Sólo hasta 1970, cuando artistas e historiadoras de arte feministas se preguntaron por la presencia de las mujeres en el hecho artístico, la obra de Camille Claudel comenzó a ser reconocida. Esta mujer nacida en 1864, pasó gran parte de su vida junto al famoso escultor Auguste Rodin, como su amante y colega, además de ser las manos ocultas que esculpieron numerosas obras de quien protagonizaría la historia y ocuparía un lugar en los museos.