográficas, no tienen nada que ver en la distancia corta: dicharachero, locuaz y un torrente de palabras cargadas de proyectos y de ideas que quería poner en marcha, casi al instante. Así era…
En fin, como ya les dije, hacen falta varias horas para glosar la figura y el buen hacer radiofónico de nuestro homenajeado con la Medalla de Oro de la Academia de la Radio 2013. Un orgullo para la profesión…y para su familia.
Enhorabuena,
(*) Palabras pronunciadas en la gala de entrega de la Medalla de Oro de la Academia de la radio, la noche del miércoles, en Pozuelo de Alarcón

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