RECORDANDO A AUDREY
El
 20 de Enero de este año, se han cumplido dos décadas de la muerte de 
una de las actrices con más ángel que dio el cine de la época dorada.
Ella
 tuvo su espacio en un mundo de mujeres explosivas y rotundas: rubias 
platino exuberantes, y morenas voluptuosas de mirada embrujadora; 
Audrey, que era una mujer alta, espigada y delgada hasta lo preocupante,
 se hizo un hueco irreemplazable con su estilo, su clase, su alegre 
mirada de niña inocente que cautivó a todos, y un talento pocas veces 
visto en ese Hollywood acostumbrado a crear estrellas femeninas con 
forma de cuerpos deseables, y roles establecidos.
Audrey entró en la espiral del estrellato rompiendo moldes, y ofreció un nuevo tipo de mujer delicada y bonita, por la que era imposible no sentir cariño.
Audrey entró en la espiral del estrellato rompiendo moldes, y ofreció un nuevo tipo de mujer delicada y bonita, por la que era imposible no sentir cariño.
Esa
 luz que brilló en Audrey nunca se extinguió, pues tantos años después 
de su muerte, sigue siendo fuente de inspiración para miles de personas y
 sus películas referentes de toda una maravillosa época.
No
 habrá otra como ella por mucho que se empeñen. Cuando Audrey llegó a la
 Meca del cine, sabía lo que era sufrir, porque padeció una guerra, y 
con ella comprobó que el ser humano puede ser abyecto e inmoral, pero 
que también puede ser humanitario y bueno, y todas estas circunstancias 
la hicieron fuerte, aún siendo su apariencia débil y delicada : para 
ella, enfrentarse a un mundo práctico y de apariencias como el del cine,
 fue realmente muy sencillo.
Con
 esta personalidad de mujer bondadosa pero firme en sus ideas, arrasó en
 una industria poco acostumbrada a mujeres fuertes e imbatibles: la Meca
 del cine le abrió las puertas ,y la convirtió en la princesa más 
entrañable e inolvidable que diera el cine americano.
Nadie
 jamás se pronunció sobre ella de manera despectiva, y logró conseguir 
la admiración y el respeto de todo el que trabajó a su lado; ni siquiera
 en su vida personal sufrió desdén alguno, pues a su muerte todos los 
que compartieron con ella alguna etapa de su vida lloraron su ausencia.
Audrey
 fue uno de los rostros más representativos del cine de los años 
cincuenta, y en este ambiente pudo disfrutar de los lujos más 
exquisitos; pero este ambiente frívolo, no fue impedimento para que unos
 años después se viera de nuevo cara a  cara con la  miseria,  con niños
 de miradas perdidas, con rostros que reflejaban la misma hambruna que 
ella tantos años antes había padecido ; y fue aquí, en este contexto 
duro, de muertes anunciadas e injustas, dónde Audrey encontró el sentido
 de la vida, y se dedicó por completo a aliviar, dentro de sus 
posibilidades, el padecimiento humano. 
Hasta
 siempre querida Audrey, nosotros te volveremos a ver una y otra vez en 
esas mágicas e inolvidables interpretaciones que nos regalaste, y estoy 
segura de que tu, allá dónde estés, puedes ver y sentir el orgullo, 
puedes percibir el cariño y la admiración con los que hoy en día, tantos
 años después de que nos hayas dejado, se pronuncia tu nombre.
CHARLES LAUGHTON : LA GRANDEZA DE UN ACTOR
Todos
 los que os pasáis por aquí habitualmente  conocéis mi admiración por 
las grandes Divas del cine clásico: admiración en algunos casos 
provocada por su trabajo, y en otros por sus estilismos o su belleza.
Sin
 embargo desde hace algún tiempo ronda por mi cabeza la idea de ir 
publicando, de vez en cuando, algún post sobre estrellas masculinas, que
 para mi gusto son realmente verdaderos imprescindibles en el firmamento
 de Hollywood, y de las que admiro, en igual medida que en las estrellas
 femeninas ,su trabajo, y en algunos casos su belleza. Tal vez sus 
estilismos nos traigan sin cuidado, o sus fotografías no sean tan 
atrayentes como las de las actrices que habitualmente publico, pero es 
que en algunos casos, y éste es el que nos ocupa, sobraba  toda esta 
parafernalia tan típica del cine de la época; porque claro......¿Qué
 iban a vender de Charles Laughton mediante estas estudiadas 
fotografías?... ¿Su  físico?; obviamente, el actor no vendía un físico 
envidiable que pudiese ser objeto de admiración o deseo entre el público
 femenino, por lo que sus fotografías fueron mas bien escasas; lo que 
vendía Laughton , o más bien diría lo que regalaba el actor era talento:
 un talento creativo fuera de lo común que fue el que le hizo ser 
merecedor de la admiración y, lo más importante, del respeto de un 
público que acogía sus interpretaciones con verdadero gozo.
Al
 ir escribiendo estas lineas, se me ha ocurrido comparar a muchas 
actrices de aquella maravillosa época, que tampoco fueron dueñas de un 
físico espectacular, pero si de un espectacular talento, y al contrario 
de estos grandes actores en la mayoría de  los casos se vieron  abocadas
 de por vida a interpretar  personajes secundarios: un claro ejemplo es 
la actriz Judith Anderson, conocida por dar vida a la inquietante Sra. 
Dambers en la gloriosa película "Rebeca".
Pero
 en fin...esa es otra historia; los que disfrutáis de aquellas clásicas 
películas de cine sabéis de sobra quién es este actor de singular físico
 y enorme talento.
Británico de nacimiento, Laugthon comenzó ,como todo buen actor inglés que se precie, interpretando obras de teatro.
No
 fue muy bien recibido en su entorno familiar el hecho de que el joven 
Charles se sintiera atraído por el mundo de la escena, pero persistente y
 metódico hasta la saciedad, finalmente consiguió seducir a sus 
progenitores que dieron el visto bueno para que se matriculara en La 
Royal Academy of Dramatic Arts.
Nadie
 apostaba por este chico algo orondo, y con rostro de peculiares 
facciones que le aportaban un perenne aire bobalicón, aunque lo justo 
sería reconocer que los profesores que le impartían clase, 
inmediatamente se percataron de la gran aptitud con que contaba el 
actor.
Su gran disciplina y capacidad de trabajo, le llevaron muy pronto a destacar entre muchos otros de físico más imponente.
Comenzó
 una exitosa carrera teatral en su Inglaterra natal, en la que fue 
prosperando e interpretando cada vez personajes más relevantes, de hecho
 y como anécdota contar que fue el primer actor en dar vida a Hercules 
Poirot, en lo que fue una adaptación para el teatro de la novela de 
Agatha Cristhie " La gran coartada".
Fue un hombre interesado por todas las ramificaciones del arte, por lo que alternaba sus apariciones teatrales con incursiones en cortos, que lo hicieron familiarizarse con el mundo del cine.
En el año 1933, se hace mundialmente conocido con la película " La vida privada de Enrique VIII", sería por cierto ésta la primera que rodada en Inglaterra ,se haría famosa en los EE.UU.
Tras este enorme éxito en tierras inglesas y americanas, era indudable que Hollywood posaría los ojos en la figura de este ingenioso actor, y de esta manera comenzó una carrera en el cine inolvidable, aportando a todos sus personajes una categoría y una credibilidad sólo propia de los grandes genios.
"Nuestra señora de París" , o "Esta tierra es mía", ambas protagonizadas junto a Maureen O'Hara, de la que por cierto fue su descubridor , no dejaron ninguna duda de su gran versatilidad, debido a lo complejos y alejados psicológicamente que resultaban ser estos personajes.
No hubo género cinematográfico ni personaje que se le resistiera, y su personalidad camaleónica quedó reflejada en la variedad de papeles que llegó a interpretar.
"Rebelión a bordo" en la que dió vida a la figura del malvado capitán Bligh; "El déspota" en la que como su propio nombre indica encarnó a un personaje con más defectos que virtudes, pero que ,paradójicamente, a mi llegó a enternecerme; "El sospechoso", dando vida a un asesino al que querrías que jamás descubrieran; "Testigo de cargo", de meticuloso y honorable abogado o en "Nobleza obliga" comedia en la que se puso en la piel de un sirviente llamado Ruggles; sería casi imposible mencionar una a una todas las películas en las que dejó marcado su sello personal, sin llegar a provocaros un bostezo, de tantas en las que participó. Lo que es indudable es que con esta maestría que lo caracterizaba, deslumbró en decenas de películas a las que siempre aportó una categoría y un "savoir fair" inigualables.
Fue un hombre interesado por todas las ramificaciones del arte, por lo que alternaba sus apariciones teatrales con incursiones en cortos, que lo hicieron familiarizarse con el mundo del cine.
En el año 1933, se hace mundialmente conocido con la película " La vida privada de Enrique VIII", sería por cierto ésta la primera que rodada en Inglaterra ,se haría famosa en los EE.UU.
Tras este enorme éxito en tierras inglesas y americanas, era indudable que Hollywood posaría los ojos en la figura de este ingenioso actor, y de esta manera comenzó una carrera en el cine inolvidable, aportando a todos sus personajes una categoría y una credibilidad sólo propia de los grandes genios.
"Nuestra señora de París" , o "Esta tierra es mía", ambas protagonizadas junto a Maureen O'Hara, de la que por cierto fue su descubridor , no dejaron ninguna duda de su gran versatilidad, debido a lo complejos y alejados psicológicamente que resultaban ser estos personajes.
No hubo género cinematográfico ni personaje que se le resistiera, y su personalidad camaleónica quedó reflejada en la variedad de papeles que llegó a interpretar.
"Rebelión a bordo" en la que dió vida a la figura del malvado capitán Bligh; "El déspota" en la que como su propio nombre indica encarnó a un personaje con más defectos que virtudes, pero que ,paradójicamente, a mi llegó a enternecerme; "El sospechoso", dando vida a un asesino al que querrías que jamás descubrieran; "Testigo de cargo", de meticuloso y honorable abogado o en "Nobleza obliga" comedia en la que se puso en la piel de un sirviente llamado Ruggles; sería casi imposible mencionar una a una todas las películas en las que dejó marcado su sello personal, sin llegar a provocaros un bostezo, de tantas en las que participó. Lo que es indudable es que con esta maestría que lo caracterizaba, deslumbró en decenas de películas a las que siempre aportó una categoría y un "savoir fair" inigualables.
Su
 primera y única película como director "La noche del cazador" 1956, no 
fue bien recibida en una época en la que prevalecían otro tipo de 
géneros : parece ser que el público no estaba por la labor de 
complicarse la existencia con películas algo complejas, que indagaban 
más allá de lo establecido en una sociedad retrógrada y puritana como la
 de aquellos tiempos. La película fue ganando adeptos con el tiempo, 
debido a su modernidad, para mi gusto es de esos films que nunca pasan 
de moda, la impecable fotografía, y esos juegos de luces y sombras que 
logran una atmósfera siniestra y tétrica, adjetivos éstos que también 
acompañan la personalidad del personaje interpretado por Robert Mitchum,
 por otra parte inolvidable en su interpretación: esos nudillos tatuados
 con las palabras Love- Amor, Hate-Odio, se han convertido en seña de 
identidad de tan fantástica película. Hoy en día es una de las 
imprescindibles en las listas de las mejores cien películas de toda la 
historia del cine, por lo que se deduce que el talento de este hombre 
llegaba más lejos aún del que demostró tener interpretando.
Tras la dirección de este film, apareció en algunas películas más como"Testigo de cargo", " Espartaco" o "Tempestad sobre Washintong; no pudo regalarnos durante más tiempo su talento, porque el cáncer se lo impidió.
Contaba Billy Wilder, que le hubiese gustado que el actor apareciera en "Irma la Dulce", y que de hecho se trasladó a su domicilio para hacerle la proposición, pero que el hombre que encontró allí no era más que una persona moribunda con una enorme fuerza de voluntad, que se aferraba a la vida desesperadamente. Lo más dramático es que ésta le daba la espalda... la vida ya no le daba más tiempo aunque él se empeñase en demostrar frente a Wilder, que su enfermedad era pasajera...que se recuperaría y seguiría interpretando; Wilder comprendió entonces que era el final de un inmenso e inigualable actor... comprendió que lo que ese día vió allí, en el hogar del actor, fue su última interpretación.
Abajo una fotografía de Laughton con la que fue su esposa la también actriz Elsa Lanchester.
Tras la dirección de este film, apareció en algunas películas más como"Testigo de cargo", " Espartaco" o "Tempestad sobre Washintong; no pudo regalarnos durante más tiempo su talento, porque el cáncer se lo impidió.
Contaba Billy Wilder, que le hubiese gustado que el actor apareciera en "Irma la Dulce", y que de hecho se trasladó a su domicilio para hacerle la proposición, pero que el hombre que encontró allí no era más que una persona moribunda con una enorme fuerza de voluntad, que se aferraba a la vida desesperadamente. Lo más dramático es que ésta le daba la espalda... la vida ya no le daba más tiempo aunque él se empeñase en demostrar frente a Wilder, que su enfermedad era pasajera...que se recuperaría y seguiría interpretando; Wilder comprendió entonces que era el final de un inmenso e inigualable actor... comprendió que lo que ese día vió allí, en el hogar del actor, fue su última interpretación.
Abajo una fotografía de Laughton con la que fue su esposa la también actriz Elsa Lanchester.
Su impactante historia fue motivo de inspiración para el grupo "Nirvana" que le rindió tributo mediante una canción llamada "Frances Farmes, tendrá su venganza en Seattle" , y el cine tampoco pudo resistir la tentación de mostrar al público la tormentosa vida de la actriz en una película llamada "Frances", por otra parte excelentemente interpretada por Jessica Lange
Antes de visionar esta película poco sabía de su vida: de su tremebunda historia.
Ese Hollywood tan glamouroso.... ese firmamento de estrellas que vendía sueños envueltos de satén ,de perfección física, de hermosura casi celestial, no estaba hecho para una mujer como Frances Farmes; y no precisamente porque ella no fuera hermosa, sino porque este agraciado físico ,no era sino la envoltura de una mujer de fuerte carácter, feminista, independiente,y de adelantados pensamientos que se encargaba de proclamar a los cuatro vientos cuando le venía en gana. Esta fue su pena y prácticamente su sentencia de muerte en un mundo de apariencias: un mundo duro para las hermosas mujeres pensantes como Frances Farmes. Estremece ver la interpretación de una sublime y esplendorosa Jessica Lange, dando vida a esta infortunada mujer cuya única pretensión fue la de ser una buena actriz de teatro, y una persona comprometida con los derechos de los más desfavorecidos.
Frances tuvo la desgracia de tener como madre a una mujer controladora y de ambiciones insanas ,siempre a costa de la popularidad de su hija,que no hizo sino perjudicar el sensible carácter de una joven que destacó prontamente por su gran capacidad para la escritura, en la que plasmaba sus pensamientos de manera clara y concisa, y con la pericia de cualquier escritor consumado.
Este dominio de la escritura la llevó a destacar en numerosos concursos de la escuela a la que asistía;en uno de estos escritos llegó a expresar pensamientos demasiado arriesgados para la época :ideas como la negación de un Dios al que infravaloraba por su poca influencia para aliviar el sufrimiento humano ,le costaron la impopularidad en la ciudad de Seattle que fue la que la vió nacer, llegando incluso a mediar la Iglesia para que la juventud no se viera "influenciada" por los escritos de esta atrevida y sacrílega jóven.
Por supuesto Frances lejos de acobardarse siguió con normalidad su vida y comenzó a estudiar periodismo, el cual abandonó finalmente para dedicarse al arte dramático.
Se hizo muy conocida gracias a las funciones estudiantiles que representaba en la Universidad, pues su talento y su hermosura acababan siempre convirtiendo a la joven en el centro de atención.
Para rematar el escándalo anterior, que parecía haber sido algo olvidado, Frances viajó a Moscú haciendo así públicas sus ideas políticas que claramente comulgaban con la izquierda, algo muy mal visto en la sociedad de la época.
Tras este polémico viaje, por el que incluso discutió con la madre que era una anti-comunista declarada, decidió instalarse en Nueva York, que fue donde comenzó su ascenso al estrellato.
En un mundo de apariencias como era el del Hollywood de antaño ,la joven se distinguió con facilidad de entre la multitud debido a su gran belleza,y rápidamente fue objeto de largas sesiones de fotos, pruebas de cámara inaguantables, y vestuarios suntuosos que para nada ligaban con su personalidad; toda esta parafernalia, tan típica de los estudios de la época, resultaba un verdadero tormento para la joven actriz, cuya finalidad siempre fue la de lograr adentrarse en el mundo del teatro que era lo que realmente le apasionaba: Broadway siempre fue su único sueño.
La
 Paramount la ficha por siete años, y ella procura realizar su trabajo 
con toda la pasión que le permiten sus propias convicciones personales, 
pues no es amiga de hipocresías ni falsos elogios, que la enervan y le 
provocan una ira incontrolada.Los poderosos del estudio se percatan 
inmediatamente de que Frances se puede convertir en un considerable 
problema, pues para empezar no ha consentido cambiar su nombre original 
por el artístico que tenían pensado,aunque lo cierto, y pensándolo 
fríamente la cuestión tampoco parece ser muy importante: "tal vez sea 
una excentricidad como otras muchas que padecen los actores, y lo cierto
 es que Frances promete"; la culminación como actriz llega de la mano de
 Howard Hawks con el melodrama "Rivales",  consiguiendo muy buenas 
críticas por su actuación, y un gran reconocimiento por parte del 
público; hasta el propio director se pronuncia respecto a la actuación 
de la actriz y expresa su deseo de volver a compartir más trabajos con 
ella, refiriéndose a Frances como una de las mejores actrices que ha 
dirigido jamás.
 Debido
 al gran éxito de la película,y como manera de promoción, Frances es 
enviada por los mandatarios del cine a su ciudad natal , Seattle, donde 
es recibida como una auténtica reina del celuloide: ramos de flores, 
fiestas organizadas en su honor, fotografías y autógrafos que no hacen 
sino confirmar el doble talante de las personas que un tiempo antes la 
habían denostado, y ahora la jalean como a una auténtica reina; pero 
Frances no olvida que aquellos que ahora la reciben con honores, un 
tiempo atrás la humillaron públicamente por sus pensamientos, y como si 
tal cosa lo manifiesta abiertamente ante el numeroso público que asiste a
 la gala: esa gran hipocresía, esa falsedad que rezuman sus anfitriones 
es superior a sus fuerzas.
Una
 vez de nuevo en Hollywood, convence a los directivos de la Paramount 
para que le den un tiempo en el que se dedicará por completo al teatro. 
Comienza así una exitosa carrera teatral, y paralelamente una relación 
amorosa con el autor de la obra que interpreta. Con"Golden Boy", así se 
llama la obra, logra finalmente el reconocimiento como actriz tan 
ansiado ya que las críticas y el público le otorgan un éxito sin 
precedentes.
Todo
 parecía ir sobre ruedas, pero es en esta época cuando Frances comienza a
 consumir alcohol, dicen que por el abandono de su amante ocasional ya 
que éste estaba casado, y manifiesta públicamente en alguna entrevista 
su desprecio hacia a la industria de Hollywood ,tachándola de "casa de 
locos", y contando varias anécdotas escandalosas que indudablemente no 
son bien recibidas en la meca del cine: a partir de este momento su 
carrera se ve relegada a películas de serieB  y personajes de segunda 
categoría.
El
 alcohol inunda entonces su vida, y lejos de calmar el conflictivo 
carácter de la actriz,  potencia sus rasgos más temibles.  En el año 42,
 tiene un altercado con un policía de tráfico, al que llega a agredir, 
que la detiene por conducir borracha y sin carné; pasa seis meses en 
prisión de la que logra salir pagando la mitad de la fianza, pero su 
vehemente carácter de nuevo la convierte en objeto de atención, al 
propinarle la actriz un puñetazo a una peluquera del estudio en el que 
se encontraba rodando una película de serie B.
La
 peluquera en cuestión interpone una denuncia, lo cierto es que Frances 
consiguió dislocarle el mentón,y la policía localiza a la actriz en un 
sórdido motel, desnuda y borracha, y de muy malas maneras proceden a su 
detención.
El
 día del juicio aparece una mujer muy distinta a la que fue en tiempos 
no muy lejanos: demacrada, desarreglada, violenta y reclamando a gritos 
su derecho de contar con la defensa de un abogado; al día siguiente fue 
portada de los diarios más sensacionalistas, que la presentaban mediante
 los siguientes titulares:"No fue precisamente una estrella de cine la 
que se presentó en el juzgado", o "Desafiante y sarcástica, así se 
presentó Frances ante el juez".
Ante
 tal escándalo la madre de Frances estima que la joven debe tener alguna
 anomalía psíquica,que es la que le provoca estos ataques de ira, y 
consigue así eludir la pena de prisión para su hija, que finalmente es 
trasladada al pabellón psiquiátrico del Hospital General de Los Angeles:
 su descenso a los infiernos comienza verdaderamente aquí.
Tras
 este primer ingreso,que dura sobre tres meses, vuelve a casa de la 
madre con un parte médico bajo el brazo: personalidad bipolar, maniaco 
depresiva, y esquizofrénica.
La
 madre demuestra su poca comprensión hacia la hija ,tendiéndole  una 
especie de emboscada, al citar el mismo día de su llegada a varios 
periodistas, que la ametrallan si piedad con indiscretas preguntas.
Era
 obvio que la relación entre ambas sería inaguantable, y de nuevo la 
progenitora demandó un ingreso para Frances a la que consideraba 
perdida.
Sus
 siguientes siete años de vida los pasa en diferentes psiquiátricos, en 
los que se le practican electro-shocks, y todo tipo de terapias 
agresivas y de dudoso resultado.
El
 último lugar en el que fue internada, fue su sentencia de muerte: un 
sitio inhumano, infernal, con más de dos mil pacientes, y tan sólo unos 
pocos médicos y enfermeras, que no dudaban en practicar la temible 
lobotomía  para incapacitar y calmar de alguna manera a los pacientes 
más conflictivos, entre los que se encontraba por supuesto la actriz.
Esta
 etapa de su vida queda perfectamente plasmada en la película que 
menciono al principio, y confieso que muchas de las escenas resultan 
realmente espeluznantes; una en concreto es la de las continuas 
violaciones que sufre la actriz por parte de soldados que por una mínima
 cantidad de dinero compraban el silencio de los enfermeros que 
comportaban tal bestialidad.
El
 año 1953, es el año de la liberación para una Frances destruida y 
perdida: este fue el año en que finalmente recuperó sus derechos 
civiles.
A
 partir de esta fecha Frances desempeña varios oficios que nada tienen 
que ver con el mundo de la interpretación, y en el año 1957,es 
redescubierta por un locutor de radio que intercede para que sea 
entrevistada en un famoso programa de televisión.
Tal
 es la repercusión de la entrevista,entrevista en la que la actriz 
destapó abiertamente todo su sufrimiento, que es reclamada para una 
pequeña obra de teatro.
Consigue
 participar seguidamente en varias series de televisión, una película, y
 acaba su carrera como actriz presentando durante algún tiempo un 
programa sobre películas en una televisión local.
LLegados
 a este punto, surge en mi la duda y no puedo dejar de pensar en cómo 
una mujer a la que durante tantos años se le consideró como a una 
demente, pudo llegar a rehacer su vida de esta manera, adquiriendo 
incluso compromisos profesionales.
La
 cruel y poderosa Louella Parson, al enterarse de su vuelta a los 
escenarios se pronunció así:" La Cenicienta de Hollywood, ha regresado a
 sus cenizas por el peligroso sendero de la bebida". ¿Acaso pensaba esta
 ruin mujer que todas las torturas y bestialidades recibidas durante 
años, no iban a pasarle factura de alguna manera?
Parece
 ser que en su momento nadie se planteó esta cuestión,y Frances murió 
sola, tal y como toda su vida había vivido; sola, sin nadie que la 
entendiera, que la respetara, que intentara echarle una mano.
En
 el año 1993 Kurt Cobain, compuso una canción en homenaje a la 
desdichada actriz,se han escrito varias biografías sobre su vida ,que 
como dije al principio también fue llevada al cine, pero yo sin duda, 
sin saber si todo fue un ardid del hipócrita mundo de Hollywood que 
quiso quitarse de encima un problema llamado Frances o que tal vez fuera
 una realidad el hecho de que perdiera la cordura,  me quedo con aquella
 Frances del principio, ilusionada, liberal, valiente, que con toda la 
inocencia de los pocos años que tenía, pensó que de alguna manera podría
 cambiar el mundo.
Y para ello qué mejor que unas fotografías de esas que a mi tanto me gustan.
Esther Williams
Ida Lupino
Jeanne Rusell
Rita
Norma Shearer, con un escaso decorado navideño 
Shirley Temple
BÁRBARA STANWYCK, O LA MAGIA DE UNA ACTRIZ
Era
 pura dinamita.... mujer de andares decididos y resueltos,talento a 
raudales,guapísima,cuando en realidad no era una gran belleza, 
ambiciosa.... dotada de "eso" que algunos llaman presencia escénica, y 
de la que sólo gozan unas pocas. 
Ya
 escribí sobre ella, su vida y su carrera, con anterioridad, pero 
últimamente y repasando algunos de sus títulos, no he podido resistir 
citar algunos con los que me enamore de esta gran dama del cine.
Tuvo
 una niñez difícil, pero quizá este hecho le aportara toda la 
determinación que manifestó después a la hora de interpretar un 
personaje; mujer acostumbrada a las fatalidades de la vida ,optó por 
dejar una profunda huella en su camino, en vez de acobardarse y hundirse
 en la miseria. 
Capra
 la adoraba...., incluso llegó a confesar que hubo un tiempo  en el que 
había estado muy enamorado de la actriz; trabajó a su lado en varias 
producciones como fueron "La mujer milagro", "Mujeres Ligeras", " Amor 
prohibido", o "Juan Nadie"; después de compartir con ella estos rodajes,
 jamás pudo olvidarla: esa gran profesionalidad, ese atractivo carisma 
que derrochaba la actriz,lo convirtieron en su más devoto admirador
King
 Vidor confió en ella para un papel arriesgado: el de madre abnegada. 
Resulta curioso que el director la eligiera para desempeñar el papel de 
Stella,  ya que  Bárbara era conocida por encarnar ,ante todo ,a mujeres
 fatales , víboras presuntuosas y calculadoras; pero él nos la mostró en
 un drama llamado "Stella Dallas", y ella no defraudó a nadie con este 
cambio de registro pues nos regaló una actuación poderosa, creíble, 
tierna, entrañable....
Preston
 Sturges, la encontró idónea para participar en la deliciosa comedia 
"Las tres noches de Eva",en la que compartió protagonismo con el 
inolvidable Henry Fonda: la química entre ellos fue casi sobrenatural ;y
 Howard Hanks, quizá la percibiera como una mujer fatal, pero lo cierto 
es que la eligió para que nos hiciera reir cuando le ofreció un papel en
 "Bola de fuego": la verdad es que interpretando estos dos perfiles 
,cómica y cautivadora al mismo tiempo, logró una sublime e inolvidable 
interpretación.
Fritz
 Lang le ofreció el personaje de mujer infiel en "Encuentros en la 
noche", y ella con su inmenso talento lo hizo tan creíble, que en un 
minuto podías llegar a odiarla, para al siguiente terminar comprendiendo
 sus ansias de volar,su necesidad de romper con la monotonía, de 
explorar mundos y sensaciones nuevas. Fue en esta película cuando 
Bárbara demostró tener la misma calidad como persona que como actriz;hay
 que destacar su naturalidad ,muy lejana del divismo de muchas estrellas
 del momento,y siendo una actriz ya consagrada ,ayudó 
generosamente, y con auténtica comprensión, a una principiante Marilyn 
que ya comenzaba a dar muestras de su atormentado carácter.
Anatole
 Litvak consiguió filmar junto a Stanwyk una de las películas con más 
tensión y más intriga que he visto jamás; de hecho esta obra fue fuente 
de inspiración para muchas que vinieron después. En "Voces de muerte", 
volvió a deslumbrarnos con un personaje , tan bien interpretado, que 
terminabas odiando y compadeciendo a partes iguales.
La
 última, mi preferida, lleva la firma del maestro Wilder, que tampoco 
pudo resistir la tentación de trabajar con la femme fatale más atrayente
 del cine, y llevó por título "Perdición"; cine negro en estado puro, 
tensión, y una Bárbara en pleno estado de gracia, desempeñando el 
personaje de mujer sin escrúpulos, destructiva, 
manipuladora,despiadada.....¡ninguna lo hubiese hecho mejor!
En
 este pequeño homenaje queda reflejada una parte de su vida 
profesional,que fue larga e intensa. Queda mucha filmografía por ver, 
mucha por citar; me satisface pensar que aún quedan muchas cintas de 
esta actriz que son prácticamente desconocidas para mi, y espero poder 
disfrutar de ellas algún día. Esa es la magia del cine, y como no la 
magia de mujeres como Bárbara Stanwyk.
DIVAS QUE NOS HICIERON PASAR MIEDO
No,
 no se trata de asustaros con anécdotas de la vida privada de estas 
grandes actrices, que por otra parte ,la verdad ,en algunos casos darían
 miedo. En esta ocasión voy a recordar unos cuantos títulos, 
interpretados por mujeres inolvidables, que en su momento nos provocaron
 algún que otro sobresalto.
Voy
 a destacar los que a mi más me gustaron: aquellos que lograron 
atraparme por su atmósfera siniestra, su intriga o directamente por 
imágenes espeluznantes.
Ya
 a principios del siglo pasado, el cine descubrió que a la gente le 
gustaba pasar miedo; el expresionismo alemán fue pionero en esta 
cuestión: si pienso en alguna película de este movimiento que me haya 
impactado, y que por cierto me ha hecho recordar mi amigo Ethan de 
 podría nombrar "El gabinete del doctor Galigari"; también me removió la
 conciencia , por su sordidez a la hora de reflejar las grandes miserias
 humanas "Avaricia", y como no nombrar a Lulú , personaje de "La caja de
 Pandora", que acaba siendo víctima de de sus propias ambiciones y del 
psicópata"Jack, el destripador".
Gracias
 a estos títulos pude conocer y disfrutar de actrices como Lili Dagover,
 Zazu Pitts o la imitada, por su corte de cabello y modernidad, Louise 
Brooks.
Lili Dagover
Zazu Pitts
Louise Brooks
Las
 citadas anteriormente no estarían catalogadas como películas 
pertenecientes al género de terror, pero ya sabéis que los miedos de 
cada uno son muy subjetivos. Si buceamos por el cine mudo en busca de 
películas de este tipo, nos encontramos con títulos de terror 
 inolvidables que fueron objeto de remake muchísimos años después como 
"Nosferatu", "El fantasma de la Ópera", "La momia", o una lejanísima 
adaptación del monstruo de Frankestein que data, nada más y nada menos, 
del año 1910. Aquellos primeros sustos  que nos ofreció el
 cine seguro que cumplieron su misión, que no era otra que la de 
atemorizar al público de la época, aunque ahora tantos años después nos 
parezcan irrisorios si los comparamos con títulos más actuales: yo 
siempre digo que para disfrutar de este tipo de cine tienes que saber 
trasladarte en el tiempo con el pensamiento, e intentar situarte en esa 
época en la que comenzaba a florecer el cine, y en la que la gente era 
prácticamente virgen en este tipo de entretenimientos.
Con
 la llegada del cine sonoro surgieron títulos que han quedado grabados 
en nuestra memoria por su capacidad de intrigarnos, o de hacernos 
participes de la angustia de sus protagonistas. 
En
 "La escalera de caracol" protagonizada por Dorothy Macguire, se unen 
estas dos cuestiones: suspense y empatía hacia el personaje al que da 
vida la actriz , ya que se trata de una joven muda cuya deficiencia 
física la hace sumamente vulnerable al ataque de un despiadado asesino, 
que para rematar la cuestión vive obsesionado con las personas que 
padecen alguna minusvalía.
Simone
 Signoret  y Véra Clouzot, lograron perturbar mis sueños infantiles con 
"Les diaboliques", un film cuya atmósfera opresiva y siniestra quedó 
para siempre grabada en mi memoria, al igual que esa inolvidable escena 
en la que el supuesto cadáver, emerge de la bañera con los ojos en 
blanco.
Bette
 Davis también protagonizó títulos intrigantes que ,para mi gusto, 
llegaban a rozar el terror más absoluto; "Canción de cuna para un 
cadáver", junto a Olivia de Havilland, ¿Qué fue de Baby Jean", 
compartiendo cartel con otra diva como fue Joan Crawford, o "The nanny" 
en el que interpretaba el papel de una niñera desquiciada.Hace poco pude
 disfrutar del trabajo de Bette en una cinta de terror, prácticamente 
desconocida llamada "Los ojos del bosque", en la que, ya anciana, 
demostraba que con solo su presencia magnificaba una cinta, que sin 
estar del todo mal, hubiese pasado desapercibida.
Otra
 de las películas que provocó en mi un desasosiego propio de este tipo 
de films fue "De repente el último verano", que aunque catalogada como 
drama, a mi me resulta profundamente terrorífica.
Esa
 mansión en la que Katherine Hepburn conserva los recuerdos de su 
malogrado vástago, me parece de lo más tétrica, al igual que el 
personaje interpretado por Liz Taylor, carente de recuerdos y al borde 
de la locura por el trauma que le produjo una visión horrorosa.
También
 una gran dama británica llamada Deborah Kerr se atrevió con este tipo 
de género, y mediante "The Innocents", nos provocó pesadillas durante 
bastante tiempo; se han hecho numerosas adaptaciones de la novela de 
Henry James, pero ninguna tan certera como la señalada.
Hablar
 de Buñuel, es también hablar por lo menos de algunos títulos 
desconcertantes; siempre quedará grabada en mi pensamiento aquella 
imagen de la navaja cortando el globo ocular en"Un perro andaluz", o 
aquél grupo de burgueses incapaces de abandonar una casa, y las 
consecuencias que esta situación produce en ellos en "El ángel 
exterminador".
Polanski
 también consiguió durante un tiempo ser objeto de mis temores de la 
mano de Catherine Deneuve en "Repulsión": nunca pude comprender como una
 jovencita hermosa y de apariencia delicada, podía transformarse en un 
monstruo tan sádico; y esa terrible imagen del conejo pudriéndose y ella
 tan tranquila, como si tal cosa: las mentes desquiciadas siempre han 
sido las que más temor han despertado en mi.
Finalmente
 Hitchcock acabó de rematar mis temores infantiles con "Psicosis", y con
 él la bellísima Jane Leigh. Reconozco que de todas ,el monstruo que más
 pesadillas me provocó fue Norman Bates: ducharse después de visionar 
esta película me resultaba toda una odisea.  
Por
 supuesto tras estas películas, vinieron otras si cabe más terroríficas;
 los años 70 y 80  nos dejaron títulos como "El exorcista", "El 
resplandor", "Alien" o "Al final de la escalera", por citar algunas, que
 son verdaderos clásicos del terror, pero en esos años las divas ya 
estaban perdiendo su brillo, y a mi no hay nada que me agrade más que 
una diva haciéndome temblar de miedo.




















































 
No hay comentarios:
Publicar un comentario