TUICO

EL HUNDIMIENTO DEL TITANIC.

Mucho se ha escrito sobre la catástrofe del transatlántico "Titanic", y próximo a cumplirse 100 años, he querido colaborar buscando en mis revistas de la época, donde he encontrado lo que a continuación publico. Con esto quiero rendir mi homenaje y respeto a todas las victimas y familiares del mismo.

 Esta fue una de las primeras noticias que publicó en nuestro país la revista Blanco y Negro el 28 de Abril de 1912 sobre el trágico suceso.

Reconstitución fotográfica de la terrible escena que se produjo momentos después del choque del enorme buque con la montaña de hielo que ocasionó el naufragio y la muerte de 16oo personas.

De izquierda a derechas.

1.- Mr. Bruce Ismay, presidente de laWhite Star Line.

2.- Mr. W T. Stead, ilustre periodista que perdió la vida en el naufragio.

3.- Ell Mayor A.W. Butt, ayudante del presidente Mr. Tait, victima en el naufragio.

4.- Mr. Benjamín Guggenheim, millonario que pereció en el siniestro.

5.- El Coronel Astor, que murió heroicamente en la catástrofe.

Interior de las oficinas de la White Star, en Londres, al recibirse las primeras noticias del naufragio.

W. Harold Cottam, telegrafista del "Titanic", que se salvó del siniestro.

Mr. Hays, presidente del ferrocarril Grand Trunk que murió en el naufragio.

El público agolpándose a la entrada de la oficina de la White Star apenas fue conocido el espantoso siniestro. Del "The Ilustrated London News".

Lady Cosmo que figura entre las víctimas del naufragio.

La esposa del coronel Astor, que se salvó del siniestro.

Distribución del hermoso transatlántico de la White Star recientemente perdido.

Mrs. Daniel Marvin que pereció en la catástrofe.

La condesa de Rothes, superviviente del siniestro.

Gráfico indicador de las proporciones de los "icebergs" que existen en la parte septentrional del Océano Atlántico, uno de los cuales ha causado la pérdida del "Titanic".  De "L´Illustration".

Mr. Isidor Straus, multimillonario, que también pereció.

El coronel canadiense A. Peuchen, muerto también.

UN HÉROE DEL "TITANIC".

Mr. J. G. Phillips, encargado de la radiotelegrafía del transatlantico, en su departamento del buque.

Fot. Topical.

EL HUNDIMIENTO DEL EMPRESS OF IRELAND.

Me ha llamado la atención, al leer esta noticia que desconocía, por la similitud con el trágico suceso del Titanic y por la cercanía en el tiempo con el mismo. Ocurrió  el 29 de Mayo de 1914  y se cobró casi mil víctimas,  en aguas de Quebec (Canadá).

A continuación os pongo dos fotografías y parte de como se dio la noticia en el periódico "El Imparcial" el día 31 de Mayo de 1914.

El buque carbonero "Stostard", causante de la catástrofe

del trasatlantico "Empress of Ireland"

Después de la revisión de las listas de pasajeros, se ha comprobado que se encontraban a bordo 1367 personas y el número de víctimas es de 934. Adeemás han muerto a consecuencia de las heridas que habían recibido 22 de los náufragos recogidos.

Las embarcaciones de salvamento que llevaba el buque eran más que suficiente para socorrer a todos los pasajeros, pero la rapidez del siniestro impidió utilizarlas todas.

El capitán refiere que oyó perfectamente la sirena del buque abordante y que contestó inmediatamente con la suya; pero que le fue imposible divisar bien el barco carbonero, porque como iba éste muy cargado, el puente marchaba casi a flor de agua. Dicho capitán, llamado como es sabido, Kaendall, se halla poco menos que agonizando a consecuencia de los terribles sufrimierntos que padeció durante media hora que estuvo en el agua desde el momento en que se fue a pique su barco hasta que fue recogido por una de las canoas del "Eureka" en un estado de agotamiento grandísimo, y se le condujo a Rimouski. El Buque estaba asegurado en la cantidad total de 14 millones y medio, siete por el barco, cinco por el cargamento y dos y medio por los pasajeros.

Desembarco de los cadáveres que pudieron ser recogidos.

El primer telegrafista del buque ha dicho: En seguida que sentí el choque recibí la orden de lanzar una llamada de socorro. El puesto de Falher-Point respondió de inmediato; pero muy pronto no pude hablar más con él porque cesaron de funcionar las máquinas, Diecisiete minutos más tarde se hundió el barco.

El "Empress of Ireland" llevaba un cargamento de barras de plata por valor de cinco millones de francos, procedente de las minas de Coplat.

EL HUNDIMIENTO DEL "GENERAL SLOCUM".

El vapor "General Slocum", al emprender su último viaje antes de ser devorado por las aguas del río Hudson.

Todo sucedió el 15 de Junio de 1904 en las aguas del río Hudson en las cercanías de Nueva York. El barco iba lleno de excursionistas, salió a las nueve de la mañana para hacer su recorrido turístico habitual y dos horas después y provocado por un incendio, aparecía hundido y destrozado en el río Hudson.

Perecieron 1030 pasajeros la mayor parte eran mujeres y niños que disfrutaban de sus vacaciones

Dos semanas después de la catástrofe, el jurado dio su veredicto. En él se declara responsable criminal al capitán del buque y se acusa al segundo de cobardía. El jurado, asimismo, dictó mandamiento de prisión contra el director y los oficiales de la compañía naviera.

EL CRIMEN DEL CAPITÁN SÁNCHEZ.

La víctima don Rodrigo García Jalón, viudo y adinerado, de cincuenta y cuatro años, llevaba una vida de mujeres y juegos, siempre  vestía de forma impecable y frecuentaba mucho el Palacio de juego llamado el "Círculo de Bellas Artes", precisamente en este lugar es donde fue visto por última vez, antes de su repentina desaparición.  Ese día Jalón se presentó vestido con una americana con chaleco y con camisa amarillenta con rayas verdes a cambiar cinco billetes de mil pesetas por una ficha de juego, ficha, que después sirvió para empezar a esclarecer el crimen.

FIGURAS DEL CRIMEN.

Izquierda.- Último retrato de María Luisa Sánchez.

Centro.- El más reciente retrato del capitán Manuel Sánchez.

Derecha.- Luisa Noguerol, esposa del capitán Manuel Sánchez.

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Meses atrás Jalón, se había enamorado perdidamente de una chica coruñesa, de profesión planchadora, llamada, María Luisa Sánchez Noguerol  (hija del capitán Sánchez) a la que ofreció cobijo en su casa y a su cinco hermanos, ya que ella le contó, que era huérfana de madre y su padre les había abandonado.

El juez, Sr. Martinez Enriquez, acompañado de sus auxiliares al salir

de tomar declaración al procesado Sánchez en las Prisiones Militares.

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El día 24 de Abril el Sr. García Jalón se vio de nuevo con María Luisa, el se le ofreció como protector y ella le convenció para ir  a su casa y pedir la conformidad de su padre. Cuando llegaron, la casa estaba vacía, a Jalón lo sentó de espaldas a la puerta, mientras mantuvieron  una conversación que lo distrajo hasta el punto, que no oyó entrar al capitán que en su mano empuñaba un martillo con el que golpeó sin piedad en la cabeza del Sr. Jalón hasta su muerte, y de inmediato lo registraron quitando de sus bolsillos el poco dinero que llevaba y la ficha por valor de cinco mil pesetas.

Así se cometió el más feroz de los crímenes imaginables: este horrendo asesinato del Sr. Jalón , en que el refinamiento de la crueldad y el desenfreno de la barbarie llegan a extremos inconcebibles en la naturaleza humana.

El juez suplente señor Ochoa, que ha intervenido

en las primeras diligencias.

El capitán Sr. Cillanueva, secretario del Juzgado

militar que actúa en la causa.

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María Luisa una vez cometido el crimen cometió el error, aún a sabiendas de que las señoras tenía prohibida la entrada en los salones del Círculo, se presentó a cambiar una ficha de juego de cinco mil pesetas, por dinero en efectivo, aunque la dejaron entrar, no consiguió convencer al cajero, solamente cambiaban fichas de ese importe a los socios. Sin embargo como era una mujer de buen ver, consiguió llamar la  atención de los allí presente que la vieron salir, acompañada hasta la puerta por el "botones", y fueron varios los testigo que la vieron reunirse con un hombre con bigote de puntas, sombrero de hongo y ropa bastante usada, y como ambos se marchaban juntos.

Los niños Manuel, Luis y Julio, de diez y siete, once y siete años respectivamente,

hijos del capitán Sánchez, en el comedor del Asilo de la Paloma, donde han sido

llevados por orden superior.

El teniente coronel señor González
Bernard, juez instructor.
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La familia y amigos empezaron a echar de menos al señor Jalón, y denunciado a la policía, se hicieron las primeras investigaciones, pronto la policía empezó a ver algo extraño en la desaparición, ya que se encontró en su casa la cédula  identificación y el kilométrico del ferrocarril que siempre llevaba con él cuando salía de viaje.

El fiscal, Sr. Cardenal, que ha instruido
las primeras diligencias.

Balcón de la casa que ocupaba el capitán Sánchez,  desde donde dos de sus hijos estuvieron
contemplando el sitio elegido por su padre para sepultar el cadáver de Jalón.
En el círculo Manolita, hija de Sánchez, al salir del juzgado.
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Tras las investigaciones la policía consiguió identificar a la señorita, que intentó cambiar la ficha de cinco mil pesetas en el Circulo de Bellas Artes, que era nada más y nada menos, que, María Luisa Sánchez Noguerol hija del capitán Sánchez, que estaba destinado en la Escuela Superior de Guerra, y que estaba siendo investigado por otras desapariciones,  conocido jugador que estaba sin blanca, además la policía ya tenía conocimiento de que había mantenido con su  primogénita María Luisa una relación incestuosa.

Manuel Polo, albañil de la Escuela Superior de Guerra.

Pablo Andrés, albañil de la Escuela Superior de Guerra.
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La policía desorientada por la falta de indicios claros, temerosos de sembrar en la conciencia pública impresiones falsas, sobrecogidos por la responsabilidad enorme de su misión, y hasta un poco amedrentados por ese hostil acecho con que suele esperar estas ocasiones los eternos difamadores de la Prensa, no tenían más aliento que el sentimiento de la misión social que les está encomendada, ni más guía que el estímulo profesional.

Un curioso retrato de María Luisa Sánchez.

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La Policía por su parte ni siquiera ha podido contar esta vez con el celo de la Justicia. Dos veces puso a los criminales en manos del juez, y dos veces vio que el juez desconceptuaba su peripecia devolviendo la libertad a los criminales.

Luis Puch, padrino de María Luisa.

Manolita  hija del capitán.
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El Director General de Seguridad Sr. Méndez Alanís, no podía resignarse a que el suceso quedase velado por el misterio. Presintió desde el primer momento, con certero instinto policíaco, la culpabilidad del capitán Sánchez López, y no renunció ni por un instante a encontrar pruebas que la demostrasen de un modo categórico.

Interesante fotografía de María Luisa Sánchez a la que acompaña el ayudante

de la cárcel de mujeres, D. Ramón Maldonado.

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Estas no podían ser otras que el hallazgo de los restos del desaparecido, y llano es que si el Sr. García Jalón había sido muerto por el capitán, en el domicilio de este habían de buscarse los rastros del delito.

Por eso, aunque en el mismo se habían hecho varios reconocimientos, el director general no renunció a practicar uno nuevo tan minucioso como fuese preciso, y para ellos dio anteanoche las órdenes oportunas a los inspectores Sres. Maqueda y Escudero.

El Juzgado Militar, conversando con los periodistas informadores.

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En las primeras horas de la noche del jueves daba el Sr. Méndez Alanís las últimas órdenes:- Que todo, absolutamente todo, esté dispuesto a las once de la noche. Y que no falten obreros y herramientas, porque estoy dispuesto a levantar el suelo y derribar los tabiques y paredes precisas hasta dar con los restos que buscamos. Yo mismo dirigiré el servicio.

Manolita Sánchez y el viejo Luis Puch, al salir de la 

cárcel de mujeres, después de visitar a María Luisa.

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La emoción de todos subió de punto cuando se abrió un boquete y apareció, como a cuarta y media de la pared derribada, un nuevo muro. Del misterioso escondrijo salió un fuerte hedor a cadáver corrompido. Ya era Indudable que la tenza labor de la Policía había dado con el resultado apetecido.

El Sr. Méndez Alanís apartó a los obreros, se asomó en el hueco siniestro y exclamó: ¡hemos dado con la tumba de Jalón!.

Aquel enorme hueco era la tumba del Sr. García Jalón, mejor dicho, de su esqueleto solamente, ya que el feroz criminal autor de este delito mondó uno por uno los huesos de su víctima para hacer desaparecer la carne hecha chicotas por el retrete de su vivienda.

El abogado defensor de María Luisa Sánchez, D. Miguel
Cabrera (x) saliendo de conferenciar con la procesada.
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He aquí la lista completa de cuanto se halló en el escondrijo: Ropas: Un chaleco, una americana, una camisa amarillenta con rayas verdes, una camiseta, unos calzoncillos, un pañuelo de señora, un puño y un impermeable.Todo ensangrentado y hecho jirones.

Restos humanos: la columna vertebral partida en pedazos y con las costillas aserradas, huesos largos de brazos y piernas, trozos de cuero cabelludo, los pies cortados por los tobillos, sin los dedos; los omóplatos y otros huesos.

Los restos de Rodrigo Carcía Jalón, en el patio del picadero de la Escuela Superior de Guerra, después de ser extraídos del tabique donde estaban emparedados, en la imagen captada el 21 de Mayo, el juez Sr. Maqueda señalando los restos, y varios albañiles continuando con la excavación del tabique.

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EL CAPITÁN MANUEL SÁNCHEZ FUE FUSILADO  AL AMANECER DEL DÍA 3 DE NOVIEMBRE DE 1913, AL SER DECLARADO CULPABLE DE MATAR Y DESCUARTIZAR A SU VÍCTIMA EN LA ESCUELA DE GUERRA.

MARÍA LUISA SÁNCHEZ FUE CONDENADA A VEINTE AÑOS, PERDIÓ LA CORDURA EN LA CÁRCEL Y FALLECIÓ EN 1925.