Alameda de San Antonio Abad
Tiene la entrada por la Plaza de España y desemboca en el Barrio de San Antonio Abad, más conocido por San Antón. Se llamó Alameda de San Antonio Abad al tramo comprendido entre el puente de la Acequieta, situado a la salida del Arrabal de San Roque (calle del Carmen) y las primeras casas del barrio de San Antón. Este trecho formaba parte del camino Real que comunicaba Cartagena con Murcia y Madrid.
Por Real Cédula del 15 de enero de 1591 se ordenó la plantación de árboles con el fin de que su madera fuera aprovechada para el real servicio de S.M. El Concejo ordenó que se plantaran álamos y olmos desde el Pilar y fuente que está en esta ciudad a la vía del camino de Murcia y por el camino de en medio de la huerta de esta Ciudad que va al jardín de Luis de Morales.
Esta alameda no lo fue realmente hasta 1724, que siendo Gobernador de lo Político y Militar el Conde de Arschot de Riviere, encargó las obras de higiene y urbanización al ingeniero Sebastián Feringán. A principios del citado año se embelleció la salida de la población y los caminos que iban a Lorca, San Antón y Murcia con calles de álamos.
Para la conservación de estos plantíos se promulgó un estricto bando que decía: Se manda que ninguna persona de estado, calidad o condición que sea, sea osado, cortar, arrancar o en otra forma herir o dañar los árboles por sí o con averío, ganado o cabalgadura pena de seis años en galeras, a el que se averiguare haberlo hecho maliciosamente, y en otra forma, de tres mil maravedis vellón aplicados, las dos partes para el aumento y beneficio de dicha alameda, y otra para el ministro o persona que el daño denunciase, además de resarcirle de sus propios bienes.
Con estas severas órdenes no era de extrañar la gran frondosidad que tenían las alamedas que el Ayuntamiento cuidó con gran dedicación. En el año 1785, tenía hasta San Antón 271 álamos blancos y 71 negros, desde este barrio a la Fuente de Cubas 171 álamos y 251 desde este sitio a Los Dolores.
En 1810 la Alameda fue totalmente talada cuando se temía que la población fuese sitiada por el general francés Sebastiani. Cuatro años más tarde se hicieron plantaciones de álamos blancos, pero esta vez sólo hasta San Antón.
En 1823 fueron talados con ocasión del nuevo sitio francés del barón Vincent, y vueltos a plantarse por tercera vez, se quitaron en 1844 al poner cerco a la ciudad las tropas de la Reina Isabel II mandadas por el General Roncali.
En 1866 se hicieron nuevas plantaciones que volvieron a ser taladas en 1873 durante la guerra cantonal.
En 1897 se plantaron eucaliptos (eucaliptus globulus) por alamedas y paseos para que sus potentes raíces desecaran las zonas pantanosas y que sus supuestas propiedades curativas purificaran el insano ambiente del Almarjal. Así estuvieron hasta que entre 1989 y 1990 fueron arrancados para hacer una remodelación del paseo.
Fuera de las Puertas de Madrid, existía desde tiempo inmemorial, un mercado de compra y venta de cereales, y, desde 1881 hasta 1926, otro de ganado que tenía lugar todos los miércoles.
A principios del siglo XVII se levantaron algunos edificios a los lados del camino y había diseminadas por su campo bastantes casas de labranza, dadas las inmejorables condiciones del terreno, regados con las aguas de la fuente de Cubas, donde el Ayuntamiento poseía fértiles campos para pastos, y aprovechándose también las aguas de la rambla de Benipila. También existía un convento llamado de los Padres Recoletos.
La Fábrica de la Luz “Hispania” fue el primer edificio construido en el Ensanche. Un edificio, obra del arquitecto Oliver, con ornamentación geométrica entre la que destaca una curiosa ventana redonda con molduras, y dos esbeltas chimeneas. Como todo lo que se construía entonces, es una edificación de gran belleza.
La Alameda de San Antón fue objeto de muchísimas reformas, la más importante la realizada en 1868 por Carlos Mancha. Fue diseñada como un paseo central y dos vías a los lados, en la que se instalaron muchos bancos de piedra de los Ataviares para el descanso de los viandantes. A la mitad del paseo se construyó una espaciosa plaza ovalada llamada el Hipódromo.
En el año 1877 existió una plaza de toros ubicada próxima a los terrenos donde hubo una fábrica de cerillas y más tarde la Escuela Superior de Industria.
El 30 de abril de 1920 la Alameda de San Antón pasó a llamarse por un tiempo Paseo de Fernando Garrido.
El edificio de la actual Cruz Roja en la Alameda fue constuido en 1902 por Pedro Cerdán como hotel para la compañía “Constructora Moderna”. Dicho hotel fue el primer edificio vivienda construido en el Ensanche y por tanto el modelo propuesto para la nueva ciudad del Ensanche.
La Casa Zapata es un edificio de corte modernista, proyectado por Victor Beltrí en 1910, y situado en la parte norte de la Plaza de España. Propiedad, como la mayoría de los ilustres edificios particulares de Cartagena, de una familia con fructíferas explotaciones mineras, en este caso la familia Zapata. Pertenece a las Carmelitas desde 1942.
En 1940, se sustituyó la fuente de la Plaza de España por una “Cruz de los Caídos”, que más tarde sería trasladada a la Alameda de San Antón.
Por Real Cédula del 15 de enero de 1591 se ordenó la plantación de árboles con el fin de que su madera fuera aprovechada para el real servicio de S.M. El Concejo ordenó que se plantaran álamos y olmos desde el Pilar y fuente que está en esta ciudad a la vía del camino de Murcia y por el camino de en medio de la huerta de esta Ciudad que va al jardín de Luis de Morales.
Esta alameda no lo fue realmente hasta 1724, que siendo Gobernador de lo Político y Militar el Conde de Arschot de Riviere, encargó las obras de higiene y urbanización al ingeniero Sebastián Feringán. A principios del citado año se embelleció la salida de la población y los caminos que iban a Lorca, San Antón y Murcia con calles de álamos.
Para la conservación de estos plantíos se promulgó un estricto bando que decía: Se manda que ninguna persona de estado, calidad o condición que sea, sea osado, cortar, arrancar o en otra forma herir o dañar los árboles por sí o con averío, ganado o cabalgadura pena de seis años en galeras, a el que se averiguare haberlo hecho maliciosamente, y en otra forma, de tres mil maravedis vellón aplicados, las dos partes para el aumento y beneficio de dicha alameda, y otra para el ministro o persona que el daño denunciase, además de resarcirle de sus propios bienes.
Con estas severas órdenes no era de extrañar la gran frondosidad que tenían las alamedas que el Ayuntamiento cuidó con gran dedicación. En el año 1785, tenía hasta San Antón 271 álamos blancos y 71 negros, desde este barrio a la Fuente de Cubas 171 álamos y 251 desde este sitio a Los Dolores.
En 1810 la Alameda fue totalmente talada cuando se temía que la población fuese sitiada por el general francés Sebastiani. Cuatro años más tarde se hicieron plantaciones de álamos blancos, pero esta vez sólo hasta San Antón.
En 1823 fueron talados con ocasión del nuevo sitio francés del barón Vincent, y vueltos a plantarse por tercera vez, se quitaron en 1844 al poner cerco a la ciudad las tropas de la Reina Isabel II mandadas por el General Roncali.
En 1866 se hicieron nuevas plantaciones que volvieron a ser taladas en 1873 durante la guerra cantonal.
En 1897 se plantaron eucaliptos (eucaliptus globulus) por alamedas y paseos para que sus potentes raíces desecaran las zonas pantanosas y que sus supuestas propiedades curativas purificaran el insano ambiente del Almarjal. Así estuvieron hasta que entre 1989 y 1990 fueron arrancados para hacer una remodelación del paseo.
Fuera de las Puertas de Madrid, existía desde tiempo inmemorial, un mercado de compra y venta de cereales, y, desde 1881 hasta 1926, otro de ganado que tenía lugar todos los miércoles.
A principios del siglo XVII se levantaron algunos edificios a los lados del camino y había diseminadas por su campo bastantes casas de labranza, dadas las inmejorables condiciones del terreno, regados con las aguas de la fuente de Cubas, donde el Ayuntamiento poseía fértiles campos para pastos, y aprovechándose también las aguas de la rambla de Benipila. También existía un convento llamado de los Padres Recoletos.
La Fábrica de la Luz “Hispania” fue el primer edificio construido en el Ensanche. Un edificio, obra del arquitecto Oliver, con ornamentación geométrica entre la que destaca una curiosa ventana redonda con molduras, y dos esbeltas chimeneas. Como todo lo que se construía entonces, es una edificación de gran belleza.
La Alameda de San Antón fue objeto de muchísimas reformas, la más importante la realizada en 1868 por Carlos Mancha. Fue diseñada como un paseo central y dos vías a los lados, en la que se instalaron muchos bancos de piedra de los Ataviares para el descanso de los viandantes. A la mitad del paseo se construyó una espaciosa plaza ovalada llamada el Hipódromo.
En el año 1877 existió una plaza de toros ubicada próxima a los terrenos donde hubo una fábrica de cerillas y más tarde la Escuela Superior de Industria.
El 30 de abril de 1920 la Alameda de San Antón pasó a llamarse por un tiempo Paseo de Fernando Garrido.
El edificio de la actual Cruz Roja en la Alameda fue constuido en 1902 por Pedro Cerdán como hotel para la compañía “Constructora Moderna”. Dicho hotel fue el primer edificio vivienda construido en el Ensanche y por tanto el modelo propuesto para la nueva ciudad del Ensanche.
La Casa Zapata es un edificio de corte modernista, proyectado por Victor Beltrí en 1910, y situado en la parte norte de la Plaza de España. Propiedad, como la mayoría de los ilustres edificios particulares de Cartagena, de una familia con fructíferas explotaciones mineras, en este caso la familia Zapata. Pertenece a las Carmelitas desde 1942.
En 1940, se sustituyó la fuente de la Plaza de España por una “Cruz de los Caídos”, que más tarde sería trasladada a la Alameda de San Antón.
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