sábado, 16 de febrero de 2013

Cosas de España

El país de lo imprevisto

Richard Ford (1830-1833) Grabados: Gustavo Doré

biografía

Protestante y conservador. Viajó por España entre 1830 y 1833. Tenía treinta y cuatro años, en el otoño de 1830, cuando realizó el viaje, con su mujer enferma y sus hijos. Se instaló en Sevilla porque el clima era favorable' para la recuperación física de su mujer. Aprende español, y se interesa por la literatura española, aficionado a El Quijote, lo lee en voz alta a su familia.
Su recorrido por España se inicia en abril de 1831 con un bloc de notas y otro de dibujo. Los viajes los realiza casi siempre acompañado de su criado y un burro. Llega a Madrid, invitado por su amigo, el embajador inglés Mr. Addington. Recorre Castilla la Nueva, pero al igual que Luciano Cordeiro, Coelho de Carvalho, entre otros viajeros, pasa días y días admirando las pinturas del Museo del Prado, sobre todo los cuadros de Velázquez. Viaja por la costa mediterránea Valencia y Cataluña, le acompaña en esta ocasión su mujer, al final de este recorrido regresan a Andalucía. Su segunda salida de Sevilla será en el verano de 1832, visitará el Noroeste y la costa asturiana. Durante 1833 sus viajes son esporádicos por precaución ante los brotes de cólera. Durante su estancia en España frecuentó no sólo a los intelectuales españoles, sino que coincidió con otros viajeros ingleses, entre ellos Cook Widdrington quien le informó sobre algunas rutas que él no pudo realizar como"la excursión a Almadén", y dijo de Ford que era "un gran geólogo y disecador de pájaros, hombre corpulento y envarado, que se las da de filósofo". El libro de su viaje por España, lo redactará en su casa de Exeter, decorada al estilo español y rodeado de libros españoles.
Algunas crónicas de sus experiencias fueron publicadas en Quarterly Review. Nunca pensó escribir ningún libro sobre España, Fue el editor londinense John Murray quien le animó para completar una colección de guías que estaba editando sobre Europa para viajeros y lectores ingleses. Convenció a Richard Ford quien explica, en una carta a su amigo George Borrow, que está narrando a los lectores ingleses sus viajes a lomos de una jaca cordobesa. Este libro se publicó en Londres en 1841 con un tíndo Handbook for travellers in Spain and Readers at Home que indicaba perfectamente quien era su receptor, estaba destinado al viajero pasivo, que en alguna ocasión podría convenirse en activo. Por ello acompaña las impresiones subjetivas sobre los lugares y lugareños que va visitando. Cuando describe el País Vasco, define a sus habitantes "Los vascos modernos, sin embargo, por bravos y activos que sean individualmente, son muy malos soldados regulares, ya que se muestran demasiado obstinados y tercos para tolerar la instrucción y la disciplina, y además sólo pueden ser dirigidos y de manera imperfecta, por compatriotas suyos". Da cuenta de las actividades comerciales, los principales monumentos, apuntando al principio de cada nueva ruta las leguas que separan las poblaciones e insertados en el textos grabados que ilustran lo que describe. El éxito del Handbook fue enorme, sobre todo porque enseñó a los ingleses a viajar comparando menos su realidad nacional con la del país que visitan: Inglaterra es Inglaterra y España es España.

Años más tarde escribió otro libro sobre España: Gatherings from Spain, en este trabajo añadió a sus anécdotas personales numerosos datos que le fue enviado su amigo Pascual Gayangos. Richard Ford, supo transmitir a través de sus escritos no sólo una visión subjetiva del país que recorre, ahondando en las diferencias culturales y lingüísticas, como hizo su amigo George Borrow en The Bible in Spain, sino transmitir ilusión por España. Fue uno de los más fervorosos hispanistas, y como bien llegó a apuntar Gerald Btenand, no sólo conocía España sino que trasmitía su pasión por ella. Murió el 31 de agosto de 1858. Sobre su tumba en Heavitree, cerca de Exeter, reza el siguiente epitafio: "Rerum Hispanie Indagator Acerrimus".


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