domingo, 24 de febrero de 2013

UNAS CUANTAS COSAS

Imágenes de COSAS DE FARmacia antiguas.

 


Reloj de Sobremesa, 1900

 

Elegantísimo reloj de sobremesa de madera, fabricado en el año 1900. Funcionando como el primer día.



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Reloj Francés de Sobremesa, 1880

 

Reloj francés de sobremesa tipo pórtico, año 1880. Decorado con incrustaciones. Funciona bien.



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Reloj de Sobremesa, Ca. 1890

 
Ref: RS-556
Espectacular reloj de sobremesa de bronce labrado, fabricado en Francia circa 1890. Funcionando.



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Reloj de sobremesa francés

 
Ref: RS-J-308
Reloj de sobremesa francés en bronce. SXIX



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Reloj con Candeleros, 1880

 

Conjunto de reloj de sobremesa y candeleros de madera y cobre. Francia, 1880. En perfecto estado.



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Reloj de Sobremesa Inglés, 1900

 

Elegante reloj de sobremesa fabricado en Inglaterra en 1900. Con bella maquinaria de escape. Funcionando.



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Reloj de Sobremesa, Ca. 1870

 

Bellísimo reloj de sobremesa francés en bronce y concha de tortuga. Circa 1870, en perfecto estado.



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Despertador de Barco, Años 50

 

Despertador de barco en madera y metal, realizado en los años 50 del siglo XX. En funcionamiento.



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Reloj de Sobremesa francés.1870.

 

Reloj de Sobremesa Francés con Decorativa Guarnición. 1870



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Reloj con Candelabros, Ca. 1.820

 

Impresionante reloj monumental francés con pareja de candelabros, circa 1.820. Bronce dorado.



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Reloj de Sobremesa, Ca. 1890

 

Reloj alemán de sobremesa Junghans fabricado a finales del siglo XIX. Bien conservado y funcionando.



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Reloj con Candelabros, Ca. 1.870

 

Delicado conjunto de reloj de sobremesa y candelabros, circa 1.870. Firmado en esfera y maquinaria.



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Reloj con Guarnición, Ca. 1890

 

Reloj francés con guarnición fabricado en 1890-1900. Conjunto de bronce, bien conservado y funcionando perfectamente.



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Reloj de sobremesa francés 1850

 

Reloj de Sobremesa Francés con Guarnición Electrificada. 1850.



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Reloj de Mármol y Bronce, S. XIX

 

Reloj de mármol verde coronado por una escultura de bronce patinado. S. XIX. Funcionando perfectamente.










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Con el mismo cuento... III
Retomo esta serie ( las I y II se publicaron acá el 10 y el 31 de mayo de 2008) con otros casos de escritores que mostraron su admiración por obras de sus colegas rescribiendo y homenajeando algunas de sus obras.


Mario de Morais Andrade (1893-1945) es el autor de Macunaíma, novela emblema de la literatura modernista brasileña y que fue llevada al cine. Escribió un cuento muy hermoso:

“El pavo de Navidad” (“O peru de Natal”).Nuestra primera Navidad en familia, después de la muerte de papá ocurrida cinco meses antes, fue de consecuencias decisivas para la felicidad familiar. Nosotros siempre fuimos una familia feliz, en ese sentido bien amplio de felicidad: gente honesta, sin crímenes, hogar sin peleas internas ni graves dificultades económicas. Pero, debido en parte a la naturaleza gris de mi padre, ser desprovisto de todo tipo de lirismo, instalado en la mediocridad, siempre nos había faltado ese disfrute de la vida, ese gusto por las felicidades materiales: un buen vino, un balneario, el refrigerador, cosas así. Mi padre había sido un gran equivocado, casi dramático, el pura-sangre de los esfuma-placeres.


Carlos Drumond de Andrade (1902-1985) lo homenajeó en su cuento “El pavo”, de su libro Habla el almendro; brillante y delirante por su humor absurdo.
Los dos son imperdibles.

“El pavo”En el engranaje metropolitano hasta las operaciones más sencillas, si salen de la rutina, exigen una larga y meditada preparación. Por lo cual desde noviembre el diario anunciaba: “Encargue sus pavos con anticipación a la Granja Castorina: son más grandes y más tiernos”.
La Dueña-de-Casa consideró un deber tomar en cuenta la advertencia. Llamó por teléfono a un número siempre ocupado: la ciudad entera poseída por el espíritu de la previsión, o simplemente por la angurria navideña, encargaba pavos. Después de varias tentativas logró inscribirse.
El pavo llegó a su debido tiempo, ni grande ni chico, ni gordo ni flaco, …



El retrato a color de Mario de Andrade, es de Lasar Segall.
El de Carlos Drummond de Andrade, es un autorretrato.

El pavo de Navidad se puede leer en este link http://argos.cucsh.udg.mx/20nov-ene02/20nandrade.html
Y se puede escuchar –en portugués- en este otro
http://www.youtube.com/watch?v=gURpvp1ttk4

Flor, teléfono, muchacha, de Carlos Drummond de A. se puede leer aquí: http://www.letras.s5.com.istemp.com/cda171204.htm
Pelé 1000, de Carlos Drummond de A. se puede leer aquí: http://loscuentosdelapelota.blogspot.com/2008/07/pel-1000-carlos-drummond-de-andrade.html
No puedo encontrar en la red a El Pavo. Lo lamento. En una de esas, más adelante, lo transcribo completo.
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1 comentario:

Santi el de Los Divagues dijo...
Pah!!! Me fui a leer "El pavo de Navidad" completo.
Una delicia.
Me recordó muchísimo a "La fiesta de Babette". Tiene el mismo espíritu, esa revolución en las vidas a través del epicureísmo, ese un poco culposo pasar de la austeridad al disfrute y en ese pasaje todos volverse mejor gente.
El darse permiso para ser felices.
Creo que este cuento me pegó especialmente en estos días, ya que el 28 de diciembre murió mamá, que era un poquito como el papá del cuento. Y ni el 24, cuando estaba agonizando lentamente en su dormitorio, ni el 31, cuando ya había fallecido, dejamos de preparar manjares, disfrutarlos y brindar por la vieja a las 12. No comimos pavo porque por estas latitudes, el pavo no nos gusta mucho.
Gracias por estos cuentos.
Yo también buscaré "El Pavo" de Drumond de Andrade. Nos lo merecemos.



Bibliotecas especiales
Convento de Mafra - Portugal


Mafra, una pequeña ciudad, a 40 km al norte de Lisboa alberga una de las colecciones más importantes de Portugal y del mundo entero. La Biblioteca es parte del conjunto arquitectónico llamado El Real Palacio de Mafra. El grupo incluye además el Monasterio o Convento, la Basílica y la Residencia –con parque y cementerio propio- de la familia real portuguesa durante el verano y la temporada de caza.
La construcción se hizo por una promesa del rey Joao V a los monjes franciscanos: si su esposa, doña Ana de Austria le daba descendientes les construiría un monasterio.
Las obras, realizadas entre 1717 y 1730, estuvieron a cargo del arquitecto alemán Johann Friedrich Ludwig y lo que originalmente iba a ser un modesto convento para 13 curas terminó siendo una imponente muestra del barroco portugués de más de 40.000 m2. El oro (y otras riquezas que "llegaban" desde el Brasil) obró el milagro de multiplicar la superficie y mejorar los planes originales y le dejó resto a don Joao para obras de mecenazgo artístico que son parte de la estupenda decoración.


El Palacio por sí mismo es una maravilla, una de las grandes obras del patrimonio cultural lusitano; pero un hecho literario vino a acrecentar más aún su fama: José Saramago publicó en 1984 su novela “Memorial del Convento” que transcurre durante la epopeya de la construcción. El escritor nació a unos 40 km al norte de Mafra, en el pueblo de Azinhaga, sobre la margen derecha del Tajo, y lo visitaba desde los 6 años. En su novela homenajea al Convento, a sus anónimos constructores y a los ocasionales huéspedes. En la página 315 ( Memorial do Convento, Editorial Caminho, 32a edición, 2000) la princesa doña María Bárbara, aquella heredera por cuya llegada se construyó semejante edificio, rememora haber visto en su juventud una cuadrilla de hombres encadenados que eran llevados como mano de obra esclava para las obras y reflexiona sobre el hecho de que no llegó a pasar un solo día de su vida allí. Nunca fue utilizada como residencia, en forma continua, por la familia real portuguesa; sin embargo, desde ahí partió al exilio el rey Manuel II en 1910, cuando la primera República sustituyó a la monarquía.

La Biblioteca está ubicada en el último piso, sobre el contrafrente. Es una de las más importantes de Portugal, con cerca de 40.000 volúmenes, toda una síntesis del saber hasta siglo XVIII, casi todos encuadernados por los frailes agustinos en los talleres de la Casa da Livraria (los agustinos se alternaron con los franciscanos al frente del convento en un par de ocasiones, cuando la austeridad de estos entraba en conflicto con el lujo del resto de las instalaciones). No está incluida en las visitas para turistas pero los lectores pueden utilizar sus servicios todos los días hábiles. Tiene una sala de mapas en una de las esquinas, acorde con las glorias marítimas portuguesas. Uno de sus habitantes, quizá el más insigne para los anfitriones, es Luis de Camões, el autor de Os luisiadas, también citado en la novela de Saramago. Hay textos en muchos idiomas, ediciones originales que requieren una complicada autorización antes de lograr poner los ojos sobre ellas y una curiosidad, dicha con un dejo de orgullo por una de las dependientas: “de los casi 40.000 libros que tenemos, menos de veinte de los anteriores a 1800 están en inglés”.

 

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Cuentos de parejas
Uno y uno y otro de yapa


1
Una pareja con diez años de casados desayuna leyendo el diario un domingo.
-Escuchá esto, -dice el marido y lee: “Como protesta contra la prostitución en Nueva Zelanda, las mujeres llevan a cabo una original medida. Pagan a sus hombres cien dólares cada vez que hacen el amor”, -¡Ya mismo saco pasajes para Auckland!
-¡Dale, vamos! Yo te acompaño.
-Se puso celosa, se puso celosa...
-Para nada. Quiero ver cómo te arreglas para vivir con doscientos dólares al mes.

2
-Te vendo mi mujer, -le dice un nero (negro cordobés) a otro.
-No te doy ni un mango.
-Trato hecho.


3
Una pareja madura repasa su vida y se confiesa.
-¿Te acordás de la que vivía en el 6º C?, -dice el marido.
-Sí, Rosalía. Tenía un cuerpo espectacular, -contesta la esposa.
-Bueno, ese cuerpo fue mío, -replica con picardía el hombre.
-...
-¿Y de Teresa, la que veraneaba en Gesell?
-Perfectamente.
-Bueno, ese cuerpo también fue mío.
Ambos sonríen, el tiempo y la distancia les permiten ver el asunto en forma natural. De pronto ella toma la palabra:
-¿Te acordás cuando vivíamos en Av. Corrientes y Gurruchaga?
-Sí, ¿frente al Cuartel de Bomberos? –dice el marido.
-Bueno, ... ese Cuerpo fue mío, -replica ella.
-...


Estos cuentos han sido afanosamente afanados a lo largo de años y años de persistir en la tarea. En vano afán he tratado de recordar a las víctimas, me parece que el primero es de Play Boy y capaz que alguno de los otros dos es mío.


Los autores de las ilustraciones son, de arriba a abajo: Hugo Catalán -Córdoba, Argentina-; desconozco al autor y Chumy Chúmez, español (1927-2003).
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Dice el mito que la tormenta de Santa Rosa se presenta con una regularidad asombrosa alrededor del 30 de agosto de cada año. Los más crédulos aseguran que llega, inexorable, 5 días antes o después, como máximo. Los refutadores aseguran que el plazo es más laxo: ocurre 6 meses antes o después de la fecha.
Lo cierto es que más tarde o más temprano descarga su fuerza, trae frío y lluvia y refuerza el mito por presencia o por excepción. Este año parece que llegará más puntual que nunca, así los dicen los pronosticadores y lo confirman mis huesos.

En realidad se trata de un temporal de fines del invierno, típico del modo de circulación de los vientos en el hemisferio sur en estas latitudes (entre 20º y 45º). También se desatan en Sudáfrica y en Australia. La ocurrida en 1615 en Lima - Perú, se atribuyó a los rezos y rogativas que había organizado la beata doña Rosa para pedirle a dios que impidiera el desembarco de piratas holandeses y le dio su nombre, para siempre, a cualquier tormenta que ocurra alrededor de esta fecha.
En el Río de la Plata está asociada a una típica tormenta de invierno que se presenta con bastante regularidad. Se trata de un frente frío del sur asociado a alta presión atmosférica que desplaza a uno caliente y húmedo con baja presión, proveniente del norte que ha estado entrando en los días previos. De allí el dicho popular: “a Norte duro Pampero seguro”.

Puntual o no, “la Santa Rosa” ha dejado sus huellas en nuestra historia y en la literatura desde los primeros tiempos. Vamos a repasar algunas:

1- La del 8 de septiembre de 1799 fue una las más bravas que se recuerden, causó estragos en el puerto de Montevideo: 86 barcos entre hundidos y encallados, entre ellos la fragata S.M.C. Santa María Magdalena y la corbeta Descubierta que al mando de Malaspina había dado la vuelta al mundo unos años antes.

2- Otra Santa Rosa especial, la del 12 de agosto de 1806, dio lugar a un episodio digno de los mejores desvaríos surrealistas: ¡la captura de la fragata inglesa Justine por parte de una partida de gauchos a caballo al mando de Martín Güemes!
El General Beresford se acababa de rendir luego del fracaso de la primera invasión inglesa. La flota británica de apoyo, que cañoneaba a Buenos Aires desde el río, emprendió la retirada pero sólo pudieron huir dos barcos; los demás fueron capturados en navegación, a excepción de la Justine. Con 100 hombres y sus 26 cañones se había acercado mucho a la costa (aprovechando la creciente que provoca el noreste de los días previos) y desde allí diezmaba las defensas con su artillería. Cuando llegó el pampero el río bajó rápidamente y la Justine encalló. Como el viento siguió del sudoeste la bajante continuó, el río se fue y el barco quedó en seco. Así fue como un grupo de caballería pudo tomarla por asalto y la rindió. Debe ser un episodio único en la historia de las batallas “navales”.

3- Desde que comienza el mes de agosto no se oye en el muelle i en las fondas i tabernas del bajo en Buenos Aires hablar de personaje alguno del almanaque que no sea santa Rosa. Los que no están en el secreto…
El nombre de santa Rosa ha perdido entre nosotros su significación celestial, adquiriendo esta otra más mundana
¡tempestad! Que traducida a todos los idiomas quiere decir buques perdidos, hombres ahogados, cargamentos averiados…
En el año 1878, santa Rosa había pasado sin dar motivo a que se le prodigaran los dicterios habituales, los que no por eso fueron menos abundantes ni menos enérgicos…
Pero llegó el 1º de octubre i la santa que por razones de familia había postergado la celebración de su aniversario, sin prevenir a sus admiradores, desencadenó…

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