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lunes, 28 de enero de 2013
Un Trozo De ROMA
Antigua Roma designa al Estado surgido de la expansión de la
de Roma, que en su época de apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña
al desierto del Sáhara y desde la Península Ibérica al Éufrates,
provocando un importante florecimiento cultural en cada lugar en el que
gobernó. En un principio, tras su
(según la tradición en 753 a. C.) Roma fue una monarquía etrusca. Más
tarde (509 a. C.) fue una república latina, y en 27 a. C. se convirtió
en un imperio. Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz
romana, debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las
regiones que estaban bajo el dominio romano, un período de orden y
prosperidad que conoció el Imperio bajo la dinastía de los Antoninos
(96-192) y, en menor medida, bajo la de los Severos (193-235). Marcó la
edad de oro de Occidente y el despertar de Oriente.
Marron: Republica romana Violeta: Imperio romano Azul: Imperio romano de Occidente Amarillo: Imperio romano de Oriente Verde: Estados herederos del Imperio bizantino
La fundacion.
La
ciudad de Roma surgió de los asentamientos de tribus latinas, sabinas y
etruscas, siendo los primeros habitantes de Roma en las siete colinas,
en la confluencia entre el río Tíber y la Vía Salaria, a 28 km del mar
Tirreno. En este lugar el Tíber tiene una isla donde el río puede ser
atravesado. Debido a la proximidad del río y del vado, Roma estaba en
una encrucijada de tráfico y comercio.
Alrededor del siglo VIII
a. C. los asentamientos se unificaron bajo el nombre de Roma Quadrata.
La leyenda, cuenta que Roma fue fundada por Rómulo el 21 de abril de 753
a. C. Rómulo, cuyo nombre se dice habría inspirado el nombre de la
ciudad, fue el primero de los siete Reyes de Roma en haber sido elegido.
Los historiadores romanos dataron la fundación en el 753 a. C., y desde
esa fecha contaron su edad o calendario particular. Asimismo, también
existe una teoría crítica de la fundación de Roma, aparte de la teoría
legendaria. La teoría crítica, sostenida por muchos autores viene a
decir que Roma surge a partir del forum romanum.
La Republica Romana
La
República romana fue establecida el año 509 a. C., según los últimos
escritos de Tito Livio, cuando el rey fue desterrado, y un sistema de
cónsules fue colocado en su lugar. Los cónsules, al principio patricios
pero más tarde plebeyos también, eran oficiales electos que ejercían la
autoridad ejecutiva, pero tuvieron que luchar contra el senado romano,
que creció en tamaño y poder con el establecimiento de la República. En
este periodo se fraguarían sus instituciones más características: el
senado, las diversas magistraturas, y el ejército.
Los romanos
sometieron gradualmente a los ocupantes de la península itálica, la
mayoría emparentadas con las tribus itálicas (de origen indo-europeo;
como los samnitas) pero también etruscos. La última amenaza a la
hegemonía de Roma en Italia llegó cuando Tarento, una gran colonia
griega, ayudó a Pirro de Epiro en 282 a. C.
En la última mitad
del siglo III a. C., Roma se enfrentó con Cartago en las dos primeras
Guerras Púnicas, conquistando Sicilia e Iberia. Después de derrotar a
Macedonia y la Dinastía Seléucida en el siglo II a. C., el naciente
estado logra una enorme expansión tanto política como económica,
extendiéndose por todo el Mediterráneo.
Mientras, los conflictos
entre patricios y plebeyos caracterizaron la pugna política interna
durante todo el periodo republicano, sólo paulatinamente lograrán los
plebeyos la plena equiparación política (aunque no social).
La
expansión trae consigo profundos cambios en la sociedad romana. La
inadecuada organización política (pensada para una pequeña ciudad-estado
y no para el gran territorio que es ya Roma) se hace patente para
algunos, pero todos los intentos de cambio son bloqueados por la
ultraconservadora élite senatorial. El enfrentamiento entre las diversas
facciones produce en el siglo I a. C. una crisis institucional, que
conducirá a diversas revueltas, revoluciones y guerras civiles.
El Imperio Romano.
El
vencedor ulterior de todas estas guerras civiles, César Augusto,
abolirá de facto la república y consolidará un gobierno unipersonal y
centralizado de todo el territorio, conocido como Imperio Romano. A
partir de este momento, la estabilidad política del imperio quedará
ligada al carácter de los emperadores que sucederán a Augusto,
alternándose los periodos de paz y prosperidad con las épocas de crisis.
Augusto,
que inaugura la dinastía Julio-Claudia, representa el periodo de máximo
esplendor del imperio. A esta dinastía, terminada en el año 68 por el
infausto Nerón le seguirá el periodo de inestabilidad conocido como el
año de los cuatro emperadores, donde se impondrá Vespasiano, que
inaugurará la dinastía Flavia, de origen no patricio. Les seguirán del
año 96 al 180 los llamados "cinco emperadores buenos" (Nerva, Trajano,
Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio), en la considerada "edad de
plata" del Imperio.
Septimio Severo comienza el periodo de
monarquía militar, y el fin de su estirpe llevará al periodo conocido
como anarquía militar, que se prolonga durante el resto del siglo III,
hasta la llegada de Diocleciano, un largo periodo de luchas intestinas
por el poder donde los emperadores, nombrados por sus legiones, se
suceden ininterrumpidamente.
Posesiones del Imperio Romano.
En 133 a.C. (Rojo) En 44 a.C. (Naranja) En 14 d.C. (Amarillo) En 117 d.C. (Verde)
Caida del Imperio Romano
Diocleciano
(284 - 305) emprenderá una gran reorganización del Imperio,
instituyendo la Tetrarquía. Su sucesor Constantino I el Grande será el
último emperador del imperio unificado. Poco después, el emperador
Teodosio divide el Imperio entre sus dos hijos, Arcadio y Honorio. Éste
se dividiría en el Imperio Romano de Oriente —con sede en
Constantinopla— e Imperio Romano de Occidente.
El Imperio Romano de Oriente fue muy rico y avanzado culturalmente y sobrevivió durante aproximadamente mil años más.
Constantino también institucionalizará el cristianismo, al hacerlo religión oficial del Imperio.
Las
invasiones bárbaras pondrán la puntilla a un moribundo Imperio
Occidental, dando paso a la Edad Media. El último emperador de
Occidente, Rómulo Augústulo, será depuesto en el 476 por Odoacro, un
godo. El Imperio de Oriente (Posteriormente denominado Imperio Bizantino
por el historiador Hieronymus Wolf en el siglo XVI) proseguirá su
existencia hasta la caída de Constantinopla en el año 1453.
Mapa de la ciudad de Roma durante el Imperio Romano
Estructura social y política
La
primera estructura social y política de los latinos fue la familia: el
padre (pater familias), la esposa (unida al padre de familia por el rito
sagrado de la torta), los hijos, las esposas de los hijos, los hijos de
los hijos, y las hijas no casadas. De la agrupación de algunas familias
del mismo tronco, surgieron las gens, y de un conjunto de familias
surgieron las tribus.
La familia está formada por los más
próximos (agnados) pero, a medida que la familia se extiende, se forma
la gens o raza de un tronco común, integrada por la familia completa
propiamente dicha (adnati) y por los gentiles, todos aquellos
procedentes del mismo antepasado.
¿Cómo se produce la unión de
los diversos grupos, sea de gens o de tribus? Cada grupo tiene un punto
común de encuentro, generalmente para el culto religioso (aunque no
exclusivamente para tal fin), punto que constituye el embrión de las
cívitas (ciudades).
La fundación de Roma se atribuye a tres
tribus: los Ramnes, los Ticios y los Lúceres. Estos tres grupos fundaron
la llamada Roma Quadrata en el Monte Palatino. Otra ciudad fundada por
otro u otros grupos en el Quirinal, se unió a la Roma Quadrata,
surgiendo así la civitas ('ciudad') llamada Roma.
A los primeros
ciudadanos romanos se les llama patricios (o patres), porque o bien son
padres de familia (páter familias) o bien son hijos de padres de familia
vinculados a la obediencia paterna (los hijos varones no alcanzaban la
condición de padre de familia hasta que el padre moría y se
independizaban, pero se daba por descontado que alcanzarían esta
condición).
Los hijos de los patricios, al cumplir 17 años (más
tarde la edad fue rebajándose hasta los 14 años) adquirían la condición
de ciudadanos plenos (con tal motivo celebraban una festividad en que
dejaban de vestir la toga praetexta propia de los muchachos y se
colocaban la toga virilis, propia de los hombres), pero continuaban
sujetos a la potestad del padre hasta que este moría.
A los
patricios corresponde el derecho pleno de ciudadanía: forman el pueblo y
son de entre los habitantes los de clase social más elevada. Sus
derechos eran: el sufragio, el desempeño de cargos públicos políticos o
religiosos, el derecho a asignación de tierras públicas, los derechos
civiles propios de las gens (tutela, sucesión, potestad, etc.), el
derecho de contraer matrimonio con otros miembros de las gens, el
derecho de patronato, el derecho de contratación (el único que se
extendía también a los no patricios libres) y el derecho a hacer
testamento (el conjunto de estos derechos constituía el ius qüiritium o
ius cívitatis). Como obligaciones citaremos: el servicio militar, y el
deber de contribuir con ciertos impuestos al sostenimiento del Estado.
Ciudades dependientes de Roma El
foro romano fue el centro a partir del cual la Roma antigua se
desarrolló, y el punto de referencia de la vida cotidiana en
Roma.Iniciada la expansión territorial romana muchas ciudades pasaron a
depender de Roma. Cuando una ciudad se sometía a Roma a discreción, sus
ciudadanos quedaban con el estatuto jurídico de Dediticios (Dediticius).
Aunque
la mayoría de las ciudades sometidas a discreción lo fueron después de
la primera guerra púnica, probablemente la institución es anterior.
Roma
se reservaba la soberanía eminente sobre estas ciudades, pero les
devolvía el usufructo, con excepción del ager publicus. Roma reconoció
la autonomía de alguna de estas ciudades pero sus tierras quedaron
sometidas al diezmo de la cosecha, y en caso de exenciones, estas se
daban a título personal (por ejemplo a los habitantes de una ciudad
aunque cultivaran tierras en otra ciudad). El diezmo se pagaba
generalmente en especie y el beneficio permitido al recaudador era
limitado.
Las ciudades sometidas a Roma, con su territorio rural
incluido, no tenían derecho a declarar la guerra por su cuenta, pero
debían declarar la guerra forzosamente en caso de que Roma lo hiciera.
También tenían prohibido hacer convenios de ningún tipo con otros
Estados o Ciudades. Además no podían acuñar moneda y eran las monedas
romanas las que tenían curso legal en todas estas ciudades.
Había varios tipos de ciudades vinculadas a Roma:
Ciudades de derecho romano.
Algunas ciudades recibieron el derecho completo de ciudadanía romana
(civitas óptimo jure), especialmente las antiguas ciudades aliadas de la
Liga Latina, las ciudades Sabinas y gran parte de las del País Volsco.
Junto a ellas estaban las colonias que disfrutaban del derecho de
ciudadanía. Ciudades latinas. Las ciudades sujetas llamadas Latinas
eran las otras ciudades de la Liga Latina que no habían recibido el
derecho de ciudadanía, y las colonias de derecho latino (es decir las
colonias que no tenían derecho de ciudadanía). Los latinos y los romanos
eran iguales en sus relaciones privadas, en los negocios, el comercio y
las sucesiones. Ciudades sin voto.
Estaban en tercer lugar las ciudades con derecho de civitas pero sin
voto (civitas sine suffragio), que aunque podían llamarse ciudadanos,
debían soportar todas las cargas cívicas (reclutamiento militar,
impuestos ordinarios, servicios y contribuciones especiales) sin
compensación (sin derecho a votar). Estas ciudades estaban administradas
para los asuntos judiciales por un Prefecto anual designado por el
Pretor de Roma. Su administración civil estaba en manos de sus propios
magistrados locales, generalmente de la aristocracia. Ciudades confederadas no latinas.
Finalmente estaban las ciudades confederadas no latinas, cuyos derechos
quedaban establecidos por los tratados particulares concertadas con
cada una de ellas. Estas ciudades suministran contingentes al ejército
en cuantía prefijada de antemano, siendo el equipamiento del contingente
a cargo de la ciudad. Igualmente estas ciudades estaban gobernadas por
magistrados locales surgidos de la aristocracia.
El rey
Gobierna
Roma un rey, representante de la institución monárquica, al que
corresponde todo el poder (imperium) y dicta las órdenes (dictador), el
cual era elegido entre el pueblo como jefe de una gran familia política
(mágister pópuli).
Auxilian al rey los líctores, alguaciles que
le precedían en sus actuaciones con el hacha y las varas. En su ausencia
los poderes administrativos correspondían a un delegado (praefectus
urbis). Si el rey no designaba sucesor los ciudadanos designaban en el
interregno, por un periodo de cinco días, a un ínter rex, y después se
elegía un nuevo rey, o bien se designaba un nuevo ínter rex por otros
cinco días con facultad de designar nuevo jefe.
El senado
Frente al rey se erige la institución del Consejo de Ancianos (senatus) para contrabalancear a la institución real.
Los
primeros senadores son los representantes designados por cada gens.
Tienen carácter vitalicio. Como el número de gens es invariable (las
sucesivas familias surgen siempre de un tronco común y por tanto se
integra en alguna de las gens existentes) también es invariable el
número de senadores.
No obstante había una excepción: cuando un
senador moría el rey estaba facultado para nombrar un sustituto temporal
(hasta la designación del sustituto designado por la gens). La
costumbre del nombramiento real acabó concediendo al rey la elección de
los senadores.
El senado era un órgano meramente consultivo, pero
siendo emanado del pueblo, el rey lo convocaba a menudo y consideraba
sus propuestas. Sus reuniones se celebraban en el comitium (foro) en una
sala llamada bule. Más adelante había un grupo de gente que decidía
quien iba a enfrentar al rey y quien manejaría las entradas de plata.
Divisiones de la población romana: las gens y las curias
La división de la población se hacía desde las gens:
10 gens constituían una curia. 10 curias constituían una tribu. 10 "tribus" constituían una "civita". El sistema decimal está presente en otros aspectos de la sociedad romana:
Cada gens contribuía con diez soldados de infantería (miles o milicia), uno de caballería (eqües) y un senador. En
las ciudades sometidas por Roma se establecía un Consejo de Cien
Ancianos (céntum-viri), cada uno de los cuales era el cabeza de diez
casas (diez casas = una gens), de donde surge la denominación de
decuriones. El sistema decimal pues rige en la sociedad romana,
aunque, si bien al principio debieron responder a una realidad, con el
tiempo derivaron en una mera división teórica: pronto fue inexacto
hablar de curias con diez gens al introducirse nuevas familias, que
aumentaban el número de gens de las curias existentes y más tarde el
número de curias. Tampoco correspondía a cada decurión el mando sobre
diez casas. En cambio la aportación al ejército se mantiene básicamente.
Así pues, al pasar los años, los números primitivos dejan de
corresponderse con la realidad pero se mantiene la tradición y así las
gens y familias son aumentadas o divididas por decreto, pero la realidad
se impone y la división deja de ser geométrica e inflexible.
Así,
cuando el número de senadores quedó fijado en trescientos, no quería
decir que existieran sólo trescientas gens, sino que entre todas las
existentes (cuyo número podía ser mayor o menor) se designaban
únicamente trescientos senadores. Las curias dejaron de ser diez para
pasar a un número indeterminado (hasta 30), cuyo conjunto formaba la
ciudad. También los 3000 infantes y 300 caballeros que formaban el
ejército salían del conjunto, y no considerando cada gens (así unos
aportaban más y otros menos). La misma situación se reprodujo en las
ciudades sometidas a Roma.
Las curias (diez gens) constituyeron
muy pronto la base de la ciudad. Las curias se reunían en una asamblea
dirigida por el curio, y en presencia de un sacerdote (flamen curialis).
El reclutamiento y los impuestos se hizo desde muy pronto sobre la base
de las curias.
Los miembros de las curias eran los ciudadanos
que votaban, y a las votaciones se las llamaba "comicios curiales",
celebrándose las votaciones por separado en cada curia. Normalmente se
celebraban comicios el 24 de marzo y 24 de mayo de cada año.
Los comicios
Las decisiones en Roma se adoptaban en los comicios, es decir en las votaciones de las asambleas.
Los comicios más antiguos son los comitia calata, convocados por el rey para solemnizar ciertos actos religiosos.
Los
comicios políticos eran aquellos en los que votaba la población
organizada en curias (inicialmente una curia eran diez gens). Se
convocaban el 24 de marzo y 24 de mayo y cuando el rey lo consideraba
conveniente. Decidían sobre la elección de monarca, asuntos políticos
importantes y la concesión del derecho de ciudadanía. El convocante
presentaba una propuesta y los ciudadanos de la curia con derecho
(probablemente un voto por cada padre de familia) la votaban. Cada curia
era un voto y se precisaba el de 16 curias (de un total de 30) para la
aprobación.
Ciudadanos plenos, honorarios y clientes
Junto
a los ciudadanos plenos o patricios —entendiéndose como tales los
cabeza de familia (páter familias) y sus hijos varones— estaban los
ciudadanos “honorarios”, invitados de otras ciudades que renunciaban a
su antigua ciudadanía y aceptaban la ciudadanía honoraria romana.
También estaban los clientes de los patricios y los esclavos.
El
grupo de los clientes estaba formado básicamente por esclavos liberados
por sus amos patricios, y que después de su liberación permanecían
vinculados (ellos y sus descendientes) a su antiguo amo (y a sus
herederos), quien ejercía sobre ellos cierta tutela y proteccionismo
paternalista, a cambio de ciertos servicios y lealtades. En este grupo
se integraron también algunos extranjeros (habitantes de ciudades
derrotadas a los que no se permitía residir en su ciudad pero tampoco
habían sido declarados esclavos, y que constituían como un grupo cliente
de toda la ciudad de Roma) y exilados sujetos al patronazgo de un
patricio.
El ejército
Instrucción y entrenamiento Durante
cuatro meses los nuevos reclutas eran sometidos a un entrenamiento
implacable. Al concluir este período los supervivientes ya podían
llamarse soldados -milites-. Los que no podían resistir el entrenamiento
eran rechazados.
Primero se les enseñaba a desfilar marcando el
paso. Luego se les llevaba de marcha, forzándolos al máximo hasta que
fueran capaces de recorrer 20 millas romanas -30 km- en cinco horas.
Después tendrían que recorrer la misma distancia cargados con todo su
equipo, que incluía armas y armaduras, utensilios de cocina, estacas
para la empalizada, instrumentos para cavar y provisiones para varios
días, pues al final de cada marcha tenían que levantar un campamento con
terraplenes y fosos de defensa.
Soldados romanos del 70 a.
C. en ataque. El fondo no se corresponde con una fortaleza romana real.
Se trata de una simulación.El entrenamiento continuaba hasta que eran
capaces de recorrer 24 millas -36 km- en cinco horas. En un principio
los legionarios utilizaron bestias de carga y carros para transportar el
equipo. Pero el célebre general Cayo Mario impulsor de grandes reformas
en el ejército, les obligó a transportar personalmente casi toda la
impedimenta necesaria para reducir el tamaño de las caravanas de
intendencia (los llamaban "las mulas de Mario". El equipo completo debía pesar por lo menos 30 kg, y las armas y armaduras más de 20.
Los
legionarios realizaban marchas tres veces al mes durante 25 años. Este
entrenamiento y capacidad de desplazamiento fue una de las causas por la
que el ejército romano fuera tan superior a otros ejércitos. Esto era
solo parte de la instrucción, puesto que el programa de entrenamiento
también incluía carreras, saltos, equitación y natación. Cuando se
consideraba que se encontraba en buena forma física comenzaba la
instrucción en el manejo de las armas.
Los reclutas aprendían a
atacar a una gruesa estaca clavada en el suelo con una pesada espada de
madera y un escudo de mimbre que pesaba el doble que un escudo normal.
Se les insistía que golpearan de frente, sin describir arcos con la
espada, que pueden evitarse con más facilidad. También se les entrenaba
en el lanzamiento de pesadas jabalinas de madera contra las estacas.
Una
vez superado este paso, se les consideraba dignos de empuñar armas
auténticas forradas de cuero para evitar accidentes, que les parecerían
ligerísimos en comparación con las pesadas armas de madera.
Los Efectivos
Una
legión estaba formada por diez cohortes ((a no ser que fuera una corte
de asalto o invasion que estaban formadas pos unos 20 o 30 hombres)) de
480 hombres cada una lo que da la cifra de 4,800 hombres en total; eso
en teoría, ya que no parece seguro que las legiones hayan estado con sus
cuadros completos, ni mucho menos.
Normalmente cada centuria
formaba como un cuadro de 10 x 8 hombres. Como la segunda centuria de
cada manípulo bajaba para cerrar el hueco, la profundidad de la línea de
combate de la legión era de 8 hombres. Puesto que tres eran las líneas
que una legión podía presentar, el frente de combate quedaba
estructurado como una sucesión de líneas con 8 hombres de profundidad.
Recordemos que en Cannas los manípulos formaron con su profundidad
doblada, es decir, con 16 hombres; un experimento que costó a los
romanos 50.000 muertos. Puesto que el secreto táctico de la legión no
era otro que su flexibilidad, la línea de combate con 8 hombres de
profundidad era la más racional y la que mejor se adaptaba a esa
característica esencial. Pero si había que reducir la profundidad, esa
misma flexibilidad operaba el milagro de permitir "adelgazar" las
líneas.
Clases sociales
La
sociedad romana, como muchas otras sociedades antiguas, se basaba en la
desigualdad, y, como en toda sociedad desigual, la tensión entre las
clases y su dialéctica es el motor de su historia y su principal
característica.
Las clases que se distinguieron fueron cinco:
patricios, plebeyos, esclavos, clientes y libertos. La tensión entre
patricios y plebeyos y las rebeliones de los esclavos fueron las más
importantes noticias políticas; las tres primeras fueron las clases con
mayor actividad política; las otras dos, menos.
Esta organización social no fue estática durante toda la historia de la antigua Roma. Hubo tensiones, cambios, evolución.
En la Monarquía
En los primeros tiempos la desigualdad social se basaba en el
nacimiento y en la religión. La sociedad romana presentaba dos grandes
tipos de ciudadanos: los libres y los no libres (los esclavos, lat.
servi).
Los ciudadanos libres, a su vez, se dividían en privilegiados (los patricios, en lat. patricii) y en no privilegiados.
Los
ciudadanos no privilegiados podían ser independientes (los plebeyos, en
lat. plebeii) o dependientes (los clientes y los libertos, en lat.
liberti).
Patricios Eran
las primeras familias asentadas en Roma y sus descendientes. Cada una
pretende descender de un antepasado más o menos divinizado (pater). Los
que tienen un mismo pater forman una gens, llevan el mismo apellido
(nomen gentilicium) y celebran un mismo culto (sacra gentilicia).
Desde
el principio de Roma, los patricios y sus familias constituyen el
primer eslabón social. Estos patricios poseían esclavos, probablemente
muchas veces en gran número. Los patricios están en la base de la
fundación de Roma y, por tanto, son ciudadanos romanos. Tiene la
exclusiva de los cargos públicos, y dirigen la vida de Roma.
Más
tarde el derecho de ciudadanía se extiende a las llamadas minores
gentes, es decir a los que procedentes de otras ciudades o dentro de la
misma ciudad sin ser patricios, adquirieron la ciudadanía romana. Los
patricios decían que eran los parientes de los fundadores de Roma.
(Rómulo fue el fundador y primer rey de Roma)
Clientes Los
clientes eran los extranjeros o refugiados pobres, sujetos a patronazgo
de un patricio, el cual le brindaba ayuda económica, lo defendía ante
la ley, y lo dejaba participar de las ceremonias religiosas a cambio de
que éste lo acompañe en la guerra y lo ayude en todos los trabajos en el
que el patricio lo solicitara. Los patricios se enorgullecían de tener
clientela grande o importante
Plebeyos
Constituyen
la mayor parte de la población (la multitud), compuesta también con
extranjeros, refugiados pobres o clientes que se habían enemistado con
sus "patronos". Eran considerados hombres libres, por lo que no podían
participar en lo político ni en lo religioso.
Esclavos Es
el destino normal de los presos de guerra. Legalmente, carecían de todo
derecho: eran instrumentum vocale ("herramienta que habla".
Hacían gratis los peores trabajos y de por vida. El trato dependía del
carácter personal del amo. Llegaron a ser numerosísimos con la expansión
de Roma.
En la República
En
esta etapa (509-27 a. C.) hubo fuertes tensiones sociales. Puede que de
comienzos de la misma sea una reforma social (atribuida por los
historiadores antiguos al rey Servio Tulio) consistente en fundar la
jerarquía social no en el nacimiento ni en la religión, sino en el
dinero y en la demarcación territorial.
La plebe lógicamente
crecía más que el patriciado, porque en ella entraban las poblaciones
anexadas por Roma y los extranjeros que venían a vivir a la Urbe. Pero
tan gran número de habitantes no se resignaba a estar en la vida pública
de comparsa; y tampoco era rentable que ni pagasen impuestos ni fuesen
al servicio militar por no ser cives (ciudadanos). Los plebeyos lucharon
mucho por su equiparación política con los patricios. Algunos de los
pasos que hubieron de dar fueron los siguientes:
Lucha de los plebeyos para conseguir la igualdad de derechos: año
494. Huelga general. Los plebeyos se marchan de Roma, al Monte Sacro,
ante la negativa de los patricios a la igualdad política. Roma quedó
colapsada. Los patricios tuvieron que ceder y pactar. Los plebeyos
regresaron con este pacto: no se perderá la libertad por impago de deudas; se
aceptan como magistrados ordinarios dos 'tribunos de la plebe' (tribuni
plebis) con derecho de veto a cualquier actuación del Senado, o de los
otros magistrados, que perjudique a la plebe, y con capacidad de acudir
legalmente a cualquier plebeyo en apuros. Los tribunos serán después los
líderes de todo el movimiento reivindicativo; se acepta la legalidad de una asamblea exclusivamente plebeya (concilium plebis). años
451-449. Ley escrita. Hasta este momento en Roma, los patricios
juzgaban cada conflicto conforme a la costumbre y a la tradición oral,
lo que daba lugar a muchas irregularidades, porque no había ley escrita.
En esta época se redacta el primer código que ocupa 12 tablas (lex XII
tabularum) y se promulga a pesar de la resistencia inicial de los
patricios. De aquí arrancará la obra jurídica de los romanos que será
uno de sus más importantes legados culturales para la humanidad. año
448. Canuleio consigue los dos cónsules alternen año a año con dos
tribuni militum consulari potestate de los que uno ya puede ser plebeyo,
aunque este cargo no da la consideración de consularis (para poder
acceder al Senado). años 440. Matrimonio legal. La lex Canuleia
sanciona el derecho al casamiento entre patricios y plebeyos, que hasta
el momento estaba rigurosamente prohibido por orgullo de casta y para
vetar el acceso de los plebeyos a la vida política. año 409. Cuestura. En este año los plebeyos acceden por primera vez a la magistratura. año
367. Consulado. En este año la Ley Licinia admitirá el principio, y en
el 342 por primera vez los dos cónsules serán plebeyos. años 356, 337 y 300. Se suceden la dictadura, la censura, la pretura y el pontificado (último reducto del patriciado). años
287. El Senado reconoce fuerza de ley a las decisiones de las asambleas
de la plebe, y admite que estas prevalezcan sobre sus decisiones. Llegado
este momento, se puede decir que plebeyos y patricios tienen igualdad
de derechos. Pero quedan las diferencias económicas y religiosas.
Patricios y plebeyos ricos se van a entender entre ellos en perjuicio de
los plebeyos pobres, los proletarii (cuya única riqueza es su prole,
los hijos). La reforma social, que intentaron Tiberio y Cayo Graco y por
la que fueron asesinados, intentaba ayudar a estos hombres que tenían
todos los derechos políticos pero carecían de comida.
Clases sociales en la época republicana tras lo anterior: Cives (ciudadanos): patricii (patricios) y plebeii (plebeyos) Non cives: liberti (libertos) y servi (siervos)
La ciudadanía romana:
Durante siglos es el título más deseado. Consiste en unos derechos (iura) y unas obligaciones (munera). En esta época abarca:
ivra
pvblica (derechos políticos): ius sufragii (derecho de voto); ius
honorum (derecho de ser elegible); ius sacrorum (derecho a tener
religión o ser elegible para funciones sacerdotales); ius provocationis
(derecho de apelación al pueblo en procesos criminales). ivra
privata (derechos civiles): ius commercii (derecho de propiedad:
comprar, vender, testar...); ius connubii (derecho a contraer matrimonio
legal); ius legis actionis (derecho a ejercer acciones judiciales). mvnera
(obligaciones): census (obligación de inscribirse en el censo
periódicamente); militia (obligación de servir en el ejército durante el
tiempo previsto); tributum (obligación de pagar los impuestos; hasta el
167 a. C.). Adquisición del derecho de ciudadanía (civitas) por
nacimiento: naciendo de matrimonio legítimo (iustae nuptiae) de un
civis; siendo hijo de liberto o extranjero favorecido con la concesión
de la ciudadanía (civitatis donatio); por concesión legal: v.gr.:
por hacer una casa en Roma, o construir un barco capaz para 10000 modios
de grano, o por hacer condenar a un magistrado; por concesión del
estado, representado, para el caso, por los comicios, el general
vencedor, las comisiones encargadas de fundar una colonia romana o el
emperador. Pérdida del derecho de ciudadanía (civitas) perdiendo
el status libertatis: por condena penal (venta pública trans Tiberim)
por insolvencia, pronto suprimida; por privación de agua y luz
(interdictio aquae et ignis) o deportación; o por negarse al censo, al
servicio militar, por desertar, por caer preso en una guerra, o por
violar los derechos de gentes; perdiendo el status civitatis: renuncia a la ciudadanía (reiecto civitatis) o por hacerse civis de otra ciudad.
Los caballeros (equites) y la nobleza senatorial (nobilitas) La
caballería del ejército romano estaba formada por ricos que traían el
caballo o que utilizaban caballos del estado. Formaban un grupo social
distinguido (caracterizados por un anillo de oro y una túnica bordada de
púrpura), pero pronto fueron insuficientes y hubo que sustituirlos con
soldados pagados. Quedaron así como una burguesía dedicada no tanto a la
compra y explotación de tierras, como a los negocios bancarios. Raras
veces se dedicaron a la política, donde los consideraban despectivamente
homines novi (sin antepasados ilustres). Frente a este ordo equester,
está la nobilitas u ordo senatorius, formado por patricios y plebeyos
que tuvieron algún antepasado que desempeñase en su tiempo alguan
magistratura curul (cónsul, pretor, censor o edil). Esta nobleza
senatorial es distinta de la nobleza patricia, y se va a confundir en el
Senado.
Clientes, libertos y esclavos Los
clientes que fueron absorbidos por la plebe, llegaron a desaparecer al
comienzo de la república, pero después reaparecieron al arruinarse la
clase media con las guerras y con los productos que gratis mandaban a
Roma los pueblos sometidos. Muchos no llegan a tener lazo jurídico con
un patronus y andan por Roma sin rumbo, detrás del rico o del político
que más les ofrezca.
Los esclavos, en cambio, protagonizan en esta época importantes rebeliones.
En el Principado
Con Augusto se modifica algo la jerarquía, pero sigue estando basada en la riqueza.
Se
distingue entre cives y no cives. Los cives, a su vez, pueden ser
honestiores (los ricos) o humiliores (los pobres). Dentro de los
honestiores, se encuentran los clarissimi o pertenecientes al ordo
senatorius, y los egregii o pertenecientes al ordo equester. Los no
cives, por último, son los liberti y los servi.
El ius civitatis
que ya en el 88 a. C. se había concedido a los itálicos, en el 212 d. C.
se va a ampliar a todos los libres del imperio, para resolver problemas
fiscales y militares que tenía Roma. Ser ciudadano deja de ser
importante y, de paso, desaparece la posición privilegiada de Roma y de
Italia en el Imperio. Augusto reforma los ordines, colocando en el
senatorius a los ciudadanos con más de un millón de sestercios
(desempeñan las magistraturas republicanas y tendrán sandalias rojas,
túnica laticlavia y, desde Marco Aurelio -161-180-, título de
clarissimi); y en el equester coloca a quien tenga 400000 (desempeñarán
cargos nuevos: prefecto, procurador; llevan túnica angusticiavia y
anillo de oro; desde Aurelio tendrán título de egregii). Los
esclavos aumentaron mucho en número. Se dice que algunas familias tenían
más de 500 y que en Roma había unos 250000. El trato se va suavizando
por influencia estoica y cristiana. Adriano y Antonino Pío legislan
contra el mal trato. Los libertos aumentaron porque hubo muchas
manumisiones. Augusto llegó a prohibir liberar por testamento a más de
100. Algunos jugaron importante papel político. Los clientes siguen
existiendo, en el sentido de que todo el mundo es cliente de alguien más
importante. El emperador tiene como clientes a los 150000 proletarios
inscritos en la lista de necesitados para el reparto gratuito de
alimentos cada mes (annona).
En el Dominado
Si
en la República y en el Principado había solo dos categorías (libres y
esclavos), en el Dominado aparecerá una clase social nueva, intermedia
entre libres y esclavos: los colonos. La jerarquización se hace más
fuerte y estanca: casi un sistema de castas. Los cives, entonces, podían
ser libres o colonos, generalmente pobres. Los cives libres abarcaban a
la familia imperial (nobilissimi), a los senadores (clarissimi,
spectabiles), a los caballeros (egregii, perfectissimi) y a la gente
corriente, pobre a diferencia de los otros tres. Los no cives, por su
parte, eran los esclavos y los libertos, en ocasiones muy ricos.
Las novedades de esta época son:
equivalencia del ordo senatorius y del equester (estos entran en el Senado); los humiliores quedan desde el IV fijados hereditariamente a su profesión (gremios); la
esclavitud disminuye porque las nuevas formas de producción ya no la
hacen indispensable; muchos huyen y se hacen salteadores; los
colonos son pobres y libres, pero quedan sujetos a la tierra del amo que
ellos trabajan: tienen que cultivarla perpetuamente, no pueden dejarla
ni un día; no pueden ir a casarse fuera del dominio; los hijos siguen la
condición de los padres. Está naciendo así un nuevo sistema: el feudal.
La constitución de Servio Tulio y las nuevas divisiones de población
Las tribus
El
rey Servio Tulio estableció que el servicio al ejército y el pago del
tributum (cuando por razones de urgencia se impusiere) no afectaría solo
a los ciudadanos personalmente, sino que se tendría en cuenta sus
propiedades: todos los ciudadanos que cultivaran un dominio (adsidui) o
lo poseen (locupletes), sean o no ciudadanos romanos, están obligados a
la prestación del servicio militar. Los designados para cumplir las
tareas militares se elegirían entre una nueva división por propiedades.
Así los soldados (entre 20 y 60 años) serían distribuidos en cinco
clases (classes):
1ª clase: Los que por sus posesiones aportaban
una armadura (clássici). Correspondía esta clase a los que poseían un
heredium en pleno dominio (la mitad de las tierras romanas correspondían
a los heredia poseídos en pleno dominio, mientras la otra mitad se
había ido fraccionando por sucesivas particiones hereditarias o por
ventas; un heredium era una finca rústica cuya extensión mínima era de
veinte yugadas, es decir 5,4 ha, o sea que la medida romana de la yugada
era equivalente a 2.700 metros cuadrados). Iban armados con lanza
(hasta), yelmo (galea), coraza (lórica), escudo redondo (clípeus) y
polainas (ócreae). Esta primera clase debía comprar y mantener un
caballo de donde fueron llamados éqüite, es decir caballeros. 2ª clase: Los que poseían tres cuartos de un heredium (o sea al menos 40.500 metros cuadrados). 3ª clase: Los que poseían la mitad de un heredium (al menos 27.000 m²). 4ª clase: Los que poseían un cuarto de heredium (al menos 13.500 m²). 5ª clase: Los que poseían un octavo de heredium (al menos 6.750 m²). El
armamento de las clases sucesivas era cada vez más ligero. Tras las
cinco clases estaban los que no poseían nada (cápite censi) que
colaboraban en la milicia como carpinteros, herreros, músicos, etcétera.
Por cada 80 soldados de 1ª clase, debían salir 20 de clase 2ª, 20 de
clase 3ª, 20 de clase 4ª y 28 de clase 5ª. Los soldados eran movilizados
para la campaña, y terminada esta eran licenciados. En cambio los
caballeros permanecían en el ejército de forma continuada, y sus
integrantes salían de las familias de ciudadanos con mayor riqueza.
Las
diversas clases formaban la población susceptible de actuar
militarmente y se reunían en asamblea, en los llamados comicios
centuriados (comitia centuriata). A fin de facilitar las levas la
constitución de Servio Tulio dividió la ciudad en cuatro
circunscripciones territoriales llamadas tribus, cada una con una
población similar. Los soldados fueron divididos en dos categorías: los
jóvenes (iúniores) entre 16 y 25 años; y los veteranos (séniores), de
más de 25 años.
Se estructuraban en Legiones, formando una legión
3.000 soldados (classes) y 1.200 auxiliares (vélites). Las legiones
operaban en formaciones constituidas por filas de soldados: las cuatro
primeras filas estaban integradas por soldados con armadura completa
(hóplites u hoplitas). Una legión (4.200 hombres) se dividía en
centurias (hasta un total de 42). Casi la mitad de los hombres de una
legión disponían de armadura completa (el número de hoplitas era de
2.000 por cada legión). Otros mil hombres eran soldados de 2ª y 3ª
clase. El resto, los auxiliares (velites) eran soldados de 4ª clase (en
número de 500) y de 5ª clase (en número de 700). En una legión había
1.050 hombres de cada una de las cuatro tribus en que se dividía la
ciudad; y en las centurias, cada tribu aportaba 25 hombres.
En
esta época Roma disponía normalmente de cuatro legiones (dos de ellas en
campaña y dos de guarnición). Cada legión contaba con trescientos
caballeros. Todo lo que los soldados ganaran en la lucha, fueran muebles
o inmuebles, pasaba al Estado romano.
El censo
Este
sistema de reclutamiento en razón de los bienes poseídos, hizo
necesario establecer un censo de propiedades y transmisiones, que se
revisaba cada cuatro años. Un efecto inmediato fue el de dividir a la
sociedad romana: a la división ya existente entre patricios y plebeyos,
se añadía ahora la división entre propietarios (los que tienen tierra,
sean ciudadanos o no) y proletarios (es decir los que crían hijos,
mayoritariamente plebeyos, pero también con algunos ciudadanos
arruinados o desposeídos por sucesivas particiones). El censo se hacía
cada cuatro años. Al año siguiente se hacían sacrificios (lustrum) y los
encargados del censo o censores renunciaban a sus cargos.
La justicia El censo se creó en el año 212 a. C.
La
jurisdicción se concentra en la ciudad, y en la fase monárquica en el
Rey, que tiene su “tribunal” y ordena (jus o ius) en los días
establecidos (díes fasti) sentándose en la llamada "silla curul" (sella
curulis) auxiliado por los alguaciles (líctores), y frente a las partes
litigantes (rei).
Algunos delitos tienen jueces especiales:
Los duoviri perduellionis para la insurrección. Los quaestores paricidii para el asesinato. Unos
funcionarios especiales, llamados los tres viri nocturni se ocupan de
las cuestiones relacionadas con incendios nocturnos, policía de
seguridad y vigilancia de ejecuciones. La tortura sólo puede aplicarse a los esclavos.
La detención preventiva es la norma general.
La pena capital era aplicable a quien alterara la paz pública, y por otros delitos. Tenía varias formas:
A los testigos falsos se les arrojaba desde una altura (La Roca Tarpeya) era el destino de los traidores. A los ladrones de mieses se les colgaba. A los incendiarios se les quemaba vivos. Existía el derecho de recurso (provocatio). El indulto correspondía al pueblo.
Se daban además algunos tipos especiales de indultos:
El que se arrodillaba ante un sacerdote de Júpiter no podía ser apaleado en veinticuatro horas. El que entraba encadenado en su propia casa debía ser desatado. El criminal que al dirigirse a una ejecución se tropezaba con una vestal (virgen, especie de sacerdotisa), era perdonado. Las penas aplicadas más frecuentemente eran las multas (pagadas con la entrega de bueyes u ovejas) y el apaleamiento.
Los
juicios civiles eran juzgados por el rey o por un comisario designado
por este. La reparación se verificaba a menudo por vía de transacción, y
si no había acuerdo la pena (poena) era fijada por el juzgador.
En
caso de robo el ladrón podía pagar una reparación satisfactoria. Si no
podía o era irreparable el ladrón se convertía en esclavo del robado. En
los casos de injurias se concertaba una indemnización. En los casos de
lesiones podía reclamarse el Talión (es decir provocar el mismo daño).
La propiedad y los contratos
Según el dedepósito era adjudicado a los sacerdotes para sacrificios
públicos. La parte perdedora tenía treinta días para el pago de la
prestación o de la deuda reclamada; si no lo hacía, se pasaba a la vía
de ejecución y se le obligaba a pagar salvo que aportara nuevos testigos
que justificaran su derecho (víndex).
Si se obstinaba en no
pagar o no podía hacerlo, se convertía en esclavo, pero durante un
periodo de sesenta días la sentencia quedaba en suspenso por si alguien
se compadecía de él y pagaba la deuda, en cuyo caso quedaba libre. Si
nadie se compadecía y pagaba, el vencedor del juicio lo recibía en
propiedad, y podía matarlo, venderlo como esclavo en el extranjero o
guardarlo para sí (en tal caso, al pasar a ser esclavo, esta condición
se transmitía a sus descendientes), pero siempre para usarlo fuera de
los muros de Roma. Más tarde desapareció el paso a la esclavitud en
favor del acreedor, y aquel que no podía o no quería pagar era
encarcelado en las llamadas lautúmiae ('cárceles').
El Estado ejercía la tutela de los menores y de los incapaces.
Los
esclavos podían ser manumitidos, esto es liberados. La liberación podía
ser privada (en cuyo caso el amo tenía derecho a retractarse y recobrar
al esclavo), o pública (en cuyo caso era perpetua e irrevocable).
Provincias romanas
Todo territorio anexionado se convertía en provincia y era confiado a un pretor o a un promagistrado. Sicilia (227 a. C.). Córcega-Cerdeña (227 a. C.). África : África Vetus o Proconsular (146 a. C.). África Nova (46 a. C.). Hispania: (Citerior y Ulterior) (197 a. C.). Galia: (Galia Narbonense (120 a. C.) y Comata (50 a. C.)). Grecia: (Macedonia (148 a. C.) e Iliria (60 a. C.)). Asia: (Asia (129 a. C.), Cilicia (101 a. C.), Bitinia (74 a. C.), Ponto (63 a. C.), Siria (63), Chipre (58 a. C.). Cirenaica - (74 a. C.). Egipto - (30 a. C.).
Cultura romana:
La
Cultura romana fue el resultado de un importante intercambio entre
civilizaciones diferentes: la cultura griega y las culturas
desarrolladas en Oriente (Mesopotamia y Egipto, sobre todo)
contribuyeron a formar la cultura y el arte de los romanos. Uno de los
vehículos que más contribuyó a la universalización de la cultura romana,
que pronto fue la de todo el imperio, fue el uso del latín como lengua
común de todos los pueblos sometidos a Roma.
El calendario romano
El
primitivo calendario romano fijaba la duración de los meses en 29 días,
12 horas y 44 minutos con meses lunares de 29 ó 30 días. El mes era la
fracción mayor, y el día la menor, aunque después se dividió en horas.
Los
romanos consideraban que el día se iniciaba a medianoche. Al
establecerse el año (de annus = anillo) le fijaron una duración de 10
meses (sistema decimal), pero más tarde, por influencia griega, se pasó
al año de 12 meses, con 368 días y ¾ de otro, con meses de 30 y 29 días
alternativamente, y cada dos años un año con 13 meses, ajustándose
progresivamente el sistema suprimiéndose o agregándose días. Así se
estableció un año que comenzaba en primavera (en el mes dedicado al dios
de la guerra Marte, o sea el mes martius = 'marzo'), luego seguía el
mes que se abre (aprilis = 'abril'), el del crecimiento (maius = 'mayo')
y el del florecimiento (junius = junio). Luego los meses seguían por
orden del quinto al décimo: quintilis (julio), sextilis (agosto),
september (septiembre), october (octubre), november (noviembre) y
december (diciembre); seguía el mes de apertura de los trabajos
agrícolas (januarius = enero) y el mes de las purificaciones (februarius
= febrero). Si se añadía otro mes, este no tenía nombre pero se le
llamaba mercedonius por estar consagrado a la paga.
Con los
progresivos reajustes se fijaron meses de 31 días (marzo, mayo, julio y
octubre), de 28 días (febrero, que cada cuatro años tenía 29 días) y de
29 días (los demás), intercalándose un mes de 27 días cada dos años. Así
el primer y el tercer año del ciclo tenían 355 días cada uno; el
segundo año 383 días; y el cuarto año 382 días, o sea en total 1474
días. Cada mes se dividía en semanas de entre 4 y 9 días; la segunda y
cuarta semana del mes eran de 8 días, la tercera de 9 días salvo en
Febrero que eran 8 y en el intercalar que eran 7) y la primera semana
era de 6 días en los meses de 31 y de 4 en los demás. El anuncio de la
duración de la primera semana se llamaba anuncio de las calendas y a las
semanas de nueve días el noveno día se llamaba nonae o nonas; al primer
día de la tercera semana se la llamaba idus (o ides). A cada periodo de
cinco años se le llamaba lustro debido a que se hacían sacrificios
(lustrum) el año después de la revisión del censo que era cada cuatro
años.
Ciencia
La
ciencia no conoció un desarrollo importante en Roma en el campo de la
teoría o de la investigación pura, limitándose los autores romanos a
recopilar conocimientos anteriores, sobre todo los griegos; Plinio el
Viejo (23–79) recopiló en su Naturalis Historia la ciencia griega.
Medicina
En los primeros tiempos la medicina romana era medio magia, medio religión. No
obstante, se sabe que los etruscos, habilidosos practicantes de la
adivinación, eran no menos habilidosos fabricantes de prótesis dentales.
Una
ley atribuida al rey Numa prescribía la cesárea cuando la madre moría
antes del parto, para salvar al niño. Pero no menciona ningún médico.
Probablemente cada uno hacía lo que sabía en caso de necesidad.
Influencia
griega. Cuando el primer médico griego llega a Roma (Arcagato de
Esparta, 219 a. C.), Catón se opone a la admisión de esta y otras
novedades que teme van a helenizar, es decir, a iniciar la decadencia de
Roma. Y propugna la vuelta a la medicina tradicional (en su caso, por
ejemplo, eran panaceas la col y el vino). La medicina griega que llega a Roma viene dividida en dos escuelas:
-La
de Hipócrates, convencido de la vis medicatrix naturae y por lo tanto
seguidora de un método expectante, consistente en no violentar el curso
de la enfermedad. Hipócrates decía que lo primero era no hacer mal
(primum non nocere).
-La de Asclepíades, por su parte, era
partidaria de actuar para que la curación se produjese cito, tuto ac
iucunde (rápida, segura y agradablemente) porque quien cura es el
médico, no la naturaleza. Utilizaba dietas, masajes, medicamentos y
música. Llegó a practicar la traqueotomía.
En las obras de Celso encontramos descritas operaciones de cirugía plástica, extirpación de pólipos nasales, amígdalas, etc.
Galeno
(130-200) ya practicaba la disección de cadáveres, pero con animales,
porque estaba muy mal visto el estudio anatómico de cadáveres humanos.
El
material quirúrgico. A juzgar por lo que apareció en casa de un médico
de Pompeya, no era excesivamente rudimentario. Hay también indicios de
que conocían el espejo dental y las propiedades atispépticas de ciertos
ungüentos. Clase médica. La enseñanza de la medicina era privada y
no había títulos. Cualquiera podría practicarla, incluso en la época
imperial cuando eximen a los médicos de pagar impuestos y del servicio
militar. La mayoría de los médicos era griega y judía. Roma no hizo
avanzar gran cosa la medicina porque no tuvo interés por la
investigación experimental, y porque se obsesionó en escribir los libros
de medicina en verso. Sammórico (inventor de la fórmula mágica
Abracadabra) fue el introductor de esta moda que gobernará la Edad
Media.
Organización sanitaria. La gran aportación de Roma a la
sanidad pública es el sistema hospitalario, aunque sus inicios fueron no
más que la habilitación de un refugio para que pudiesen morir los
enfermos pobres: la llamada illa tiberiana. Con la extensión del
imperio, se fueron creando los hospitales militares, creados en lugares
estratégicos. Tras estos hospitales en las provincias, aparecieron
los hospitales de caridad. El primero en Roma lo creó una mujer llamada
Fabiola en el siglo IV a. C.
Higiénicamente hablando, una
importante novedad romana fue el abastecimiento de agua a la ciudad. Una
red de acueductos aportaba a Roma más de mil millones de litros por
día.
Las comidas
Los textos antiguos hablan de tres comidas en un día romano.
En
primer lugar, estaba el ientaculum que era el almuerzo o lo que el niño
llevaba para comer en la escuela. En todo caso, era una comida ligera.
La
segunda era el prandium que coincidiría con un tentempié actual. Se
tomaba a la hora VII (mediodía solar) y ni se precisaba sentarse ni
lavarse las manos.
La tercera comida era la cena, pero que más
bien corresponde a la comida en el sentido actual, no solo por la hora
(VIII en el invierno, las 12.44 hora solar; IX en el verano, las 14.31
hora solar), sino por su abundancia. En la cena se distinguían tres
partes:
gustus o gustatio que consistía en tomar unos entremeses:
huevos, aceitunas, lechuga, achicoria, ajos, ostras, setas o pescado en
salmuera. Bebían mulsum (vino con miel). cena propiamente dicha: carne y pescado de varios tipos, según la economía. Bebían vino. secundae mensae (postres): queso, bollos, fruta, frutos secos. En
algunos casos, después venía la comissatio (sobremesa en la que se
bebía copiosamente) en la que los autores leen, cuentan cuentos, etc. Se
podía alargar mucho.
La cena, por tanto, duraba horas ya que, no
siendo en los balnearios (thermae) o en el barbero, no tenían otro
lugar para juntarse y matar el tiempo.
Tenían una postura para
comer extraña hoy en día: tumbados sobre el lado izquierdo. El comedor
se llamaba triclinium, porque eran tres lechos con el cabezal frente a
una mesita cuadrada. El lecho que no tenía a otro enfrente (lectus
medius) era el principal; le seguía en importancia el que estaba a su
izquierda (lectus summus). Pero con el tiempo la mesita se hizo redonda y
los tres lechos se hicieron un único lecho en forma de media luna. Esa
mesita se llamaba repositorium. Las mujeres comían con sus maridos, no
como en Grecia. Y los esclavos sólo se ponían a la mesa con los amos en
algunos días de fiesta, por ejemplo, durante las saturnalia.
En
el repositorium se posaba la comida que ya venía cortada de la cocina. E
inicialmente se cogía con los dedos. La buena educación de cada uno se
veía en coger la comida con las puntas de los dedos sin mancharse la
mano ni la cara. Los restos se tiraban al suelo. Al terminar la comida,
los comensales podían llevar algo de la comida sobrante para la casa.
Los
esclavos suplen las incomodidades de no tener aún un cubierto para
pinchar con un constante servicio de agua y toalla para lavar las manos
reiteradamente. Cuando uno iba invitado a la casa de otro, llevaba su
propio esclavo para estos servicios.
Lo que si tenían los
comensales era cuchillo (culter), palillos y cucharas de varios tipos,
desde el cucharón (trulla), la cuchara de un centilitro de capacidad
(lígula) y la cucharita afilada (cochlear) con la que abrían huevos y
mariscos de concha. No obstante lo anterior es aplicable a las personas
de alta clase. Los más pobres y humildes sí que comían sentados y cosas
más sencillas.
Derecho
La verdadera innovación de los romanos fue la sistematización y la enseñanza del derecho, que no existía entre los griegos.
El
derecho romano, una de las grandes aportaciones de Roma a la
civilización, supuso la primera recopilación científica de las normas
para las que deben regirse las relaciones de los ciudadanos en todos los
aspectos fundamentales: privados y públicos, familiares, laborales,
etc. A partir de Augusto la ciencia del derecho tuvo una gran
importancia y hubo notables jurisconsultos, como Gayo, Ulpiano y
Papiniano. Los jurisconsultos romanos distinguían entre:
Ius publicum (derecho público) que regulaba las relaciones entre los ciudadanos y el Estado; Ius pirvatum (derecho privado) que regulaba las relaciones de los ciudadanos entre sí; Ius getium (derecho internacional) que regulaba las relaciones entre los distintos pueblos.
La educación
Los
padres fueron los que educaron a los hijos en la Roma de los primeros
tiempos. Las costumbres, las creencias y las leyendas iban pasando así
familiarmente de unas generaciones a otras. Generalmente, era la madre
(si sabía) la que enseñaba a leer, escribir y hacer cuentas. El padre
procuraba irle enseñando las leyes y costumbres de todo buen ciudadano
romano.
Con la expansión de Roma, sobre todo al conquistar
Grecia, se hizo necesario abrir nuevos caminos en el mundo de la
educación. Así, las familias que tenían medios pudieron disponer del
siguiente plan de estudios para sus hijos:
De pequeños podían
tener un maestro en casa, magister (que generalmente era un esclavo o
liberto griego) o bien ir a una escuela llevados por un esclavo,
paedagogus, que después también les repasaba las lecciones en casa. En
la primera etapa educativa el niño aprendía con un maestro, magister
ludi, litterator, calculator, a leer, escribir y hacer cuentas. La
disciplina era severa, pero los niños jugaban con letras de madera o
marfil y con ellas aprendían a leer y a escribir. Por eso a esta escuela
le llaman 'juego' (ludus) y el maestro era magister ludi. La escuela se
situaba en un pequeño cuarto (taberna, pergula), en una cabaña o en el
jardín (según el tiempo y las posibilidades). El maestro tenían una
silla (cathedra) o un taburete (sella). Los niños se sentaban en escaños
(subsellia). Los instrumentos de trabajo eran unas tablas enceradas
(tabulae, cerae) en las que rascaban con punzones (stilus) que por un
lado eran puntiagudos y por otro acababan en una espátula con la que se
alisaba la cera y así quedaba lista para volver a escribir en ella
(stilum vertere).
La segunda etapa podía ser privada o pública.
El profesor era el grammaticus que enseñaba a entender y comentar los
textos literarios. Comentando los textos clásicos, los niños aprendían
de todo: geografía, historia, física, religión, etc. Con el tiempo, la
grammatica empezaría a ser también estudio sobre la lengua que hablaban y
esta innovación acabaría eliminando el primitivo concepto de
grammatica. La tercer etapa preparaba en la elocuencia al futuro
político romano. El profesor era el rhetor (maestro de oratoria).
Quintiliano, por ejemplo, escribió muchas notas pedagógicas de cómo
formar al orador. Entre los ejercicios frecuentes estaba la realización
de juicios ficticios en los que unos alumnos acusaban y otros defendían.
La escritura
Roma introdujo el alfabeto actual, importado de los griegos de Sicilia y perfeccionado después.
Se
escribía con una tachuela en bronce (scríbere) o se pintaba (línere o
píngere) sobre una hoja (folium) vegetal, sobre cortezas (líber, de
donde viene la palabra española "libro" o maderas (tábula o tabla, álbum o madera 'blanca'), y más tarde sobre cobre (aes) y sobre lienzos.
La palabra "escritura" procede de scriptura, que era la marca que se hacía al ganado que se enviaba a pastar.
Una
de las características de la escritura romana es que el sonido de la
vocal u se conseguía con la letra v. Por ejemplo "Avgvstvs" se
pronunciaba augústus.
La muerte
En
la muerte los habitantes de Roma recibían un trato desigual como en
vida. A los esclavos los enterraban en una fosa común o, cuando los
crucificaban, los dejaban para alimento de los buitres. Era un entierro
frecuente en Roma por el alto porcentaje que había de esclavos. Para el
resto de la gente había dos tipos de trato: la incineración (quema del
cadáver y colocación de las cenizas en una urna) y la inhumación (de
humus, tierra, que era el enterramiento). Una ley de las XII Tablas
prohibía realizar uno de estos ritos dentro de la ciudad.
Numa
tuvo su sepulcro sobre el monte Janículo, que entonces no estaba en el
recinto de la ciudad. Los reyes que le sucedieron tuvieron el suyo en el
campo de Marte, entre el Tíber y la ciudad. Las vestales gozaban de la
prerrogativa de ser enterradas dentro de la ciudad pero las que
quebrantaban el voto de castidad eran enterradas en un campo que tomando
el nombre de este pecado, fue llamado campo del delito. Los generales
participaron luego de este honor que se extendió finalmente a los
principales de la nación hasta que la ley de las XII tablas lo prohibió.
El nacimiento
Cuando
en Roma nacía un niño, lo ponían a los pies del padre y, si este lo
cogía en el colo y lo alzaba bien alto en los brazos (tollere fillium),
el niño quedaba legitimado y el padre se comprometía con este
reconocimiento a criarlo, educarlos y ayudarle a buscar vida.
En
los primeros ocho días (primordia) había diversas ceremonias para que
las divinidades, principalmente Juno y Hércules, protegiesen la nueva
vida.
Los nombres propios
El
nombre en Roma tenía ciertas particularidades. Las mujeres llevaban un
único nombre, que normalmente era el de la gens en femenino: Terentia
(de la familia Terentia). Los hombres, en cambio, sobre todo si eran
patricios, llevaban tres nombres, costumbre de origen etrusco: Marcus
(praenomen), Tullius (nomen), Cicero (cognomen).
La religión
Los
romanos eran politeístas. La religión romana refleja los mismos
elementos procedentes de otras civilizaciones que el resto de sus
manifestaciones culturales. La religión griega, sobre todo, desempeñó un
papel fundamental en la creación del panteón romano.
Durante la
Monarquía y en los primeros tiempos de la República, los dioses estaban
directamente relacionados con las actividades agrícolas y la vida
doméstica.
Los romanos veneraban a los números o espíritus de la
naturaleza, a los manes o espíritus de los antepasados, a los lares o
espíritus del hogar y a los penates o espíritus de la vida y de las
provisiones.
La religión romana tuvo un carácter práctico que se
tradujo a la creación de un tipo especial de sacerdotes, los augures,
encargados de interpretar determinados signos (el vuelo de las aves, las
entrañas
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