martes, 19 de febrero de 2013

“El bueno, el malo y el feo”

“El bueno, el malo y el feo”, tres grandes tanques de la segunda guerra mundial.

     Comencemos hablando del “bueno”, si hubiese que etiquetar un tanque con este apodo sería el tanque ruso T-34/85. Este tanque se caracterizaba por su sencillez y eficacia.
     El T-34/85 se basó en el modelo de tanque T-32 de Koshkin que combinaba mejor blindaje, mejor armamento y cinco ruedas de rodaje a cada lado que soportaban unas orugas más anchas. En 1940 rodó el primer prototipo del T-34 se lanzó con una versión del cañón mejorada de 76,2 mm que podía perforar carros pesados a poca distancia y PzKpfw III y IV al doble de distancia. También poseía dos ametralladoras de 7,62 mm una en el casco y otra montada en la torreta (coaxial). La versión del T-34/85 no llegó hasta diciembre de 1943 que se dotó con un nuevo cañón de 85 mm (equivalente a de los Tiger 88 mm) y por ello hubo que sustituir también la torreta por una más ancha y robusta. Además, también tuvo versiones lanzallamas, de recuperación de blindados y bulldozer limpiaminas. Otra de las características que destacan de este blindado, es que el día del tradicional desfile del 7 diciembre de noviembre de 1941 las primeras versiones del T-34 marcharon por la Plaza Roja y al terminar iban directos a los campos de batalla.


     El siguiente tanque del que hablaremos es el temible Tiger PzKpfw VI, le bautizaremos como el malo ya que el comandante Michael Withman tenía en su cuenta 138 carros de combate enemigos abatidos con su Tiger. El Tiger llevaba una tripulación de 5 hombre incluyendo el comandante, poseía un blindaje frontal de 100 mm, un cañón principal de 88 mm y dos ametralladoras. En el frente este este tanque fue puesto a prueba, su sistema de ruedas al tebolillo eran una gran innovación sin embargo el barro blando y la nieve se metían entra las dos filas de ruedas y se helaban cuando los carros se detenían durante largo tiempo. Las unidades acorazadas soviéticas se dieron cuenta de ello y atacaban cuando el enemigo se encontraba atascado.

     Finalmente hablemos del feo, el Sherman unos de los tanques más producidos al que llamaban el zippo ya que cuando se incendiaba ardía como un mechero de gasolina. Se fabricaron multiples tipos y subtipos de este tanque aunque solo hablaremos de los modelos básicos. El modelo más fabricado fue el M4A1 que contaba con una tripulación de 5 hombres, un blindaje de 51 mm, un cañón de 75 mm y dos ametralladoras de 7,62 mm. Una de las versiones más interesantes era el Sheman DD (Duplex Drive) que contaba con hélices y una lona que lo hacían “nadar” aunque en el desembarco de Normandía de los Sherman que se soltaron en el Canal de la Mancha llegaron muy pocos a sus objetivos. Otras versiones destacadas son el Sherman Crocodile, una versión lanzallamas del mismo y el Sherman Crab que contaba con un rodillo con cadenas para detonar minas terrestres. Para terminar debemos decir que el Sherman ganó la guerra en el frente oeste europeo gracias sobretodo a su producción masiva y la gran facilidad que ofrecía para llevarlo desde las fábricas a los campos de batalla.

Soldados de la Guerra Civil Española

           
            El frustrado golpe militar de julio de 1936 originó una guerra civil que duraría tres años, en donde los nacionales dirigidos por el general Francisco Franco, se enfrentaron a las fuerzas leales al gobierno republicano. Los gobiernos fascistas de la Alemania e Italia lucharon junto al bando nacional, mientras que los republicanos recibieron el apoyo a menor escala de la rusia soviética y de voluntarios de las Brigadas Internacionales. La guerra en tierra se libró principalmente con estrategias y equipo de la Primera Guerra Mundial sin embargo se experimentaron con nuevas máquinas de guerra como los tanques panzer alemanes y la aviación de la legión condor. Al final los nacionales alcanzaron la victoria en un conflicto que costó más de  500.000 vidas y donde más de un cuarto eran civiles o prisioneros que fueron asesinados a sangre fría.


            Por un lado nos encontramos a los republicanos que contaban con varias unidades fieles del ejercito regular y la mayoría de los paramilitares guardias de asalto. Sin embargo, la supervivencia de la República dependía de la creación de las milicias populares mediante distintos grupos de izquierdas, principalmente de los grupos de anarquistas y sindicalistas. De este modo, después de rearmarse tomaron las grandes ciudades y se organizaron en formaciones de defensa al mismo tiempo que intentaban crear una revolución social. Las milicias se construyeron de forma estrictamente democrática eligiendo a sus oficiales aún sin disponer de disciplina formal. En ocasiones con un valor sin precedentes, pero eran demasiado inestables para luchar en una guerra de desgaste contra las tropas de Franco que estaban mejor pertrechadas y abastecidas.  Incluso hoy en día parece  increible que nadie decidiera llevar una campaña de guerrillas contra los nacionales. Además de esto, la gran influencia comunista debido a la ayuda de los soviéticos no impidió  que los grupos de izquierdas lucharan internamente. Por esto, la efecitividad del ejercito republicano se vió entorpecida convirtiendose en un ejercito desmoralizado y agotado que se rindió en marzo de 1939.
            También, el gobierno republicano estuvo apoyado por las llamadas brigadas internacionales que se organizaron en la unión soviética desde finales de 1936. Entre sus filas había todo tipo de nacionalidades desde Francía, Italia, Alemania, Polonia, Gran Bretaña, Estados Unidos hasta China y Japón entre otros. Las brigadas llegaron justo a tiempo para defender Madrid en noviembre de 1936.  Más adelante, en 1937 y 1938 miles de brigadistas murieron en ofensivas frontales inútiles junto a los que eran ejecutados por los comisarios políticos por deserción o motivos políticos. Finalmente, en septiembre de 1938 las brigadas se disolvieron con un balance de 10.000 de 60.000 muertos sólo en España.



            Por otro lado, se encontraba el bando de los nacionales que tenía como núcleo el Ejército de África, procedente de la colinia norteafricana del Marruecos Español. Su élite era la Legión Española, que se creó en 1920 inspirada en la Legión Extranjera Francesa, pero que se constituyó casi enteramente a base de voluntarios aunque también contaba con un gran número de veteranos combatientes procedentes de tribus  marroquíes todas ellas bajo el mando de oficiales españoles. Otra de las milicias más conocidas eran las llamadas requetés (milicias monárquicas católicas) que estaban formadas en gran parte por agricultores de la región navarra que luchaban con el espíritu de los cruzados “con una granada en la mano y un rosario en la otra”. Contaban también con el apoyo del movimiento fascistas falangista, parte de la guardia civil y policia paramilitar.
            En un principio, el avance del Ejército de África fue rápido y prometía una victoria rápida y sencilla. Cuando los soldados españoles transladados desde el norte de África al sur de España por aviones Italianos y Alemanes, avanzaron hacia Madrid sembraron la muerte a su paso. Pero, una tenaz resistencia los mantuvo a las afueras de la capital en una guerra de desgaste. Sin embargo, con el apoyo extranjero y la desunión de sus adversarios lograron finalmente la victoria.
            Tampoco, puede pasarse por alto la ayuda de la Alemania nazi que sumó a las fuerzas de del general Franco la Legión Condor. Este apoyo tanto en material como en hombres supuso una gran ventaja sobre el bando republicano. La Legión Condor aunque menos numerosa que las tropas italianas era en muchos sentidos más eficaz. Se componía en su mayoría de aviones y pilotos de la Luftwaffe aunque también disponía de un contigente de tanques y cañones de 88 mm empleados contra aviones y tanques enemigos. Para los dirigentes nazis, aquella guerra fue un campo de pruebas de equipo y tácticas bélicas donde su personal además de estar bien remunerado ganó tal experiencia en combate que volvieron a Alemania como una verdadera élite. En 1937, la Legión Condor fue responsable del bombardeo de la cuidad vasca de Guernica .


            Por último, debemos reconocer que los soldados de los dos bandos lucharon con valor aunque el bando de los nacionales tenía un mayor apoyo y una organización mucho más eficaz que los republicanos. Estos últimos, carecían de una estructura sólida y equilibrada junto con un tímido apoyo soviético no pudieron resistir la dura guerra de desgaste a la que se enfrentaron.

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