CUENCA CASAS COLGANTES

La singular arquitectura de las construcciones del siglo XV en Cuenca atraen a miles de turistas al año


EXTRAÑO. Dentro de sus empedradas y empinadas calles se esconden monumentos históricos y casas blasonadas, conventos, iglesias y miradores .



Panorámica del Parador de Turismo y Convento de San Pablo, desde el puente suspendido sobre el río Huecar.

Siempre me han fascinado las ciudades que la UNESCO declara Patrimonio de la Humanidad, que por sus características históricas, artísticas y monumentales, merecen este calificativo. Por eso, en nuestro reciente viaje a España, mi esposa y yo teníamos una asignatura pendiente.

Entusiasmados por descubrir esta ciudad medieval, alquilamos un coche en Madrid y nos dirigimos directamente a Cuenca, que se encuentra tan sólo a la misma distancia que hay entre San Juan y Mayagüez.

Llegamos al Parador de Turismo hacia el mediodía, a tiempo para comer. Se trata de un impresionante edificio del siglo XVI que fue el antiguo Convento de San Pablo, situado justo frente a las famosas Casas Colgadas.

A ellas se llega cruzando un puente peatonal rústico sobre el río Huécar, de corto recorrido pero no recomendable para quienes padecen de vértigo; pero la panorámica desde el Parador que arropa la ciudad medieval colgada sobre un promontorio, es de espectacular belleza.

Dentro de sus empedradas y empinadas calles se esconden monumentos históricos y casas blasonadas, conventos, iglesias y miradores desde donde se pueden apreciar la presencia de los ríos Huécar y Júcar, que bordean la ciudad antigua.

Hicimos un corto recorrido a pie desde la Plaza Mayor, bajamos por la calle del Obispo Valero, bordeando la Catedral Nuestra Señora de Gracia, de estilo gótico-anglonormando y observamos que le faltan las torres principales y el campanario - que están sin terminar.

Allí nos topamos con el Palacio Episcopal, que nos abre las puertas del Museo Diocesano que ocupa tres plantas del Palacio y contiene obras de arte, tapices de los siglos 15 y 16, así como dos cuadros del famoso pintor El Greco.

A pocos pasos está el Museo Arqueológico y las Casas Colgadas (siglo XV), en cuyo interior se ha instalado un restaurante típico y el Museo de Arte Abstracto. Al salir descendemos por el Postigo de San Pablo, desde donde descubrimos la mejor vista de las Casas Colgadas, lugar perfecto para una memorable foto. La fusión y el equilibrio entre la arquitectura medieval y el paisaje natural son la nota más sorprendente y el mayor de los tesoros que posee la ciudad de Cuenca.

LA CIUDAD ENCANTADA

Si viajas en coche privado y dispones de un día extra, te recomendamos una breve visita a La Ciudad Encantada, un fenómeno geológico situado a unas 20 millas y que consiste en formaciones rocosas esculpidas por la acción del agua, el viento y el hielo, que al erosionar durante siglos, han conseguido modelar figuras humanas, objetos y animales, con una precisión difícil de entender, hasta conseguir una ciudad delirante, una ciudad que parece dormida de algún misterioso hechizo.



Naturalmente, recomendamos el Parador de Turismo. Es un poco más caro que las demás hospederías, pero en ninguna disfrutará de mejores panorámicas, alojamiento y comida. No obstante, si dispone de escaso presupuesto, puede tratar el hotel Alfonso VII.

También existe la Posada de San José, en la calle Julián Romero, 4. Un edificio del siglo 17 clavado en el corazón del casco antiguo. Los propietarios Antonio y Jennifer se ocupan personalmente de que su estancia sea placentera. Tiene solo 32 habitaciones. Información adicional la puede encontrar en sus respectivas páginas de internet.

CÓMO LLEGAR

Desde Madrid salimos por la autovía A-3 hasta la localidad de Tarancón, y después la A-40; desde Barcelona también la A-3, que enlaza con la N-320 a la altura de Montilla del Palancar. Las autopistas no son de peaje, tienen dos carriles en ambas direcciones y están bien señalizadas. No rebase la velocidad máxima porque la Guardia Civil no perdona a nadie. Que disfruten el viaje.

Las Casas Colgantes, el Puente de San Pablo, el Castillo de Cuenca, el Arco de Bezudo, los miradores de la Ronda del Júcar, la Ronda de Julián Romero y la fortaleza de Alarcón, son algunos de los lugares de la provincia de Cuenca que hacen su aparición en Sora no Woto.