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La palabra chamán proviene de un
vocablo de origen siberiano shaman que identifica hombre-dios-medicina.
Mircea Eliade, investigador rumano que realizó la primera recopilación
sobre el chamanismo y cuyos libros son textos clásicos obligados para su
estudio, define al chamanismo como la técnica del éxtasis o trance, y
al chamán como el gran especialista del alma humana que tiene la
capacidad de realizar viajes hacia la región de los espíritus y desde
allí puede armonizar la realidad.
Según sintetiza Eliade:
El chamán, cuya vocación es señalada por alguna circunstancia extraña
(un sueño, una enfermedad, un rayo) inicia su difícil aprendizaje, que
puede durar muchos años y que se caracteriza por la experiencia
iniciática de sufrimiento, muerte y resurrección ritual, vivida
particularmente a través de rigores como el ayuno, dietas estrictas,
veladas interminables, abstinencia sexual, dominio de la caza, la pesca y
las artes cotidianas, conocimiento de las plantas medicinales y consumo
de plantas psicotrópicas. En este tiempo, el iniciado aprende cantos,
bailes, rezos, mitos y, en general, la cosmogonía y la historia de su
pueblo. (9)
En la visión de este investigador pionero, el chamán es al mismo tiempo,
el portador y hacedor de mitos, el místico extático, el guía espiritual
y el curandero de un grupo social. De tal forma que la sesión chamánica
viene a ser un evento de carácter público en el que la comunidad se
reúne para realizar un ritual según una intención particular: la
curación de un enfermo, la celebración de una fiesta religiosa, el
entrenamiento de un nuevo chamán, el inicio de la época de caza, siembra
o recolección, el agradecimiento o el apaciguamiento de la ira de los
espíritus, el combate de una plaga o una epidemia y sin sinnúmero de
justificaciones más. Bajo esta óptica, el chamán cura, sostiene la
coherencia social y cultural de su pueblo, tiene un conocimiento
extraordinario de las plantas medicinales y ha conservado, en muchos
casos, un sorprendente manejo ecológico del medio ambiente.
Entre las actitudes o paradigmas perceptuales de los chamanes que
utilizan plantas o brebajes visionarios se incluyen los siguientes:
1) las plantas se consideran sagradas;
2) son utilizadas en ceremonias o rituales específicos que sostienen y renuevan la cosmovisión del grupo cultural;
3) existe un mundo distinto a éste al cual se tiene acceso por medio de
las plantas, en ese ámbito secreto de la existencia tienen lugar
experiencias provechosas y se adquieren valiosos conocimientos;
4) el empleo de estas sustancias forma parte reconocida de la membresía del grupo, o algún subgrupo significativo;
5) estas plantas pueden ser utilizadas por quienes tienen la habilidad
para curar y para producir otras cambios en el mundo ordinario mediante
su aplicación. (9)
A pesar de estas coincidencias, el antropólogo catalán Josep María
Fericgla, otro investigador entusiasta del tema, autor de Los
chamanismos a revisión (3), asegura que no se puede hablar de
chamanismo, sino de chamanismos, ya que los distintos chamanes difieren
de la imagen clásica en función de su origen, su inclinación y sus
objetivos; además de que en la actualidad se ha desvirtuado su función
ancestral y hay toda una serie de impostores respondiendo a las demandas
del mercado "new age".
De acuerdo con Fericgla, habría dos fenómenos con sus respectivas
subdivisiones: el chamanismo clásico y el chamanismo de consumo. De este
último dice que llena las carencias y aspiraciones de los Occidentales
ávidos de escapes y dispuestos a pagar por una experiencia exótica,
"pues se ha convertido en un simple producto más para ser vendido en el
mercado de creencias y espectáculos en que hemos convertido la Tierra".
Por contraposición, asegura que "hay que entender el chamanismo clásico
como un campo específico en el que se dan profundas experiencias
estructurantes, que tanto afectan el mundo individual como el social".
(3)
Desde su punto de vista las prácticas chamánicas clásicas habitualmente
actúan como fuente de revelación interior que ofrece alguna respuesta a
las grandes incógnitas humanas de tipo ¿para qué existimos?, ¿cuál es el
sentido del dolor y el sufrimiento?, ¿hacia dónde me dirijo?, ¿qué hay
antes y después de esta forma de vida que nos es dado experimentar? ¿qué
soy? ¿quién soy? Dice que estas respuestas, en el contexto del
chamanismo clásico, se obtiene por medio de "los estados disociados de
la mente", estados generalmente inducidos por el consumo de drogas
enteogéas y/o por trances rítmicos o de otro orígen, como las
alteraciones en el ritmo respiratorio: "Con ello, pues, el chamanismo se
convierte en el primer sistema histórico organizado para buscar el
equilibrio psíquico y físico del ser humano." (3)
De acuerdo a esta visión, Fericgla da su propia definición de lo que sería un chamán clásico:
En una forma de descripción impresionista, podríamos acordar que el
chamán es un individuo visionario e inspirado, entrenado en decodificar
su imaginería mental y en entenderla. Esta imaginería mental que el
chamán ha cultivado, y cuyos impulsos y pasadizos afirma dominar, le
sirve de técnica de profunda revisión personal y como camino para
recibir verdades referidas al mundo exterir, que él vive como
revelaciones. En nombre propio o en el de la colectividad a la que sirve
y con la ayuda de sus espíritus aliados -que a menudos son plantas
psicoactivas-, el chamán puede entrar en un profundo estado modificado
de su mente sin perder la conciencia despierta de lo que está viviendo.
Penetra en loq ue me gusta denominar una consciencia dialógica. Durante
la disociación mental a la que se somete y controla, su ego visionario
establece relaciones con entidades que el chamán vivencia como de
carácter inmaterial. Con la ayuda de tales entidades... dice poder
-hasta un punto que depende de su capacidad personal- modificar el orden
del cosmos invisible de acuerdo a su interés o al de su colectividad.
Es habitual que el chamán consuma sustancias enteógenas o mantenga
rituales percusivos (principalmente binarios) para inducirse la
disociación mental, el trance, que lo caracteriza. (3)
Por último, deseo citar la perspectiva del doctor Jacques Mabit acerca del chamanismo:
Los conceptos de los shamanes pueden ser experimentados por cualquiera y
por lo tanto constituyen un cuerpo de conocimiento asequible al
estudio científico mediante la auto-experimentación controlada... El
entender las prácticas y representaciones del shamanismo pasa en forma
obligatoria por un trabajo del propio cuerpo, o sea por una
auto-experimentación... El verdadero shamán se inicia mediante técnicas
precisas y rigurosas en las cuales se compromete totalmente, utilizando
su propio cuerpo como receptor del macrocosmos y de las fuerzas que lo
animan y a la vez inductor de una auto-exploración de sus bloqueos
personales ligados a su historia personal, sus herencias familiares,
culturales, colectivas: en suma del microcosmos del cual es portador...
La enseñanza del maestro no se hace a través de las palabras, del
discurso: el maestro habla muy poco y sólo controla las experiencias
para evitar al aprendiz perderse en los laberintos de su inconsciente o
del espacio-tiempo mítico en el cual recién se adentra su discípulo. Por
lo tanto, la enseñanza es un auto-descubrimiento conseguido mediante
técnicas cuya finalidad es provocar modificaciones de estados mentales
que dan al alumno la capacidad de percibir directamente, sin
intermediario, los aspectos de la realidad que generalmente escapan su
conciencia ordinaria, cotidiana y "normal", especialmente cuando se
trata de personas como yo, que viven en un medio urbano, occidentalizado
donde se han perdido los vínculos con la naturaleza... ("El cuerpo como
instrumento de la iniciación shamánica", internet:
http://www.ayahuasca-wasi.com/ )
Bibliografía acerca del chamanismo:
1. Artaud, Antonin: México y Viaje al país de los tarahumaras, FCE, México, 1995.
2. Estrada, Álvaro: Vida de María Sabina, la sabia de los hongos, S.XXI, Méx., 1989.
3. Fericgla, Josep María: Los chamanismos a revisión, Kairós, Barcelona, 2000.
4. Fericgla, José María, et all: Plantas, chamanismo y estados de
conciencia, Col. Cogniciones, Los libros de la liebre de marzo,
Barcelona, 1995.
5. Fernández-Baca Tupayachi, Carlos: El otro Saqsaywamán, Edición del autor, Perú, 2000.
6. García Piñeiro, Juan José: En busca de las plantas sagradas, Col. Nagual, Ed. Gaia, España, 1996.
7. Haerner, Michael J.: Alucinógenos y chamanismo, Guadarrama, Madrid, 1976.
8. Luna, Luis Eduardo y Pablo Amaringo: Ayahuasca visions: The religious
iconography of a peruvian shaman, North Atlantic Books, Berkeley,
California, 1991.
9. Mircea, Eliade: El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, México, FCE, 1960.
10. Schultes, Richard E. y Hofmann, Albert: Plantas de los dioses. Orígenes del uso de los alucinógenos, FCE, México, 1993.
11. Wolf, Fred Alan: La búsqueda del águila, un físico cuántico viaja,
en alas de la Ayahuasca, a los reinos del inconsciente humano y al mundo
de los chamanes, Los libros de la Liebre de Marzo, Barcelona, 1997
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en las investigaciones posteriores se
encontro que algunos de los mandatarios de tenochtitlan fueron grandes
chamanes
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Chamanismos
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El
chamanismo antiguamente fue practicado por una élite sacerdotal y lo
que conocemos como chamanismo, sobre todo en Perú, después de quinientos
años, no es el chamanismo auténtico,
porque este chamanismo está desprovisto de lo que es el trabajo de autodescubrimiento.
Podríamos decir que el chamanismo que se practica ahora es como la medicina
oficial, donde el paciente va al médico para que le solucione el problema
y el doctor intenta solucionarle su afección a través de unas sustancias
químicas sin llegar a la esencia de la enfermedad.
Juan
Ruiz Naupari: Chamanimo esencial
El
chamanismo es un modo disciplinado de obtener ayuda y conocimientos,
basado en la premisa de que no tenemos necesidad de limitarnos a operar
en una realidad, una dimensión, cuando necesitamos ayuda. Existe
otra realidad que nos puede prestar ayuda en la vida, una realidad llena
de belleza y armonía, dispuesta a ofrecernos el mismo tipo de
sabiduría sobre el que leemos en los escritos de los grandes
místicos y profetas. Lo único que debemos hacer es mantener
la mente libre de prejuicios y realizar el esfuerzo para seguir la senda
del chamán.
Michael
Harner:
"¿Qué es un chamán?"
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Preámbulo
Como moderadora de la lista de correos del
Foro
de Chamanismo Esencial de la Red Latinoamericana
de Luz, a menudo recibí e-mails solicitándome que definiera lo que
es un chamán o lo que es el chamanismo y la manera de entrar
en contacto con algún "chamán auténtico".
El único
chamán que conozco en persona es el peruano Juan
Ruiz Naupari, con quien trabajo desde hace algunos años.
Además de él, don Ramón Iván, un sanador mexicano, don Miguel Ruiz, autor de Los Cuatro
Acuerdos de la sabiduría tolteca, Josep
María Fericgla, un especialista catalán a quien
entrevisté en Barcelona y Christian Salado, un médico
cubano con quien tomé un curso de visión aural, me han
enseñado y aclarado muchas cosas respecto a este tema.
Ahora sé
que no se puede hablar de chamán ni de chamanismo en términos
genéricos, ya que hoy en día coexisten distintos tipos
de chamanes y de chamanismos en nuestro planeta.
Lo que diferencia
a unos de otros es, en primer lugar, su propósito y en segundo
lugar la tradición a la que pertenecen y la formación
que han recibido.
Según nos
ha contado Juan
Ruiz Naupari, el propósito original de chamanismo
era el autoconocimiento y como tal, constituye uno de los caminos más
antiguos hacia el despertar del ser humano o la iluminación,
como se le llama en otras doctrinas. A éste tipo de chamanismo
Juan
lo llama chamanismo esencial para diferenciarlo de los propósitos
ulteriores que, al paso del tiempo, fueron adquiriendo los herederos
de la tradición que se separaron cada vez más del antiguo
conocimiento.
Entre estos propósitos
ulteriores, el más difundido en la actualidad es la sanación,
principalmente de síntomas y enfermedades psíquicas y
físicas; pero también hay quienes utilizan los llamados
"poderes chamánicos" para el ataque y la defensa, o
simplemente para ganar dinero propiciando una especie de "chamanismo
turístico" que responde a la demanda de "viajes"
utilizando las llamadas plantas
de poder, como bien adviete Josep
Maria Fericgla.
Para entrar en contacto
con un "chamán auténtico", lo primero es pues,
definir qué es lo que queremos para saber qué tipo de
chamán nos interesa. Puede ser que únicamente queramos
tener una experiencia con una planta
sagrada y un "chamán turístico" nos
puede facilitar la oportunidad; puede ser que queramos adquirir "poderes"
para explorar nuestras capacidades psíquicas y busquemos un "chamán
brujo"; puede ser que estemos enfermos y necesitemos un "chamán
sanador" que nos ayude a deshacernos de los síntomas que
nos aquejan; o quizá estemos listos para entrar en la recta final
del viaje de regreso a nuestra esencia y podamos comprometernos con
la senda del chamanismo esencial.
Por regla general,
cuando definimos claramente lo que deseamos y no deseamos nada más,
o sea cuando logramos unificar nuestra voluntad en un solo sentido,
es cuando encontramos lo que buscamos. Es por esto que en el argot chamánico
se dice que "cuando el alumno está listo, aparece el maestro".
Siempre vibramos
a una frecuencia determinada a la que el Universo responde emparejándonos
con aquellas personas, situaciones o cosas cuya frecuencia es similar
a la nuestra. Las dudas, los miedos y los objetivos contradictorios
alejan de nuestro campo de experiencia aquello que aún no deseamos
con nuestra voluntad unificada. Así es que, definir exactamente
qué es lo que deseamos es el primer paso para conseguirlo; el
segundo es unificar nuestra voluntad; y el tercero, permanecer relajadamente
atentos para percibir las señales de su inminente aparición.
Esto no necesariamente
quiere decir que debamos sentarnos a esperar que el chamán adecuado
a nuestros propósitos se materialice delante de nosotros, simplemente
quiere decir que nuestras averiguaciones, nuestros intentos y esfuerzos
por conseguir lo que buscamos, sólo tendrán éxito
cuando nuestra voluntad esté unificada en un único sentido,
lo cual nos hace sentir relajados y seguros de que eventualmente lo
conseguiremos. La mayoría de las veces este proceso es totalmente
inconsciente.
Tiempo antes de
encontrarme con Juan
Ruiz, ya había decidido que el autoconocimiento era
lo que más me importaba y ya había dado mis primeros pasos
en ese sentido. Un día entrevisté a dos amigos sobre sus
experiencias con ayahuasca
y poco después, éstos mismos amigos me invitaron a una
charla sobre "Cosmología Inca" donde conocí
a Juan Ruiz.
A partir de entonces comencé a trabajar con él y a recibir
sus enseñanzas como parte de mi camino personal que incluye el
estudio no sólo del chamanismo esencial, sino de todo lo que
Aldous Huxley dio en llamar "filosofía perenne", o
sea, todas las fuentes de sabiduría ancestral que nos llevan
de regreso al amor, enseñándonos a abrir y mantener abierto
el corazón. (Ver más al respecto en la web de Mind-Surf)
A continuación
encontrarás una síntesis bibliográfica de los autores
que he consultado respecto al tema del chamanismo y extractos de las
principales ideas de Josep
María Fericgla y Juan
Ruiz al respecto.
¿Quiénes
son los chamanes y cómo utilizan las plantas y sustancias visionarias?
La palabra chamán proviene de un vocablo de origen siberiano shaman que identifica hombre-dios-medicina.
El vocablo tungu original xaman contiene la raíz scha,
"saber", por lo que chamán significa "alguien que sabe, sabedor,
que es un sabio". Algunas investigaciones etimológicas explican
que la palabra proviene del sánscrito por mediación chino-budista al
manchú-tungu. En Pali es schamana, en sánscrito sramana
es algo así como "monje budista, asceta". El termino chino intermedio
es scha-men. (10)
Ese conocimiento o sabiduría que nos
refiere la etimología, implica de una manera o de otra, un contacto
con el mundo de los "espíritus", contacto que el que chamán utiliza
en su propio interés y particularmente para ayudar a otros que sufren,
e incluye en su actividad lo que seria propio de un psiquiatra o psicoterapeuta
contemporáneo. Especialmente si se considera que "la psicoterapia
es un camino para la expansión de la conciencia. Es una actividad en
el desarrollo de nuestra vida con la cual nos ayudamos a nosotros mismos
y a los otros, para despertar del estupor de la inconsciencia y la ignorancia
conociendo quien nosotros somos realmente." (10)
Mircea Eliade, investigador rumano que realizó
la primera recopilación sobre el chamanismo y cuyos libros son textos
clásicos obligados para su estudio, define al chamanismo como la técnica
del éxtasis o trance, y al chamán como el gran especialista del alma
humana que tiene la capacidad de realizar viajes hacia la región de
los espíritus y desde allí puede armonizar la realidad.
Según
sintetiza Eliade:
El
chamán, cuya vocación es señalada por alguna circunstancia extraña
(un sueño, una enfermedad, un rayo) inicia su difícil aprendizaje,
que puede durar muchos años y que se caracteriza por la experiencia
iniciática de sufrimiento, muerte y resurrección ritual, vivida
particularmente a través de rigores como el ayuno, dietas estrictas,
veladas interminables, abstinencia sexual, dominio de la caza,
la pesca y las artes cotidianas, conocimiento de las plantas
medicinales y consumo de plantas psicotrópicas. En este tiempo,
el iniciado aprende cantos, bailes, rezos, mitos y, en general,
la cosmogonía y la historia de su pueblo. (9)
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En
la visión de este investigador pionero, el chamán es al mismo tiempo,
el portador y hacedor de mitos, el místico extático, el guía espiritual
y el curandero de un grupo social. De tal forma que la sesión chamánica
viene a ser un evento de carácter público en el que la comunidad se
reúne para realizar un ritual según una intención particular: la curación
de un enfermo, la celebración de una fiesta religiosa, el entrenamiento
de un nuevo chamán, el inicio de la época de caza, siembra o recolección,
el agradecimiento o el apaciguamiento de la ira de los espíritus, el
combate de una plaga o una epidemia y sin sinnúmero de justificaciones
más. Bajo esta óptica, el chamán cura, sostiene la coherencia social
y cultural de su pueblo, tiene un conocimiento extraordinario de las
plantas medicinales y ha conservado, en muchos casos, un sorprendente
manejo ecológico del medio ambiente.
De
acuerdo al mismo Eliade, entre las actitudes o paradigmas perceptuales
de los chamanes que utilizan plantas o brebajes visionarios se incluyen
los siguientes:
1)
las plantas se consideran sagradas;
2)
son utilizadas en ceremonias o rituales específicos que sostienen
y renuevan la cosmovisión del grupo cultural;
3)
existe un mundo distinto a éste al cual se tiene acceso por medio
de las plantas, en ese ámbito secreto de la existencia tienen lugar
experiencias provechosas y se adquieren valiosos conocimientos;
4)
el empleo de estas sustancias forma parte reconocida de la membresía del grupo, o algún subgrupo significativo;
5)
estas plantas pueden ser utilizadas por quienes tienen la habilidad
para curar y para producir otras cambios en el mundo ordinario mediante
su aplicación. (9)
No obstante,
en opinión de otro reputado investigador del tema del chamanismo,
Michael Harner, "la idea de que todos (o incluso la mayoría)
de los chamanes deben usar drogas psicodélicas para viajar es
falsa". En un ensayo incluido en la recopilación El viaje
del Chamán (19), asegura que
las partes del mundo en las que los chamanes usan plantas psicoactivas
como herramientas de poder para provocar "el viaje chamánico",
en realidad "son mucho menos numerosas de lo que uno pudiera imaginar".
Desde
su perspectiva:
el
sonido simple y monótono de los golpes del tambor constituye
el vehículo más común
del viaje chamánico, y no los productos psicodélicos
[...] en mis investigaciones en la Unión Soviética
descubrí que los auténticos chamanes no suelen
utilizar la seta Amanita muscaria y emplean únicamente
el tambor. Su uso está reservado únicamente a
aquellos que son incapaces de viajar con el tambor. [...]
En la
antropología moderna se ha subestimado enormemente la
importancia del tambor. [...] realizando trabajos de campo con
los indios de la costa noroeste, que se sirven exclusivamente
del tambor para su experiencia chamánica, descubrí
que el tambor por sí solo puede llevarle a uno tan lejos
como las sustancias psicodélicas. (19)
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Es
por ello que para este investigador, el corazón del chamanismo
lo constituye el "viaje chamánico" que puede alcanzarse
con o sin la utilización de sustancias psicoactivas.
En
"Éxtasis y sacrificio", otro de los ensayos
contenidos en el citado libro de El viaje del chamán,
Rowena Patte asegura que lo que se describe como "viaje chamánico"
o "vuelo mágico" es "un viaje del alma a través
de la experiencia estática", que puede tener muchos
nombres y métodos, "pero en esencia es una apertura hacia
la totalidad de los mundos del espíritu, lo humano y la naturaleza":
El éxtasis
chamánico, al igual que el de ciertas tradiciones religiosas,
como el samadhi budista, el fana sufí y el "estado beatífico"
cristiano, es un estado de "viaje" o vuelo mágico.
En el éxtasis chamánico el énfasis radica en
los viajes místicos al mundo superior o inferior, para encontrarse
cara a cara con los espíritus, los dioses y los demonios [...]
incluye fenómenos clarividentes como voces y visiones, que
facilitan la orientación o información para alguna curación,
o para el crecimiento espiritual y la solidaridad en la comunidad.
(19)
¿Qué
son los chamanismos?
El
antropólogo catalán Josep María Fericgla, otro investigador entusiasta
del tema, autor
de Los chamanismos a revisión
(3), asegura que no se puede hablar de chamanismo, sino de chamanismos,
ya que los distintos chamanes difieren de la imagen clásica en función
de su origen, su inclinación y sus objetivos; además de que
en
la actualidad se ha desvirtuado su función ancestral y hay toda una
serie de impostores respondiendo a las demandas del mercado "new
age".
De acuerdo con Fericgla, habría
dos fenómenos con sus respectivas subdivisiones: el chamanismo
clásico y el chamanismo de consumo. De este último
dice que llena las carencias y aspiraciones de los Occidentales
ávidos de escapes y dispuestos a pagar por una experiencia exótica,
"pues se ha convertido en un simple producto más para ser
vendido en el mercado de creencias y espectáculos en que hemos
convertido la Tierra".
Por contraposición, asegura que
"hay que entender el chamanismo clásico como un campo específico
en el que se dan profundas experiencias estructurantes, que tanto
afectan el mundo individual como el social". (3)
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Desde su punto de vista
las prácticas chamánicas clásicas habitualmente actúan
como fuente de revelación interior que ofrece alguna respuesta a las
grandes incógnitas humanas de tipo ¿para qué existimos?, ¿cuál es el
sentido del dolor y el sufrimiento?, ¿hacia dónde me dirijo?, ¿qué hay
antes y después de esta forma de vida que nos es dado experimentar?
¿qué soy? ¿quién soy? Dice que estas respuestas, en el
contexto del chamanismo clásico, se obtiene por medio de
"los estados disociados de la mente", estados
generalmente inducidos por el consumo de drogas enteogéas y/o por trances
rítmicos o de otro orígen, como las alteraciones en el ritmo respiratorio:
"Con ello, pues, el chamanismo se convierte en el primer sistema
histórico organizado para buscar el equilibrio psíquico y físico del
ser humano." (3)
De acuerdo a esta visión, Fericgla
da su propia definición de lo que sería un chamán clásico:
En una forma de descripción impresionista,
podríamos acordar que el chamán es un individuo visionario e inspirado,
entrenado en decodificar su imaginería mental y en entenderla. Esta
imaginería mental que el chamán ha cultivado, y cuyos impulsos y pasadizos
afirma dominar, le sirve de técnica de profunda revisión personal
y como camino para recibir verdades referidas al mundo exterir, que
él vive como revelaciones. En nombre propio o en el de la colectividad
a la que sirve y con la ayuda de sus espíritus aliados -que a menudos
son plantas psicoactivas-, el chamán puede entrar en un profundo estado
modificado de su mente sin perder la conciencia despierta de lo que
está viviendo. Penetra en lo que me gusta denominar una consciencia
dialógica. Durante la disociación mental a la que se somete y controla,
su ego visionario establece relaciones con entidades que el chamán
vivencia como de carácter inmaterial. Con la ayuda de tales entidades...
dice poder -hasta un punto que depende de su capacidad personal- modificar
el orden del cosmos invisible de acuerdo a su interés o al de su colectividad.
Es habitual que el chamán consuma sustancias enteógenas o mantenga
rituales percusivos (principalmente binarios) para inducirse la disociación
mental, el trance, que lo caracteriza. (3)
¿Cómo
se llega a ser un chamán?
El Dr. Jaques Mabit,
un médico de origen francés que dirige una comunidad terapéutica
en Perú, Takiwasi, asegura que:
Los conceptos de los shamanes pueden ser experimentados
por cualquiera y por lo tanto constituyen un cuerpo de conocimiento
asequible al estudio científico mediante la auto-experimentación
controlada... El entender las prácticas y representaciones del shamanismo
pasa en forma obligatoria por un trabajo del propio cuerpo, o sea
por una auto-experimentación... El verdadero shamán se inicia mediante
técnicas precisas y rigurosas en las cuales se compromete totalmente,
utilizando su propio cuerpo como receptor del macrocosmos y de las
fuerzas que lo animan y a la vez inductor de una auto-exploración
de sus bloqueos personales ligados a su historia personal, sus herencias
familiares, culturales, colectivas: en suma del microcosmos del cual
es portador... La enseñanza del maestro no se hace a través de las
palabras, del discurso: el maestro habla muy poco y sólo controla
las experiencias para evitar al aprendiz perderse en los laberintos
de su inconsciente o del espacio-tiempo mítico en el cual recién se
adentra su discípulo. Por lo tanto, la enseñanza es un auto-descubrimiento
conseguido mediante técnicas cuya finalidad es provocar modificaciones
de estados mentales que dan al alumno la capacidad de percibir
directamente, sin intermediario, los aspectos de la realidad que generalmente
escapan su conciencia ordinaria, cotidiana y "normal", especialmente
cuando se trata de personas como yo, que viven en un medio urbano,
occidentalizado donde se han perdido los vínculos con la naturaleza... (21)
En
el primer capítulo de su libro Chamanismo, el arte natural
de curar, José María Poveda asegura que para
mayor precisión hay que distinguir entre chamán y chamanismo,
pues no todos
los actos del chamán son necesariamente actos chamánicos, y personas
que no sean chamanes pueden utilizar o desarrollar tareas basadas
en tales técnicas.
Desde
su perspectiva: "Lo nuclear al chamanismo es la capacidad
de entrar a voluntad en un estado modificado de conciencia (estado
de conciencia chamánico: E.C.Ch.) con un propósito terapéutico,
para buscar conocimiento, y terminado ese trance ser capaz de
recordar lo que aconteció durante el mismo." (10)
Para
Poveda, la propia enfermedad es el camino para el conocimiento
terapéutico dentro del chamanismo. Dice que cualquier enfermedad
y su curación pueden ser entendidas según cuatro momentos:
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1)
el de la situación previa en la que se daban los antecedentes;
2) el de la aparición y desarrollo del problema;
3) el momento de la crisis; y
4) la recuperación.
Por
lo que la formación del chamán se entiende mediante el desarrollo paralelo
de esos cuatro pasos:
En la fase
de antecedentes pueden recogerse la aparición de experiencias
inusuales o signos físicos extraños que dan singularidad a un individuo.
También pueden existir períodos de reflexión solitaria. La búsqueda
de respuestas en el aislamiento voluntario, ha sido una de las formas
en que los seres humanos han iluminado o reencuadrado sus problemas
y han mantenido una sabiduría que va más allá de lo cotidiano. Entre
los indígenas de norteamerica es conocida como "vision quest". El
planteamiento y desarrollo del problema es entendido como una llamada
de los "espíritus", como una vocación especial, que constituiría la
segunda fase. Estas podrían ser:
a) La llamada
de alguna enfermedad. Es evidente que para aprender algo lo
mejor es ponerse manos a la obra, practicarlo, vivirlo intensamente
o sufrirlo. En este sentido una de las formas primordiales de aprender
sobre un problema es haber pasado por él y haberlo superado. En el
caso concreto de una enfermedad, haberla sobrepasado con éxito será
una de las formas primarias de conocerla y saber como manejarla. Los
ex-pacientes dejan de serlo para convertirse en expertos, en fuentes
de información sobre un proceso que les ha llevado a formas inhabituales
del vivir. El contacto con el dolor y la muerte constituye un modo
poderoso de exposición al conocimiento o a la necesidad de saber acerca
de situaciones críticas. El chamán ha sido definido también como "el
curador herido", en el sentido de que las cicatrices son señales de
su transformación en el camino del conocimiento para sanar. El psicoanalista
que pasa su propio psicoanálisis antes de empezar a trabajar representa
otra manifestación de esta manera de aprender. La persona que forma
parte de un grupo de autoayuda, comparte sus experiencias y constituye
un ejemplo de ese conocimiento de primera mano puesto al servicio
de los otros.
b) La llamada
chamánica familiar. El hecho de tener modelos cercanos y accesibles
a los que imitar facilita cualquier proceso de aprendizaje. La transmisión
familiar será otra de las formas elementales de adquisición de
conocimientos. El lugar donde habitualmente trabajan los chamanes
es de ordinario el lugar donde viven y donde está su familia o su
grupo. Es un sistema tradicional para transmitir experiencia, sobre
todo en tareas que incluyen especialización artesanal. Esta vocación
familiar puede seguir una línea femenina (p.e. vogulos) o masculina
(p.e. ostiacos y samoyedos siberianos) (Tondrian, 1964).
c) Junto a
las anteriores, deben incluirse también otro tipo de llamadas,
que se atribuyen genéricamente a los "espíritus". Son señales, con
valor profundo para un individuo concreto. Muchas veces esta llamada
es sentida viniendo "desde arriba". En el mundo del chamán los cielos
y las montañas representan al mundo superior, más intelectual y espiritual.
Lo que hay bajo el agua o bajo la tierra representa al mundo inferior,
más físico. El mundo medio entre ambos no es solamente el lugar donde
se vive, sino también donde se sienten y se dan los estados ordinarios
de conciencia. La llamada busca traducirse en hechos concretos capaces
de modificar este mundo de lo cotidiano. Esta llamada puede percibirse
a través de los sueños, de sucesos extraordinarios o en medio de problemas
individuales o grupales que precisan una solución radical. [...]
Según
los grupos humanos, su evolución a lo largo del tiempo y la reflexión
que en ellos se da sobre la enfermedad, el proceso de transformarse
en chamán puede presentar diferencias. Estas son siempre más superficiales
que profundas, y más bien cuantitativas que cualitativas.
(10)
Por su parte, Michael
Harner también asegura que existen muchas formas de convertirse
en chamán:
No es cierto, como algunos piensan, que uno deba emular a Carlos Castaneda
e ir a formularle preguntas al grurú año tras año,
indefinidamente. En realidad, este tipo de aprendizaje es más
propio del sacerdocio tribal que del chamanismo puro o clásico.
Cuando
una persona logra ponerse en contacto con los espíritus, ya
no necesita ningún maestro en la realidad ordinaria, ya que
los espíritus le facilitan las respuestas. Los auténticos
maestros del chamán le instruyen dentro de la realidad no ordinaria.
No existe ninguna autoridad superior.
(19)
¿Cuáles los las características
de un chamán?
Fred Alan
Wolf es un investigador científico poco convencional, que de mago
ilusionista pasó a convertirse en doctor en física teórica. Este
estadounidense es autor de diversos libros como Parallel
Universes y ha pasado varios años de su vida conviviendo con
chamanes e investigadores del tema en Gran Bretaña, Suiza, Estados
Unidos, Brasil, Perú y México.
Después
de un viaje a Perú en 1989, durante el cual tuvo diversas experiencias
con ayahuasca, escribió un nuevo libro titulado La búsqueda del águila
(12). En él reconstruye sus relaciones con el chamanismo
y da cuenta de su comprensión paulatina de las coincidencias que
encontró entre éste y la física cuántica, la psicología y la ciencia
moderna en general. Esta comprensión lo llevó a formular nueve
hipótesis acerca de los chamanes:
|
|
1) ven el universo
como hecho por vibraciones;
2) ven el
mundo en términos de mitos y visiones que en un principio parecen
contrarias a las leyes de la física;
3) perciben
la realidad en un estado de conciencia alterada;
4) utilizan
cualquier truco para alterar las creencias del paciente sobre la realidad;
5) escogen
lo que es físicamente significativo y ven todos los acontecimientos
como universalmente comunicados;
6) penetran
en mundos paralelos;
7) trabajan con una sensación de gran poder;
8) utilizan
el amor y la energía sexual como energía curativa;
9) penetran
en el mundo de la muerte para alterar su percepción en este mundo.
La
interesante forma narrativa que escogió Alan Wolf para contrastar estas
hipótesis con sus experiencias vivenciales fue entretejer tres historias
distintas: la trama de una película que vio en Lima basada en las aventuras
de dos personajes que toman ayahuasca; su propia historia, la cual describe
en función de los lugares a los que fue, lo que vio e hizo en ellos;
más el desarrollo de la idea de una
nueva física de la conciencia para explicar algunos de los acontecimientos
que observó y experimentó.
Wolf dice que aunque tal vez se vea en aprietos
al sugerirlo, le parece que el mundo occidental "debe empezar a
tener un punto de vista más tolerante con respecto a las substancias
sagradas y productoras de visiones, en particular cuando dichas substancias
se toman bajo la guía de un chamán; una persona con conocimiento sobre
el mundo de las plantas." (12)
Anticipándose a
sus posibles críticos, Wolf advierte que no puede "siquiera concebir
la ingestión de las plantas como algo recreativo", ya que desde
su perspectiva sería peligroso hacerlo. Sin embargo cree que la ayahuasca
puede ser utilizada por la profesión médica, "con la participación
de Ayahuasqueros", para sanar muchas enfermedades mentales/corporales
graves: "Mis pensamientos se dirigen al gran número de adictos
a las drogas de nuestras sociedades modernas. Creo que un programa controlado
de viajes con ayahuasca
para los adictos a las drogas podría llevar a la cura de la adicción
a éstas. Creo también que la ayahuasca puede ser útil
para curar la depresión. Pienso en especial en la recuperación de muchos
veteranos de la guerra de Viet Nam, a los que entiendo, sufren graves
tensiones mentales". (12)
Este
físico galardonado con el American Book Award por su obra Talking the Quantum Leap encuentra que "el estado chamánico
de conciencia, tal como lo ponen a nuestro alcance la ayahuasca
u otros medios de inducir una conciencia chamánica, permite a la persona
verse a sí misma bajo una luz mítica. Dicha visión proporciona un sentido
de la compasión, una conexión con toda la vida; una nueva razón de existir."
(12)
¿De
dónde vienen los poderes de un chamán?
Pachita fue una
de las más grandes chamanas de México. De pequeña fue abandonada
por sus padres y adoptada por un negro africano llamado Charles. Durante
14 años Charles cuidó de Pachita y la enseñó
a ver las estrellas y a curar. Después,
Bárbara Guerrero, "Pachita", luchó al lado del
general Francisco Villa durante la revolución Mexicana, fue cabaretera,
venderoda de billetes de lotería y cantante en camiones de paso...
Tantas experiencais la conectaron con lo que trascendía de todas
ellas. De alguna manera, Pachita había logrado dejar atrás
muchas ilusiones y eso la colocaba en un punto de contacto íntimo
con la Realidad no ordinaria, desde donde ella actuaba.
En su libro Pachita
(15), el desaparecido investigador mexicano Jacobo Grinberg-Zylberbaum
describe las experiencias que tuvo la oportunidad de vivir al lado de
esta extraordinaria mujer cuyo único motivo para vivir era ayudar a
su prójimo. Pachita poseía un control extraordinario sobre la materia
y la energía. Era capaz de realizar operaciones quirúrgicas tales como
transplantes de órganos en las cuales objetos y órganos biológicos se
materializaban y desmaterializaban aparentemente de la nada.
Pachita decía que
el Hermano Cuahutémoc, el espíritu del último emperador azteca, actuaba
a través de su cuerpo realizando su trabajo cuando ella entraba en trance
transformando su personalidad y efectuando las prodigiosas operaciones
que se describen con lujo de detalles en el mencionado libro.
Jacobo
Grinberg-Zylberbaum estudió personalmente con diversos chamanes
mexicanos, además de la famosa Pachita y a raíz de este
contacto escribió una serie de seis libros llamada Los Chamanes
de México, y publicó también diversos libros
teóricos acerca del estudio de la conciencia en los que fue desarrollando
la Teoría Sintérgica como un intento para explicar científicamente
el poder y la actuación de los chamanes. En el libro dedicado
a Pachita, este prolífico y enigmático autor (de quien
se dice que "desapareció" misteriosamente del plano
físico hace algunos años), desarrolló una teoría
acerca de la estructura del espacio para explicar las habilidades de
Pachita y otros chamanes utilizando conceptos de la física cuántica:
El
concepto de la lattice considera que la estructura fundamental del
espacio es una red o matriz energética hipercompleja de absoluta
coherencia y total simetría. A esta red se le denomina lattice
y se considera que en su estado fundamental contribuye al espacio
mismo omniabarcante y penetrado de todo lo conocido.
La lattice
permanece totalmente invisible hasta que alguna de sus porciones (por
cualquier causa) altera su estado de coherencia. Una partícula
elemental es precisamente una desorganización elemental de
la lattice en cualquiera de sus localizaciones. Cualquier átomo
o compuesto químico es una particular conformación estructural
de la lattice con respecto a su estado fundamental de máxima
coherencia.
La concepción
de lattice surgió de los estudios de cristolografía,
porque la estructura de cualquier cristal es una lattice de alta coherencia
que se asemeja a la lattice del espacio.
A partir de
Eisntein, el concepto de espacio ha sido inseparable del tiempo, por
lo que la consideración de la lattice del espacio tiempo se
refiere a ambos unificándolos. Si la lattice desapareciera,
el espaio y el tiempo harían lo mismo.
Cualquier objeto
"material" es en realidad una organización irrepetible
de la estructura de la lattice. En su estado fundamental de total
coherencia, fuera de la misma lattice no existen ni objetos ni alteraciones
temporales. Es únicamente cuando la lattice cambia su estructura
fundamental que el tiempo transcurre y los objetos aparecen.
[...]
el nivel de conciencia de Pachita era extraordinariamente diferenciado.
Durante las operaciones que realizaba ella era capaz de materializar
y desmaterializar objetos, órganos y tejidos. El manejo de
las estructuras orgánicas, le permitía realizar transplantes
de órganos a voluntad, curaciones de todo tipo y diagnósticos
a distancia con un poder y exactitud colosales. [...]
Todos estos
portentos pueden ser explicados si se acepta la posibilidad de que
las modificaciones de la lattice producidas por el campo neuronal
de Pachita eran capaces de modificar sustancialmente aquélla
produciendo conformaciones similares a la de los objetos (en caso
de las materializaciones) o retornos a la estructura de la lattice
de los objetos (en el caso de las desmaterializaciones).
Pachita poseía
un control único sobre su campo neuronal transformánsolo
y modificando con él a la estructura de la lattice. Aunque
sus efectos parecían ser milagrosos se basan, de acuerdo con
esta hipótesis, en el mismo mecanismo que todos utilizamos
para crear nuestras imágenes o nuestros pensamientos. (15)
(Ver más
al respecto en el apartado dedicado a La
Teoría Sintérgica)
¿Qué es el Chamanismo
Esencial?
Juan Ruiz Naupari, es un chamán y psicólogo
transpersonal peruano que actualmente trabaja en colaboración con Stanislav
Grof (Ver más acerca del él en Entrevista
con Juan Ruiz).
Ruiz Naupari coincide plenamente con
la visión de Fericgla acerca de los chamanismos. Para él la verdadera
esencia del chamanismo en sus orígenes fue el autodescubrimiento
y no la brujería o la simple sanación de síntomas físicos sin
atender al origen espiritual de la enfermedad que es la desconexión
del hombre con Dios.
En este sentido, Ruiz Naupari asegura
que el chamanismo original coincidía completamente con las enseñanzas
de Buda, Krishna, Jesucristo y los demás destacados estudiantes
y graduados en la ancestral tarea de regresar a la divinidad mediante
el camino espiritual que sintetiza la clásica máxima del Templo
del Oráculo de Delfos: "Conócete a ti mismo".
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Para este chamán, "Las plantas tienen un espíritu y sus
espíritus son inteligentes y tienen una gran misión y es la de ayudar...
las llamadas plantas de poder o plantas Maestras, que en el desarrollo
de la evolución, son plantas más evolucionadas, son grandes adiestradoras
o adiestradores de lo que es la mente y la conexión con el espíritu."
A
continuación presento una síntesis de una charla pronunciada por Juan
Ruiz Naupari acerca de los distintos chamanismos y la cosmovisión andina
en torno al chamanismo esencial:
El chamanismo
antiguamente fue practicado por una élite sacerdotal y lo que conocemos
como chamanismo, sobre todo en Perú, después de quinientos años,
no es el chamanismo auténtico, porque este chamanismo está
desprovisto de lo que es el trabajo de autodescubrimiento. Podríamos
decir que el chamanismo que se practica ahora es como la medicina
oficial, donde el paciente va al médico para que le solucione el problema
y el doctor intenta solucionarle su afección a través de unas sustancias
químicas sin llegar a la esencia de la enfermedad.
En el trabajo
del autodescubrimiento debemos saber que el hombre, de acuerdo a la
concepción andina, tiene tres niveles, para poder tener la oportunidad
de descubrirse: el primer nivel que se llama Hanan Pacha o un mundo espiritual; el segundo nivel
o Kay Pacha, el mundo del aquí y ahora, de los pensamientos y los
actos volitivos de la vida diaria; y un tercer nivel, el Uku Pacha,
que es el nivel denso, el nivel del ego. Entender y conocer esto es
muy importante en la visión chamánica. El chamán sabe que existen
esos tres mundos, externamente y también internamente.
El chamán moderno,
se quedo en el mundo del Kay Pacha, es decir, el mundo del aquí y
del ahora, de los problemas cotidianos y de los problemas físicos,
pero no aborda el tema de fondo. Se quedó en el Kay Pacha. Tampoco
tiene un gran conocimiento de lo que es el mundo del Hanan Pacha o
mundo espiritual... Cuando uno entra a estudiar y a trabajar con el
chamanismo, esto nos da una visión que nos permite el conocimiento
de otro tipo de energía. Percibir el aura, por ejemplo, ya no es una
cuestión extraordinaria sino más bien ordinaria cuando se está trabajando
con el chamanismo. Ocurre como con la sociedad tibetana donde se habla
tranquila y alegremente sobre cuestiones de reencarnación. Es algo
cultural. Y en chamanismo también es algo cultural hablar de las energías.
Las energías que curan, las energías que enferman. Pero otra cosa
distinta dentro de lo que es el contexto chamánico es el Espíritu
y los diferentes niveles espirituales. Otra cosa también es el abordaje
que se hace a los diferentes elementos o departamentos de nuestro
subconsciente para descubrir al ego. Entonces esto es lo que ya no
existe en el chamanismo moderno, ya no existe la parte superior de
la espiritualidad...
Algo sucedió
en las esferas chamánicas y ese algo fue precisamente que abandonaron
el autodescubrimiento, abandonaron el trabajo psicológico y espiritual,
porque el trabajo psicológico y espiritual requieren de un esfuerzo.
Y para lanzarnos a la búsqueda del autodescubrimiento y a tocar otras
esferas espirituales, necesitamos energía y si no tenemos energía,
no tenemos esa pasión con la cual investigar y hacernos acreedores
de esos misterios que están en el Universo.
El chamanismo
esencial va mucho mas allá de lo que es una acción de sanar, de curar
el cuerpo físico. Podría decir sin temor a equivocarme, por ejemplo,
que el príncipe Gautama Sakyamuni, el Buda, era un chamán. Su labor
la enfocó realmente a lo que es el autodescubrimiento. El propio Jesús,
el Cristo, su actitud, su trabajo, era eminentemente chamánico. El
trabajo, la obra que le enseña Krishna a Arjuna es chamánico también.
El trabajo del propio Krishnamurti, también es un trabajo chamánico
en el sentido de que es un camino que nos permite lo que es el autodescubrimiento.
La espiritualidad
no solo está ligada a la idea del Espíritu, a la propia palabra del
Espíritu, ni tampoco a la adquisición de ciertas facultades para percibir
la energía o tener cierta intuición ante ciertos eventos. Podríamos
decir que eso son los rudimentos de lo que podría ser una espiritualidad
exitosa en la vida del hombre. Entonces, es en el chamanismo esencial
donde nosotros podemos encontrarnos a nosotros mismos...
Lo que quiero
dejar bien asentado es que hubo un chamanismo de un alto nivel y que
estaba basado fundamentalmente en el autodescubrimiento, más allá
de esas acciones de magia o de brujería o de hechicería que se practican
comúnmente hoy día y que nada tienen que ver con lo que fue el chamanismo
esencial o aristocrático que existió en las épocas antiguas en todos
los confines del planeta Tierra.
Entonces, el
trabajo del chamanismo esencial no es simplemente para tener la anécdota
de haber estado allí. No, la orientación que personalmente tengo y
que los maestros con los que trabajo me dan, es precisamente que nosotros
tengamos una percepción acerca de nuestro trabajo espiritual y acerca
de aquello que nos resta energía y que nos corta las fuerzas necesarias
en la investigación y el conocimiento de esa otra parte de nuestro
universo que no hemos conocido; para que de manera conciente y sistemática
hagamos de nuestro trabajo espiritual, nuestro propósito fundamental.
Tenemos tantas
tentaciones en el mundo físico, tantas ocupaciones o preocupaciones
que nos sacan fuertemente de lo que es nuestro propósito de trabajo
interior, pero debemos hacernos un propósito y ese propósito debe
ser inquebrantable... Si no hay un propósito que nosotros consideremos
como algo sagrado, sepan bien que nos morimos todos sin haber experimentado
lo bello, sin haber experimentado el amor y aquí a la Tierra hemos
venido a experimentar el amor.
Cuando en el
chamanismo no se trabaja con estas pautas, entonces el chamán sólo
podrá ver serpientes, sólo podrá ver jaguares, sólo podrá ver musas,
pero no podrá ver la Esencia del Espíritu, no podrá realizar un excelente
trabajo de autodescubrimiento.
Nuestro interés
debe ser directamente el Espíritu, porque el Espíritu es la llave,
es la clave, es como un ubicarse en un lugar estratégico y desde allí
observar y desde esa observación, desde esa contemplación resolver,
desde el Espíritu mismo, desde el corazón. Ese es nuestro ideal como
seres humanos y a eso llegaremos tarde o temprano y si no es en esta
existencia, no importa, llegaremos en otra, pero llegaremos. Esta
noticia es una noticia que les servirá para todas sus existencias,
es una noticia que ha sido dicha antiguamente y va a ser pronunciada
continuamente. Seguro que lo han escuchado más de una vez, pero más
de una vez no hemos escuchado realmente..
Un Trabajo
Místico podríamos decir que es como aquella capacidad que nos califica
para poder conocer otros ámbitos del Espíritu. Un ejemplo de ello
son las experiencias con enteógenos. De pronto yo medito, comulgo
con la abuelita (ayahuasca) o con el venadito
(peyote) y empiezo
a sentir unas sensaciones raras y extrañas. Como son sensaciones raras
y extrañas mi mente no las tiene registradas y lo que hace la mente
inmediatamente es producir miedo. Miedo ante esa sensación rara y
extraña. Lo primero que nos preguntamos es '¿Será malo entrar en contacto
con plantas sicointegradoras o enteógenos, tendrá contraindicaciones?'
Y curiosamente jamás nos hemos preguntado si el ego tiene contraindicaciones.
Y el ego es el causante de un gran porcentaje de todas las enfermedades
humanas... Entonces cuando empezamos a sentir ese tipo de experiencias
viene nuestro temor, pero cuando uno ya ha recorrido ese camino muchas
veces, entiende que ese color, que esa emoción o que esa atención
obedece al pensamiento del miedo o a un pensamiento negativo, que
está en esos momentos invadiendo nuestra mente y nuestra alma y que
está impidiendo que nosotros aflojemos los músculos, la mente, la
emoción y podamos fluir con tranquilidad hacia el mundo espiritual.
Es como cruzar un puente de una orilla a otra. Sabremos que hay una
serie de elementos amenazantes, pero sin embargo esos elementos, esas
serpientes o dragones, son aspectos ilusorios, son espejismos que
están allí precisamente, para apartarnos del camino, para seleccionar
a los caminantes...
Entonces cuando
uno entra en contacto con una experiencia transpersonal y observa
en primer lugar una serpiente, por ejemplo, que uno no comprende,
que no entiende, que está amenazando, entonces uno puede tener miedo
y el cobarde se retira y el cobarde acaba. Pero sin embargo cuando
uno reconoce que es un espejismo o también cuando uno puede decodificar
esa información, decir esta serpiente me está engendrando miedo y
yo me relajo, entonces el Espíritu entra a través de la intuición
y nos dice: "¡Ah, esta serpiente, esta relacionada con un miedo
a enfermar", por ejemplo. Pero como estamos desde el corazón,
haciendo el viaje desde el corazón, sabremos que no es necesario ese
miedo a enfermar, es simplemente un temor irracional que se ha incorporado
en nuestra mente, en nuestra sicología, de alguna manera porque quizás
nuestra abuela se acaba de morir de cáncer y nosotros también pensamos
que nos va a dar cáncer y que nos vamos a morir de la misma manera
y que vamos a morir jóvenes. Entonces lo primero que aparece es el
temor más fresco, más reciente: una serpiente, un dolor, un duelo.
Son cosas que no existen, no son reales, son una locura. Pero otro
hombre inteligente diría: "A ver ¿qué es esta serpiente?",
y descubre que es un temor al miedo, es un ejemplo simplemente, de
acuerdo. Pero también tiene en ese momento la oportunidad de desbaratar
ese miedo hacia la enfermedad y entonces continúa caminando y llega
a la otra orilla y tiene una experiencia con el Espíritu.
Luego si otra
vez aparece la misma serpiente se dirá, "Bueno ya conozco a esta
serpiente, ya tengo un recuerdo de lo que es el miedo a enfermar pero
continuo adelante", y ese continuar y esa comprensión hace que
esa serpiente en la próxima experiencia ya no aparezca. Entonces son
como guardianes de nuestros propios egos y curiosamente se constituyen
en guardianes de nuestro camino espiritual pero también como señales
de que estamos en ese camino... Es interesante su estudio, el ego
es un amo, es un jefecillo que está ordenándonos constantemente hacia
aquello que nosotros no deseamos, pero también está poniendo a prueba
nuestra inteligencia. Si nosotros nos achicamos ante el ego, si nos
achicamos ante la vida, le damos poder al ego, y la mejor forma de
enfrentarse al ego es observarle, porque curiosamente en la investigación
que se hace del análisis del ego lo que no le gusta precisamente al
ego es que le vean.
Con la abuelita
se llega precisamente al centro del Espíritu... Pero ese regalo se
nos da simplemente para que nosotros después vayamos haciendo conscientemente
ese camino y vayamos construyendo el Camino del Espíritu de una manera
consciente, con nuestra experiencia, con la energía de nuestras manos,
con nuestro propósito, con nuestra voluntad para que podamos llegar
a tener un acceso fácil a nuestro Espíritu interior.
(Ir a la trascripción
completa de la charla)
¿Qué es el Neochamanismo?
Joan
B. Townsend, una antropóloga y profesora canadiense especialista
en la gama de nuevos movimientos religiosos y actividades de la "Nueva
Era" en Occidente, define el neochamanismo como un movimiento
"que combina aspectos específicos del chamanismo tradicional,
procedente de diversas sociedades alrededor del mundo, con un nuevo
complejo de prácticas y creencias". (19)
En su ensayo
"Neochamanismo
y el movimiento místico moderno",
que a mi juicio tiene un destacado lugar en la valiosa compilación
de Gary Doore: El viaje del chamán, curación,
poder y crecimiento personal, Joan Townsend segura que el
neochamanismo está ejerciendo una gran influencia en
la mísitica moderna:
Este
resurgimiento tiene lugar primordialmente en un pequeño pero
importante segmento de la población que experimenta una nueva
espiritualidad caracterizada por su interés en sistemas religiosos
no occidentales. Y resulta especialmente significativo este
interés por cuanto incluye gente educada, de clase media alta,
personas que ocupan posiciones desde las que pueden influir,
a su vez, sobre las ideas y tendencias de su sociedad. En
dicho grupo se están redefiniendo y modelando distintos sistemas
de creencias que cobran apariencia de un nuevo movimiento
místico. (19)
|
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Esta profesora
enmarca los orígenes del neochamanismo en la década de los
sesenta del siglo pasado, cuando el movimiento hippie impulsó
la idea de buscar el contacto directo con lo trascendente y
cuando algunos antropólogos estudiaron con chamanes indígenas que
habían conservado sus sistemas tradicionales, convirtiéndose
en sus aprendices, en un intento por asimilar de primera mano los
sistemas chamánicos, alejándose del punto de vista teórico
y anecdótico de sus antecesores.
En
este sentido, ella destaca los trabajos de Michael Harner con los
chamanes sudamericanos, los de Peter Furst y Barbara Myerhoff sobre
el chamanismo huichol en el norte de México y los polémicos
estudios de
Carlos Castaneda, sobre su aprendizaje con el chamán-brujo yaqui llamado
don Juan, también en el norte de México. Y aquí yo incluiría
también los estudios de Josep Maria Fericgla, aprendiz de los
shuar (jíbaros) ecuatorianos; los de Jacobo
Grinberg-Zimmerman, seguidor de Pachita y otros chamanes
mexicanos; y los estudios de por lo menos dos de los destacados discípulos
de la mítica oaxaqueña María Sabina, que son
los doctores Salvador Roquet
y Richard Yensen.
Para
Joan Townsed,
lo fundamental del chamanismo "es el acceso a una realidad alternativa,
distinta a la realidad cotidiana en la que todos funcionamos",
donde el chamán es capaz de penetrar a voluntad y realizar cosas que
afecten directamente la realidad ordinaria, con ayuda de espíritus,
guías, maestros sin cuerpo físico o animales de poder.
Hasta aquí señala coincidencias, sin embargo le parece
que las diferencias comienzan en la búsqueda de trascendencia
que caracteriza a los neochamanes, en su forma de integrar los conceptos
de la medicina occidental con la sabiduría de la medicina tradicional
y en general, en el hecho de que las ideas de un neochamán son mucho
más eclécticas que las de un chamán clásico.
Muchos neochamanes
son individuos en busca de trascendencia, que no suelen afiliarse
a organizaciones duraderas o claramente definidas, como las iglesias
o los grupos de "culto". En realidad, sus "grupos" no son más que
pequeñas aglomeraciones de gente que se reúne en talleres y asambleas
locales. Estos grupos, raramente dotados de una estructura social,
son amorfos y relativamente de poca duración. La gente participa
con frecuencia en varios grupos de este género simultáneamente,
en uno de los cuales puede que se haga hincapié en el neochamanismo,
en otro en la curación, en otro en el desarrollo psíquico y en otro
en sesiones espiritistas. [...]
A
veces los neochamanes utilizan técnicas del chamanismo clásico para
curar, tales como la de succionar para eliminar el objeto intruso
en esta realidad y en la realidad alternativa, o la de viajar a
la realidad alternativa para rescatar un alma perdida o un espíritu
de poder. Sin embargo, su interpretación de la enfermedad es más
amplia. La mayoría acepta la teoría de los gérmenes, así como otros
modelos occidentales contemporáneos sobre las causas de las enfermedades,
y reconoce el valor de las técnicas de la medicina moderna. En la
mayoría de los casos, la curación chamánica (psíquica o espiritual)
se considera adjunta a la medicina occidental, más que una opción
alternativa. No
obstante, existe un sentimiento, compartido por los miembros del
sistema de creencias neochamánico y los del movimiento místico en
general, de decepción con respecto a la medicina convencional. Se
respetan los éxitos alcanzados por la medicina occidental, pero
son muchos los que opinan que ha ido demasiado lejos. Con frecuencia
se perjudica a los pacientes, en lugar de ayudarles. (19)
En
su completo ensayo, Townsed advierte que gran parte, los neochamanes,
los videntes, los espiritistas y los curanderos, tanto hombres como
mujeres, practican las mismas actividades y comparten las mismas
creencias por lo que hoy en día resulta peligroso establecer
una distinción rigurosa entre "chamán" y "no chamán":
Técnicas tales
como la imposición de manos, la curación del aura, la curación por
meditación a distancia y con la asistencia de ayudantes espirituales,
o los viajes chamánicos y la extracción de la enfermedad, se consideran
como suplementos útiles a las terapias ortodoxas. A veces éstas pueden
triunfar donde ha fracasado la medicina convencional y curar a paciente
desahuciado. La curación no es sólo física. Incluso cuando no se cura
la enfermedad física, la curación del espíritu y la armonía del paciente
consigo mismo y con "el universo" se consideran de una importancia
igual o mayor. [...] Claramente, la línea que separa a los
chamanes tradicionales y neochamanes contemporáneos por una parte,
de los videntes y espiritistas por otra, es sumamente sutil. (19)
Otras coincidencias
que Joan señala entre el neochamanismo y el movimiento "nueva
era" se hayan en "el supuesto esencial de que todo está
interrelacionado", lo cual conduce a un enfoque profundamente
ecológico en el neochamanismo, "reminiscente de las primeras
creencias hippies", y a la idea recurrente de la necesidad de
un "despertar espiritual colectivo" que detenga no sólo
el deterioro ecológico, sino los problemas derivados de las
desigualdades sociales y la violencia entre grupos raciales y entre
naciones. En este sentido:
Se considera que el trabajo neochamánico constituye un instrumento
para poner fin a dichas pautas y dirigir el rumbo del desarrollo humano
hacia la supervivencia, en lugar de la destrucción. [...] Existe también
una esperanza y una fe compartidas en que cuanta más gente ingrese
en dicha espiritualidad, mayor será la probabilidad de efectuar un
cambio en el mundo, que lo convierta en un lugar mejor y más seguro
donde vivir. La unión de todos los pueblos puede convertirse en realidad
y la paz en un hecho consumado. Es preciso que tenga lugar un despertar
espiritual y éste es el fin al que se encamina la totalidad del movimiento
místico. (19)
Por último,
Townsend se refiere al futuro del neochamanismo y descarta la posibilidad
de que sea sólo una moda "instantánea" de consumo en Occidente.
Frente a las críticas que señalan que el éxito
del neochamanismo encarna el vacío y "la superficialidad de
gran parte de la sociedad actual de supermercado que demanda versiones
abreviadas de trascendencia espiritual", la autora cita a Michael
Harner, quien respondió con las siguientes palabras a las críticas
dirigidas contra sus "cursos intensivos" sobre chamanismo, poco
después del accidente de 1986 en la central nuclear de Chernobyl,
en la Unión Soviética:
...si
las grandes naciones del mundo trabajan día y noche en sus
propios cursos intensivos para nuestra aniquilación mutua,
no podemos permitirnos ir más despacio en nuestro trabajo
en dirección opuesta. La pausada enseñanza que fue posible
en las antiguas culturas tribales ha dejado de ser apropiada.
Las fuerzas de destrucción nuclear y ecológica avanzan apresuradamente,
y también debemos hacerlo nosotros. Es preciso despertar a
la gente, o puede que duerma eternamente. Y no sólo es preciso
que despierte al conocimiento de la realidad ordinaria, por
importante que ésta sea, sino a una comprensión personal,
profundamente espiritual, de la interconexión de todo lo existente.
Trabajemos unidos y tan rápido como podamos. (19)
Según
Townsend, la respuesta de Harner es típica de los sentimientos
de muchos miembros del neochamanismo y del movimiento místico
en general:
Es
posible cambiar radicalmente la actitud y por consiguiente
el rumbo de la historia mundial por medio del trabajo místico,
conforme prolifere entre la población del planeta. Sin un
cambio de rumbo importante, el mundo se encamina a la destrucción.
Por el camino de la mística y conscientes de la unión de todo
cuanto existe, se conseguiría un mundo nuevo y mejor en esta
realidad, además de la paz que aporta la trascendencia. [...]
El chamanismo posee importantes verdades místicas y el potencial
de experiencias trascendentes que mucha gente en la sociedad
occidental anhela con ahínco. [...] Así pues, creo que el
neochamanismo y el resto del movimiento místico no constituyen
una moda pasajera de una sociedad seglar y consumista, sino
que suponen una tendencia importante, en potencia, capaz de
cambiar radicalmente las creencias de la sociedad occidental.
(19)
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