TRAJE REGIONAL MURCIANO
30 enero, 2012 · 18:16
Trajes regionales de Murcia. Trajes tradicionales murcianos. Traje regional tradicional murciano. Traje huertano:
Murcia es una comunidad autónoma uniprovincial española, situada en el sudeste de la Península Ibérica, entre Andalucía (provincias de Granada y Almería) y la Comunidad Valenciana (provincia de Alicante), y entre la costa mediterránea y Castilla-La Mancha (provincia de Albacete). Su capital es la ciudad de Murcia.
A destacar la huerta murciana, y las playas y el litoral de Murcia.
BANDERA DE LA COMUNIDAD DE MURCIA:
BANDERA DEL AYUNTAMIENTO DE MURCIA:
ESCUDO DEL AYUNTAMIENTO DE MURCIA:
ESCUDO DE LA PROVINCIA DE MURCIA:
Ubicación de Murcia en el mapa de España:
TRAJES REGIONALES MURCIANOS:
La Indumentaria Tradicional de la
Región de Murcia tiene sus raíces en los trabajadores y los aristócratas
de las civilizaciones que han pasado por la zona a lo largo del tiempo.
Parece ser que el traje de faena tiene
influencias moriscas, y el vestuario de gala se origina en la corte
española del siglo XVI.
Son típicas de la Región prendas como los refajos en las mujeres, y los zaragüelles en los hombres.
Pero si realmente algo identifica a la
indumentaria tradicional de Murcia es la gran cantidad de ornamentos en
sus trajes, y sobre todo, la calidad y variedad en sus bordados.
La indumentaria tradicional de Murcia
se remonta siglos atrás, pero vuelve a la actualidad en la Región cada
año en las distintas festividades que se celebran en pueblos y ciudades.
La indumentaria tradicional de un
pueblo, junto con sus danzas y sones, brindan la forma más veraz y
auténtica de conocer la idiosincrasia del mismo.
Mediante la indumentaria se puede
deducir el clima de la zona, el carácter de sus gentes y la manera de
sentir y expresar sus sentimientos.
Murcia ha sido desde siempre una
zona de paso y frontera. Debido a este motivo su indumentaria
tradicional ha asumido y ha dejado numerosas influencias en las
provincias anexas. Sin embargo, también la impronta del pensamiento
murciano se deja entrever en sus trajes populares. La huerta de Murcia
es un patrimonio etnográfico y cultural innegable.
Las faldas, refajos, camisas y
adornos de las mujeres murcianas, y los zaragüelles, chalecos y
chaquetillas de los hombres de la Región han sido modelo en muchas de
las provincias cercanas a Murcia.
En la Indumentaria Tradicional murciana
se puede diferenciar tres trajes, cada uno adecuado a un momento de la
vida: el trabajo agropecuario, las ceremonias religiosas y los días
festivos.
Existen prendas que se verán en todos los trajes, y otras que los diferenciarán.
La ropa de trabajo diario:
Tanto en la ropa masculina como en la
femenina se puede apreciar el influjo del medio agrícola del sureste. A
su vez, las prendas que se visten para el trabajo en el campo (zaragüel,
sayas, camisa o alpargates) tienen en sus nombres origen islámico, al
igual que algunos términos relacionados con el trabajo en la huerta y el
regadío.
Las ceremonias religiosas: entierros, bodas, bautizos y comuniones:
Se incorporan prendas en estos
trajes como la capa o la montera, para el vestuario masculino; y la
mantilla y el guardapiés (especie de vestido que se llevaba bajo la
falda) para el femenino. Todas estas prendas solían ser de color negro, y
engalanaban y cubrían el cuerpo. Era una combinación perfecta de
elegancia, prudencia y recato.
Los trajes para los días festivos: de la romería a la feria
La moda que seguían las cortes francesa
e inglesa desde el siglo XVII, era tomada como modelo por las personas
adineradas de la Región de Murcia.
A los trabajadores de la huerta les
llegaban las modas con retraso, y además con tejidos más humildes. Así
se realizaron piezas que engalanaban el vestuario cotidiano. Entre estas
piezas se encontraba la casaca, el chaleco o el calzón, para los
hombres; y el jubón o el armador para las mujeres.
• Los Tejidos:
Batista: Tela muy fina de lino o de
algodón, de densidad algo grande. Se suele teñir de colores claros y a
veces con estampados diminutos.
Brocado: Tela bordada con hilos de oro, plata o seda, simulando dibujos. Se fabrican brocados en seda y algodón.
Damasco: Debe su nombre a la ciudad
oriental de origen. Es un tejido de seda o algodón mercerizado, de color
unido, caracterizado por lo dibujos llamados adamascados.
Holanda: Tejido fino y sólido de lino de algodón con ligamento tafetán, blanqueado y teñido como la batista.
Indiana: Tejido de algodón algo basto que
recibe el nombre de su primitiva procedencia (EE.UU). Su característica
es el estampado con dibujos sencillos a uno o dos colores por un solo
lado.
Lienzo: Tejido que se fabrica en lino, cáñamo o algodón.
Muselina: Tejido de seda o de algodón, pero poco tupido, ligero y translúcido, blanco o de colores claros.
Pana: Terciopelo de algodón. Consta de una
urdimbre y una trama con bastas que se cortan para formar el pelo, que
es corto y apelotonado.
Paño: Tejido de lana de peso y densidad muy
variables, con ligamentos de tafetán o sarga, perchado de una manera
tan intensa que da el aspecto de una piel con el pelo corto, planchado,
tupido y suave.
Percal: Tejido de algodón, blanco o pintado y más o menos fino. Poseía poco valor.
Tafetán: Tejido delgado de seda muy tupida. Existen varias especies como el doble, doblete, sencillo o batido.
• Las Influencias:
En Andalucía
En Granada se usaban los zaragüelles
para los trabajos relacionados con la agricultura. Era un vestuario muy
cómodo, y utilizaban medias blancas y esparteñas. También vestían con
una manta hecha a franjas de colores. La mujeres del interior granadino
utilizaban faldas de lana, a rayas o lisas, bordadas con motivos
florales.
El jubón o chaleco también se utilizó en Guadix. Otras prendas muy usadas en esta zona eran el refajo y el delantal.
En cuanto al vestuario masculino,
añadir que las mantas que en la Alpujarra se usaban a diario para
resguardarse del frío tienen su origen en la manta murciana.
En Baza, la indumentaria tradicional
tiene aun más conexiones con la de la Región de Murcia. Refajos,
bordados, ornamentos, pañuelo, incluso el peinado reflejan las
influencias murcianas.
En Jaén, durante el invierno, las mujeres usaban faldas de lana a rayas y refajos.
Otras zonas cercanas a Murcia
En Albacete,
los trajes populares de algunas zonas, usan faldas de lana a rayas.
También se tocan el pelo las mujeres con moños de picaporte y pequeños
rodetes o currucas.
Vestuario femenino:
El Refajo:
Si hay algo que define el traje popular
de la mujer en Murcia es la falda, llamada comúnmente Refajo. En las
zonas frías de la Región de Murcia la mujer solía vestir refajos de
lana. En cambio en las zonas cálidas el material con el que se realizaba
esta prenda era algodón.
Murcia es una tierra de contraste de
colores. Una amplia gama resalta en la paleta del pintor del paisaje
murciano. Los colores del refajo no son menos. La infinidad de tonos de
la naturaleza de las tierras de la Región dan vida a los refajos de los
vestidos populares. Al igual que en la bandera actual, el color que
solía dar distinción y poderío dentro de la sociedad era el grana.
Las distintas comarcas de la Región de
Murcia tenían una escasa variedad de formas en los refajos. Aun así, se
pueden describir algunas peculiaridades que diferencian algunas de estas
prendas:
Refajo de listas
Es un refajo a rayas verticales de
aproximadamente 3 cm de anchura. Se trataba del refajo de diario, de
trabajo, de ahí que no esté decorado con bordados.
Era elaborado en telares caseros y en
invierno resultaba muy útil, ya que podía colocarse sobre otro vestido.
Dada la sencillez de la prenda, era el que utilizaban niñas y
adolescentes.
Refajo de lana
Estaba confeccionado con este material y
bordado con ornamentos florales. Es uno de los más alegres, y también
de los que mejor se adaptan al frío.
En Alhama de Murcia se decoraba con siete cenefas en seda. Queda reflejado el auge de la sericultura en esta zona.
Incluso se bordó la figura de un gusano
de seda en los refajos. Esta figura ha perdurado en el vestido
femenino, pero el tiempo la ha convertido en algo parecido a una hoja
estilizada.
Para proteger la prenda de que se deshilache por los bajos, se remataba con un cordoncillo.
Refajo de lentejuelas
El barroco en España hace que la
decoración del vestuario popular se enriquezca. El virtuosismo en los
detalles y ornamentos se toma como un exponente de las clases
adineradas.
Se añaden a los refajos perlas, piedras preciosas, lentejuelas, cordones, canutillos de oro y plata, etc.
Para finalizar este refajo se introducía una puntilla metálica plateada que sustituía al cordoncillo.
Refajo de recortes
Otro tipo de ornamentación, más
comedida, eran los recortes de terciopelo negro superpuestos sobre tela
de seda rosa. Incluso se podían ver en estos refajos algunos volantes en
la parte baja.
En Totana eran frecuentes los refajos amarillos con recortes negros.
Camisa
El corpiño o armador:
Es una especie de corsé. Su
equivalencia es el cuerpo del vestido. No porta mangas, y se coloca
sobre la blusa. Tipo y generosidad del escote a elegir por la mujer. El
cierre se consigue mediante un cordón cruzado que pasa a través de unos
ojales en la parte delantera.
Chambra o camisa
Se trata de una prenda que en su origen
era tratada como vestuario íntimo. Una de las notas más originales del
vestuario popular estaba representado en la camisa. Eran unos bordados
posiblemente moriscos.
Desde el siglo XV se ha escrito sobre distintos tipos de camisas, entre ellas:
• Camisas Labradas. Se llamaban así por sus bordados. Se encontraron en los guardarropas de Isabel la Católica.
• Camisas Listadas. Menos ricas, el único adorno eran cintas de diversos colores cosidas a la tela.
El blanco era el color natural de la
fibra de la camisa. En un principio estaban elaboradas en manga corta,
sobre el codo. Durante el verano, en zonas calurosas, se llevaban sin
corpiño. Se realizaron también de manga larga, con puños terminados en
puntillas.
El delantal
Se trata de una prenda parecida a la
actual, que se colocaba encima del refajo. Abundaban los de seda, aunque
dependía de la calidad del traje.
Los más extendidos son de raso bordados
con lentejuela y pedrería , anudado a la cintura de la mujer con un
gran lazo zapatero cuyas puntas, desiguales, solían bordarse y
disponerse al lado izquierdo de la cintura.
Otros delantales, posteriores, se confeccionaron en finas telas de lino con adornos de vainicas, entredoses, alforzas, etc.
Faltriquera:
Era una especie de bolsa o saquillo. Se
sujetaba a la cintura mediante cintas de algodón, y solía guardarse en
ella el dinero y algunos útiles de uso cotidiano.
Se podía recargar con toda clase de ornamentos.
Una bolsita con dinero como la faltriquera solía guardarse bajo las sayas, o sobre ellas bajo el refajo.
Armilla o jubón:
Se trata de una chaquetilla con mangas
largas, generalmente de terciopelo o raso negro. Se ajustaba al talle y
llevaba el cuello cerrado.
El puño presentaba pequeñas aberturas
por las que asomaba la puntilla de la camisa. La decoración de esta
prenda podía estar formada por filigrana de plata en los botones y
puntillas en cuello, puño y mangas.
El objetivo de esta prenda era
resguardar de las bajas temperaturas a las mujeres que vivían en las
zonas más frías de la Región.
El Manto:
El manto servía en un principio para
protegerse del frío, pero terminó siendo una prenda de adorno,
decorativa, que incluso podía diferenciar las clases sociales.
Manila
El origen del Mantón de Manila es castizo, no murciano. Pero en la Región de Murcia se utilizó desde 1875.
Manteleta
Se trata de un triángulo, medio
pañuelo, que se puede cruzar en la parte delantera. La punta del ángulo
central está redondeada, y toda la pañoleta está contorneada con
puntilla fruncida.
También puede ser artículo de lujo. En
ese caso se decoraba de forma distinta según gustos de la clase popular,
o de la aristocracia.
Cintón:
Este tipo de mantilla es propio de la región de Murcia. Tienen un corte trapezoidal, y está realizada en raso y terciopelo.
Era prenda imprescindible para
cualquier acto religioso o para fiestas y solemnidades. Simbolizaba la
honestidad y honradez de aquella que la luciera.
Ropa interior.
Enaguas:
Se trata de una falda interior blanca.
Se adornan con alforzas o pliegues. En la parte baja disponen de una
tira bordada ancha y fruncida con pasacintas y cinta de seda de color.
Para conseguir que quedaran ahuecadas se solían almidonar. Una misma mujer podía llevar hasta seis enaguas, una sobre otra.
Peinados:
El moño de picaporte
El pelo recogido, con la frente despejada, es un clásico dentro de la variedad de peinados de la Región de Murcia.
Se realiza con dos trenzas de ocho a
diez ramales, tejidas a modo de “pleita”. Se coloca en la nuca y se
sujeta por la mitad con una cinta de raso o terciopelo. Por la parte
frontal se hace la raya en medio o lateral con las clásicas y preciosas
hondas murcianas.
Como complemento se podían utilizar dos
pequeños rodetes colocados a ambos lados de las orejas. También puede
adornarse con una peineta acompañada de agujones y horquillas. Se puede
adornar el moño de picaporte también con flores del tiempo.
Peinado redondo
Se trata de otro tipo de moño, pero en
este caso la mujer se peina con la raya en medio y se recoge el pelo
atrás en un moño redondo o rodete.
Al igual que con el moño picaporte, las mujeres adornan el moño con uno o dos ramilletes de flores.
Adornos y complementos:
La mujer murciana ha utilizado
numerosos argumentos para realzar su belleza. El paso de los años ha
perfeccionado estos aderezos, pero básicamente se pueden enumerar los
siguientes:
Adornos para las orejas: hermosas arracadas, pendientes de jaula, de calabaza, y arracadas de lazo.
Para llevar en la muñeca: a partir del
siglo XIX desde Francia se exportaron rosarios que se colocaban en las
muñecas para llevar las cuentas de los rezos. Poco a poco las primitivas
cuentas de madera pasaron a estar más decoradas.
Aderezos para el cuello y su regazo: se
utilizaron collares y gargantillas. Algo que ha llegado hasta nuestros
días, y que ha tenido diversas modas es la cinta de terciopelo negro con
un adorno colgante.
Para el pelo: Al igual que en la
actualidad, los agujones o alfileres de plata eran los adornos más
utilizados durante el siglo XIX.
El abanico: la mujer murciana utiliza
abanicos en verano para no pasar calor. Es normal que posean varios: uno
de uso diario, otro para el negro (luto), otro más artístico para
decoración de la casa o grandes ocasiones, etc. Se elabora en papel o en
variadas y finas telas.
Vestuario Masculino:
Zaragüeles y calzones:
Los zaragüelles son unos calzones anchos.
Están confeccionados en lienzo o lino,
de color generalmente blanco y nunca sobrepasan “tres dedos” por encima
de la rodilla. En el trabajo de la huerta dan mucha movilidad y
comodidad, por lo que el huertano se resistió a cambiarlo por los
pantalones. El zaragüel es la prenda por antonomasia del vestuario
masculino popular. Así queda demostrado cada Día del Bando de la Huerta
en la ciudad de Murcia, en el que miles de murcianos y murcianas pasean y
desfilan con esta prenda pos las calles de la capital.
Calzón o pantalón:
El traje de gala llevaba pantalón o calzón,
no zaragüel. Normalmente era de paño o de terciopelo, y del mismo color
que la chaquetilla.
Este pantalón de lujo, cubría hasta la
mitad de la pierna. En el extremo inferior tenía dos aberturas decoradas
con botones de plata.
Camisa:
La camisa era una prenda muy parecida a la
que se usa en la actualidad. Podían estar decoradas con alforzas,
puntillas o vainicas. Su color solía ser el blanco.
Existían algunas camisas en las que se
bordaban a mano los puños, el cuello y las pecheras. Estas pasaban de
padres a hijos y las partes estropeadas se recuperaban. Era una camisa
muy importante.
Al igual que los zaragüelles, solían ser muy amplias para facilitar los movimientos.
Faja:
La cintura del hombre está cubierta por
al menos dos vueltas de una tira de tejido, más o menos ancha, de
color. Este tejido es la faja.
La faja servía para sujetar los
zaragüelles o calzón, y para que no se salieran los faldones de la
camisa. Más tarde se convertiría en un adorno más que una prenda
funcional.
Chaleco:
Es una prenda abierta, con solapas, sin
cruzar. Carecía de mangas. La parte trasera era de color oscuro,
mientras que la delantera se decoraba con sedas y colores más vivos.
No se utilizaba a diario, y se llevaba
sobre la camisa cubriendo parte del cuerpo. Quedaba total o parcialmente
cubierto por otras prendas.
Chaquetilla:
Es una chaqueta corta, hasta la
cintura, de colores generalmente oscuros. La parte delantera se adornaba
con alamares de seda y se bordeaban con pasamanería.
Normalmente se llevaba abierta para lucir el chaleco que estaba debajo.
Las primeras chaquetillas solían tener
cuellos altos, levantados y sin solapas. Con posterioridad se le fueron
añadiendo solapas.
Calcetas:
Las calcetas eran utilizadas por mujeres y hombres, pero había ciertas diferencias.
Las calcetas del hombre nunca sobrepasaban la rodilla, sin embargo las de la mujer llegaban hasta el muslo.
Se utilizaban para no pasar frío en
invierno, eran normalmente de color blanco, y no llegaban a tapar los
pies, quedaban a los tobillos.
Las medias más elaboradas, incluso en
distintos colores, se utilizaban para las grandes ocasiones: visitas a
la capital, rondar a una moza, fiestas, etc.
Un punto de costura típico con el que
se elaboran estas prendas en la Región de Murcia es el de garbanzo,
conocido así por la similitud con esta legumbre.
Esparteñas:
Si existe una prenda de vestir que
ha diferenciado clases sociales en la Región de Murcia son las
esparteñas. Eran confeccionadas con cáñamo o esparto, y las utilizaban
gentes humildes. Parece ser que las esparteñas y las abarcas son el
calzado más antiguo de España.
Confección de las esparteñas.
Se elaboraban artesanalmente, a partir
de esparto natural, sin picar. Se realizaba un cordel fino que se iba
tejiendo hasta darle la forma del pie. Se confeccionaba el talón y la
puntera (que apenas cubría los dedos del pie). Una vez cosidas la suela,
el talón y la puntera, se ataban al tobillo con dos cordetas, también
de esparto, similares a las sandalias romanas. Con el paso del tiempo el
esparto se sustituyó por el cáñamo, más suave y agradable. La puntera y
las cordetas pasarían a confeccionarse en algodón.
POSTALES Y SELLO CON EL TRAJE REGIONAL DE MURCIA:
LA CATEDRAL DE MURCIA:
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