Edificio de Nueva York
Si hablábamos del misterioso asesinato de John Lennon a de de sus fans, Mark David Chapman a la salida del misterioso edificio Dakota de Nueva York, debemos decir que no es el único hecho misteriosos que ha ocurrido en este edificio. El Dakota es un bloque de apartamentos de lujo construido a finales del siglo XIX y en el cual han vivido un buen puñado de grandes personalidades en la ciudad estadounidense.
La leyenda de misterio de este edificio comenzó a principios del siglo XX, pocos años después de su construcción, al celebrarse en él numerosos rituales satánicos. Para muchos esta es la causa de su “encantamiento” que ha hecho que su historia se rodee de sucesos extraños.
El misteriosos mago Aleister Crowley, un personaje rodeado de misterio también vivió allí durante buena parte de su vida.
Junto al de John Lennon, otro de los episodios misteriosos importantes del Dakota fue con el rodaje de la película Rosemary´s Babi en 1969 a cargo del director Roman Polanski. Poco después del estreno de esta película, la mujer de Polanski, embarazada, fue asesinada por el psicópata, Charles Manson, líder de una extraña secta y en quien se inspiró el cantante Marylin Manson para su nombre.
La calzada de los gigantes
Cuentan que el gigante Finn McCool, que estaba al mando de los ejércitos del rey de Irlanda, se enamoró de una dama que vivía en Staffa, una de las islas Hébridas, y decidió construir una calzada para salvar la distancia y poder llevársela junto a él.
Esta leyenda explica el origen de una caprichosa amalgama de 40.000 “chimeneas” de basalto que están perfectamente ensambladas. Como si se trataran de peldaños naturales, surgen a los pies de un acantilado y terminan desapareciendo bajo el agua.
Este mágico lugar, conocido como la Calzada del Gigante, es el paisaje más espectacular de Irlanda del Norte y sirve como excusa para recorrer la costa del condado de Antrim. La ruta, que comienza a unos kilómetros de la capital, Belfast, está salpicada de restos de castillos como el de Dunluce, asomado al borde de un acantilado de 30 metros de altura.
Cerca de otro castillo, el de Dunineny, se encuentra el puente de cuerda de Carrick-a-Rede, que invita a andar veinte metros entre el mar y el cielo.
Aunque pueda parecerlo, no se trata de un gancho turístico, ya que lo utilizaban los pescadores de salmones para salvar la distancia entre los acantilados.
Hoy en día, son los turistas los que hacen cola para balancearse en el puente y los pescadores han optado por utilizar helicópteros en la temporada de pesca.
La carretera de la costa también permite pasar por bonitos pueblos como el de Cushendun, de pintorescas casas, o admirar impresionantes vistas como las de la bahía de Murlough o el promontorio de Fair Head, al que se llega por una carretera flanqueada de hayas.En la campiña se pueden explorar granjas y aldeas unidas por pequeños caminos.
Hay que estar atento a las señales, porque cada pueblo puede contar con media docena de entradas y salidas que sólo contribuyen al despiste.
El Castillo embrujado de Chillingham
Fue conocido como el castillo más embrujado de Inglaterra, el Castillo de Chillingham, situado en Northumberland, al norte del país, ha ganado una terrible fama por su enorme colección de almas en pena.
El más famoso de sus fantasmas es el Muchacho Triste…
cuyos gritos de agonía resuenan a medianoche a través de un pasaje interior del castillo, cerca de una modernas dependencia de buffet auto-servicio con que cuenta hoy. Se dice que en la habitación contigua, luego de oírse los gritos, una luz tenue rodea una cama con dosel y aparece una imagen del muchacho durante unos segundos.
Hace ya unos años se descubrieron los huesos del muchacho ocultos tras una pared en una habitación contigua a donde suelen producirse los ruidos fantasmagóricos.
Leyenda de la dama blanca en el castillo de Trécesson
Antes de conocer la leyenda, conozcamos un poco mas sobre el Castillo de Trécesson. Se trata de un edificio cuyo nombre original es Château de Trécesson situado en Campénéac, Morbihan, Francia. De hecho, es uno de los monumentos históricos del país. Pero como todo edificio histórico que se precie, tiene su habitante misterioso.
La leyenda de la Dama Blanca nace en otoño del año 1750, momento en el cual un cazador llegó al bosque del castillo en busca de una de sus presas. Desde allí vio un carro llevado por caballos negros que transportaba sirvientes y un escolta. Se detuvieron cerca, y uno de ellos comenzó a cavar, mientras dos mas desde el carro transportaban una joven vestida con seda y con un arreglo floral en el pecho. La mujer se aferró fuertemente de los hombres mientras ellos continuaban arrastrándola.
El espectador se sorprendió aun mas cuando notó que quienes la transportaban eran sus propios familiares, quienes le decían que ya no era un miembro de la familia y que debía pagar. Así fue como la joven terminó en el pozo y ellos comenzaron a taparla con tierra nuevamente.
El cazador fue hacia su casa y le contó a su mujer lo que había presenciado. Por supuesto ella le recriminó su cobardía y le ordenó ir ambos a ayudar a la joven o desenterrarla, a lo cual contestó que temía ser descubierto y tomado por el asesino. Así decidieron ir directamente al castillo para hablar con el Señor de Trécesson.
Éste los recibió y les pidió que lo llevaran al lugar. Lo hicieron, cavaron y descubrieron el rostro pálido y horrorizado de la joven.
En la actualidad, el vestido de la joven permanece en la capilla del Castillo. Jamás se supo nada de sus asesinos o de los motivos.
El puente de los suicidios de la ruta 66.
La famosa ruta 66, o U.S 66 es una carretera con un recorrido de 3.939 Km, originalmente discurría desde Chicago atravesando Estados Unidos, Misuri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California hasta Los Ángeles.
La ruta 66 se estableció en 1926. En Esoterismos Leyendas Fantasmas el puente de los suicidios de la ruta 66.
Los suicidios comenzaron al parecer hacia 1919, al parecer hubo bastantes durante la gran Depresión. Con los años parece fueron más de 100 personas las que se suicidaron desde el puente. En 1980 el histórico puente estaba en mal estado de conservación. En 1989 después del terremoto de Loma Prieta cerca de Oakland, el puente se clausura como medida de precaución.
Con fondos federales y estatales se procede a rehabilitar el puente que se reabre en 1993. En la rehabilitación se respetaron los detalles del diseño original , y además se añadió una barrera disuasoria pensada para prevenir el suicidio.
Los suicidios en el puente han ido disminuyendo, el puente sigue manteniendo su halo de misterio y se siguen contando las leyendas de fantasmas del puente de la ruta 66.
Las catacumbas de los monjes capuchinos
Una de las leyendas mas terroríficas de la historia nos remonta a Palermo, Sicilia, Italia, en el año 1599, época en la cual las catacumbas de los monjes Capuchinos dieron que hablar.
Fue en ese mismo año en el que los frailes se dieron cuenta de que el área de las antiguas catacumbas resultaba poco espaciosa para la demanda de cuerpos que debían depositar en ellas y decidieron ampliarlas bajo la zona del altar mayor de la Iglesia de los Capuchinos. El antiguo lugar en donde se encontraban las mismas quedó deshabitado y listo para usarse como una especie de hospital u hostal para los viajeros que llegaban a Palermo de noche y no podían entrar a la ciudad, cuyas puertas se cerraban herméticamente. Así, la primitiva cripta se transformó en refugio de viajeros… por lo que fue allí, precisamente, en que la leyenda comenzó extenderse escalofriantemente…
La primera gran sorpresa fue al ir a retirar los restos óseos de las personas fallecidas para trasladarlos a las nuevas sepulturas de la catacumba. Al hacerlo, los frailes hallaron que 40 cuerpos enterrados allí se conservaban con la carne flexible aunque momificada, como si hiciese poco tiempo que hubiesen muerto. Esto fue a causa de la sequedad del terreno y las corrientes de aire. Pero, además, a que los hermanos capuchinos desarrollaron una serie de técnicas especiales de embalsamamiento que les permitían conservar los cuerpos en buenas condiciones, evitando la putrefacción.
Estos cuerpos habían sido enterrados siguiendo su costumbre, sin caja, directamente en la tierra, en nichos excavados en las paredes. Trasladaron los cuerpos a sus nuevos refugios y, a medida que hacía falta, iban excavando nuevas galerías subterráneas así como nichos en sus muros.
Entre los años 1866 y 1897 los frailes capuchinos fueron expulsados de Palermo. El ayuntamiento de la ciudad se hizo cargo entonces de las catacumbas, pero no se interesaron por el cuidado de los cuerpos tal como lo hacían sus antiguos propietarios. Fue recién en el año 1897 cuando los capuchinos regresaron a Palermo y comenzaron la enorme labor de restaurar los daños producidos en los cuerpos por el mal cuidado de las autoridades sicilianas.
A partir de 1898 se permitió que cualquier ciudadano que falleciese pudiese ser sepultado en las catacumbas. Allí todo cambió y los misterios comenzaron a hacerse presente nuevamente. Se comentaba que los cuerpos de las mujeres expuestos en las galerías de la cripta cobraban vida.
Una de las historias más famosas que proviene de las catacumbas de los Capuchinos es la de la pequeña Rosalía Lombardo, una niña que por orden de su padre, un mafioso de principios del siglo pasado, fue mandada a embalsamar por medio de una técnica que consistía en una inyección de fuertes químicos. Tan exitosa fue la técnica que hoy en dia el cadáver está intacto y parece que Rosalía durmiera, sin embargo muchos afirman que no es así.
El 4 de marzo de 1967, Juan Antonelli, un turista curioso, afirmó haber visto a Rosalía llorando en una de las galerías y a partir de allí los encargados del cuidado de las instalaciones y muchos turistas afirman haber visto a la niña jugar sola en los oscuros pasillos de las catacumbas…
El misterio del Palacio de Justicia de Las Palmas
Este antiguo edificio, situado en el barrio de Vegueta, en la capital grancanaria, es un inmueble de relativa nueva construcción, aunque sus cimientos fueron erigidos sobre un antiguo convento agustino. En su ala lateral posee una gran torre que une a dicho edificio con la iglesia de San Agustín, adyacente al palacio de justicia, aunque dicha torre pertenece al ministerio de justicia; y es en ésta torre donde suceden la mayoría de los acontecimientos que relatamos a continuación.
Según cuentan diversos testimonios, tanto de empleados del interior como de personas que esporádicamente han frecuentado el lugar, en su interior suceden una serie de manifestaciones de índole paranormal, que como relatan dichas personas van desde el movimiento de pesados muebles, al encendido y apagado de las luces del edificio, pasando por ruidos, voces y cánticos de procedencia desconocida.
Estos fenómenos llevan aconteciendo durante mas de 20 años en el palacio de la justicia, y a lo largo de los años son diversos los comentarios que han visto luz en la prensa local de labios de los funcionarios que trabajan en su interior, como “escuchar pasos, risas, luces que se encienden solas al paso de las personas, o incluso cánticos, a lo que el personal de vigilancia acude para comprobar posteriormente que no hay nadie en dicho lugar. Además de contemplar los funcionarios que ahí trabajan como se rodaban muebles o máquinas; y, en ocasiones en ciertas habitaciones, sienten como una energía que les observa, aunque nunca han visto nada mas allá de sombras en las paredes, que si bien son algo que les sobresalta, nunca le han visto ua silueta determinante o extraña como para sentenciarla como algo explícitamente paranormal”.
El cuerpo de seguridad del lugar también vierte cierta veracidad al efecto de escuchar voces, ruidos y sonidos extraños, aunque se muestran algo mas reticentes en la creencia de algo fuera de lo meramente empírico a ciencia cierta, y tachan dichos acontecimientos con total seguridad a que pueden ser ruidos normales, bien por animales en el patio interior, o bien por el crujir de la madera del lugar.´Éste último dato es bastante curioso, ya que como se puede comprobar in situ en el palacio y varias personas lo han afirmado así, el edificio carece de cualquier estructura de madera, por lo que el origen de los crujidos de dicho material a partir de su estructura son meramente imposibles.
Es en este lugar donde ciertos testimonios se contradicen, los funcionarios de justicia de su interior, así como diversos testigos ocasionales afirman de movimientos, ruidos, risas y cánticos en su interior, a lo que el cuerpo de seguridad responde que nunca han presenciado nada a lo que no le pudieran dar una explicación lógica, aunque no desmienten que sean testigos de sonidos de procedencia incierta.
Y es en el origen de este lugar donde muchos orientan la explicación a los misterios que esconden sus frías paredes en un silencio sepulcral, ya que, como mencionábamos al comienzo de este artículo, el palacio de justicia fue construido sobre los cimientos de un antiguo convento agustino, lo que daría cierta explicación a los fenómenos de cánticos y diversos sonidos que algunos testigos coinciden que sucede en su interior, siendo las almas en pena de los agustinos muertos en dicho convento los protagonistas de esas fúnebres manifestaciones.
A pesar de que, en la actualidad, no se conoce a ciencia cierta el porqué de dichos fenómenos, lo que sí es cierto es que, bajo el techo del palacio de justicia grancanario se esconde un secreto que espera ser descubierto algún día.
La Colina de las Cruces, misterio de Lituania
La Colina de las Cruces, también conocida como la Meca de Lituania se encuentra a unos 13 km de, la cuarta ciudad más grande de Lituania, en el norte del país.
Su origen se remonta al año 1236, cuando la ciudad es fundada para defender la zona de los asaltos de los caballeros Teutónicos, cosa que no conseguiría ya que éstos conquistarían la zona y la dominarían durante todo el siglo XIV. Algunas fuentes indican la colocación de las primeras cruces en la colina durante este periodo. Con el paso de los años, el catolicismo Lituano comenzó a usar este lugar como emblema ante la opresión.
Ya en el siglo XIX Rusia se apodera de Lituania. Más de una sangrienta batalla se libraría en estas tierras contra los opresores rusos y miles de soldados lituanos morirían en ellas. Los familiares, ya que no podían dar sepultura a muchos de esos cuerpos, utilizaron la colina como improvisado cementerio simbólico. En 1895 había 150 grandes cruces y otras tantas de menos tamaño. El lugar comenzaba a convertirse en un centro de peregrinación, símbolo paz, libertad y esperanza para el pueblo lituano.
Ya en el siglo XX llegan las dos grandes guerras, tras la primera, los alemanes ocuparían el país durante tres largos años. En la segunda, los rusos volverían a invadir la zona, para ser reconquistada de nuevo por los alemanes durante un breve periodo de tiempo y retornar al final de la guerra a las manos de Stalin como República Socialista de Lituania.
En estas fechas la colina había crecido. Miles de pequeñas cruces se amontonaban alrededor de la colina, coronada ya por 400 grandes cruces. A los rusos no les gustaba nada que este lugar se convirtiera en símbolo de libertad para los lituanos e hicieron lo imposible para que desapareciera del mapa. Lo quemaron todo en varias ocasiones, intentaron nivelar la colina e incluso convirtieron la colina en un vertedero de residuos y desechos. Pero nada de esto acabó con ella, al amanecer, decenas de cruces aparecían de nuevo plantadas allí y por mucho que se esforzaran en destruirlas, volvían a aparecer una y otra vez. Los rusos incluso proyectaron inundar toda la zona construyendo una presa en un río cercano, pero para suerte de los lituanos, cayó el régimen comunista y nada de esto llegó a llevarse a cabo.
Desde entonces hasta nuestros días el número de cruces y la importancia del lugar como centro de peregrinaje ha ido en aumento. Se estima que hay más de 100000 cruces de todo tipo y tamaño. A las cruces se han unido estampas, rosarios, fotografías, estatuas y todo tipo de objetos religiosos que la gente ha ido allí amontonando como recuerdo de sus antepasados, familiares o amigos.
La colina de la fe, como suele ocurrir en estos casos, también se ha convertido en un negocio para muchos, que venden en las cercanías cruces y abalorios de todo tipo para los turistas desprevenidos que acuden allí sin llevar la cruz de casa. Quizás la masificación desvirtúe un poco el sentido original de la colina, aunque esto no quita que el lugar sea realmente sorprendente y que sea un punto emblemático dentro del recorrido de peregrinajes en Europa.
El Palacio de Lercaro, lugar encantado
La Casa Lercaro, también conocida como el Museo de Historia de Tenerife (Islas Canarias), alberga en su interior múltiples misterios que se escapan a la razón humana. Misterios que tienen su origen en las pasiones humanas.
Catalina, primogénita de la familia de comerciantes Lercaro de Génova, se negó a subyugar su existencia a las exigencias de sus padres, que la entregaron en matrimonio a un traficante de esclavos. La joven, atormentada, no conseguía asimilar las obligaciones de una mujer de su época (siglo XVI), y, se convenció a sí misma, de que no merecía el infierno que le esperaba en un matrimonio de conveniencia.
El mismo día de los esponsales, Catalina, enloquecida, huyó del altar para lanzarse por el antiguo pozo del palacio. Su familia, destrozada, tuvo que lidiar, no sólo con el suicidio de la joven, sino con la vergüenza de que su cuerpo no podía ser enterrado en Campo Santo. Decidieron darle sepultura en el palacio, pero acabarían huyendo por las terroríficas apariciones que empezaron a sucederse en el lugar -se trasladaron a la Orotava-.
El espectro de Catalina vaga sin rumbo en el Palacio Lercaro. Todos los que se cruzan con ella, comentan que su rostro exhibe desesperación y desasosiego. A pesar del peso de los siglos, su presencia no desaparece.
El que fuera un flamante castillo del siglo XVI acabó siendo un lugar en ruinas y abandonado. A principios de los años noventa, en pleno siglo XX, el Cabildo de Tenerife decidió convertirlo en lo que es hoy: un museo de historia. No obstante, durante las obras de restauración, los obreros y vigilantes comentaron que un extraño ser vagaba por el palacio. Les aterrorizaba la idea de pasar allí la noche.
Una serie de rumores empezaron a extenderse por el municipio. Decían que un vigilante de seguridad y una limpiadora habían visto a Catalina en el palacio. Otros cuentan que en el ambiente se perciben una extrañas presencias, ruidos, sombras y desconocidos olores. La situación era tan insostenible, que se abrió una investigación para determinar la veracidad de la Leyenda de Catalina.
Se desconoce si realmente existió alguna vez una joven que se suicidó en el pozo del palacio huyendo de su destino. No es seguro que los ruidos y apariciones espectrales sean reales o no, o si todo nace de la superstición popular. Lo único que sí es real es la atmósfera de misterio que habita en el museo, sea o no, la eterna morada de Catalina de Lercaro.
LA COLINA DE TARA, ENTRADA AL MUNDO ESPIRITUAL.
Irlanda cuenta con un corpus enorme de leyendas locales, y su historia está plagada de aspectos entrelazados con lo fantástico. La Colina de Tara, situada en la provincia de Leinster, es uno de esos lugares cuya importancia se extiende desde lo material a lo espiritual, lo religioso y lo mágico.
En el maravilloso entorno del condado de Meath, con su suave y ondulada orografía, podemos visitar este antiquísimo centro de poder político y religioso que fue el centro de la monarquía irlandesa y cuyas primeras construcciones fueron erigidas en el Mesolítico tardío o el Neolítico temprano, entre el dos mil quinientos y el tres mil antes de nuestra era.
Desde entonces hasta el siglo doce, la colina de Tara, conocida en gaélico irlandés como Teamhair na Rí o La Colina de los Reyes, sirvió de punto de reunión, enterramiento y, principalmente, coronación de la monarquía irlandesa. Aunque nunca supuso un asentamiento constante -es decir, no se vivía en Tara de continuo-, sobre la colina y en sus inmediaciones podemos encontrar una serie de construcciones de finalidad social, como la denominada Sala del Banquete, funeraria y defensivas, y dos formaciones en círculos tangentes enfrentados con un tercero mucho más pequeño ligeramente desplazado hacia el noroeste.
La más importante de las estructuras que encontramos allí es el llamado Montículo de los Rehenes - Dumha na nGiall-. Una tumba formada por un montículo bajo el cual se abre un corto pasillo que mira hacia el este, quedando perfectamente alineado con los rayos del sol al ocaso, en los días ocho de noviembre y cuatro de febrero, días dedicados a los festivales celtas Samhain -fiesta de los muertos- e Imbolc -fiesta del renacer-.
La Colina de Tara también alberga la Piedra del Destino -Lia Fáil- junto a la que eran coronados los reyes irlandeses. Se dice que la propia piedra tenía influencia en la elección del rey, puesto que si la piedra no rugía tres veces ante el nuevo rey, este no era digno de recibir la corona. La Lia Fáil habría sido erigida por los propios Tuatha Dé Danann, los semidioses habitantes pre-célticos de la región, por lo que estaría ligada a la tierra en que se encuentra y a quien sobre ella reine.
En algunas leyendas irlandesas, la Colina de Tara también es un vórtice de energía espiritual y una puerta al reino de lo invisible. Por esta razón, muchos son los que, aún hoy en día, peregrinan hasta allá con la misma intención que otros van a centros religioso-astronómicos como Stonehenge.
LAS CATACUMBAS DE PARÍS, CIUDAD DE LA MUERTE.
¡Cuántas veces hemos visto las imágenes de una París luminosa, alegre y romántica! sin embargo, no muchos saben la historia que se esconden bajo sus calles; las tétricas leyendas y misterios que un día recorrieron sus subterráneos, en aquéllo que hoy conocen como las catacumbas de París, testigos de atrocidades y muertes.
Bajo París, bajo la ciudad del amor, en esas catacumbas, dicen que yacen los restos de casi siete millones de personas.
La ciudad subterránea es una red de túneles que recorren todos los bajos de la capital francesa. Son casi 300 kms. de oscuros pasadizos que datan de la época romana, fechas en que de ellas se extraían mucho de los materiales que un día sirvieran para construir la ciudad en la superficie. Pero lo que un día fuera centro de suministro para la vida en París, más tarde acabaría convirtiéndose en un cementerio para los parisinos y en un lugar donde esconderse de persecuciones y horrores.
Fue en el siglo XVIII cuando París comenzó a verse sin recursos para enterrar a sus muertos. Tanto fue así que incluso llegaron a utilizarse fosas comunes o a enterrarse en vertical, unos sobre los otros. Sin embargo, eso propició que poco a poco el nivel del suelo parisino comenzara a subir. Cuenta la historia que el suelo de París no pudo recibir más cuerpos y en algunos sitios del cementerio local, éstos acabaron por salir a la luz.
Fue en el año 1785 cuando se decidió utilizar aquellas catacumbas romanas como osario común. Hasta allí se llevaron los huesos de muchos parisinos que habían sido enterrados en el cementerio durante siglos. Dicen que hasta 3 millones de cuerpos fueron trasladados por aquellas épocas. Sin embargo, durante décadas siguió utilizándose los túneles como cementerio parisino. Lo curioso es que no se enterraban individualmente, sino que los huesos se colocaban todos en montones iguales, de modo que todos los fémures se ponían juntos, los cráneos en otro lado, y así sucesivamente, hueso a hueso.
En los últimos siglos, además, las catacumbas han sido utilizadas para esconderse de sus perseguidores. Así se hizo durante la Revolución Francesa, o incluso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los partisanos la utilizaron para esconderse de los alemanes que habían invadido París.
En un lugar así, tan íntimamente emparentado con la Muerte, era imposible que las leyendas y misterios no empezaran a circular.
Cuentan que en 1961, un grupo de amigos entraron a las catacumbas como si de una aventura se tratase. Todos en fila, cada uno portaba una antorcha, cuando, en cierto momento, repentinamente un susurro de viento las apagó. Aterrorizados, todos recordaron que una leyenda parisina decía que en la oscuridad los túneles cambiaban sólos de posición, y ante ese recuerdo, se creyeron perdidos para siempre.
Sólo Henry, uno de ellos, mantuvo la calma. Y en ésto, su antorcha se encendió. Henry tomó la mano de quien a su espalda estaba, y éste al de detrás y así sucesivamente, reemprendieron la marcha. Al fin, Henry vio la luz de la salida al fondo, y medio en penumbras, ya aclarados por la pequeña luz que entraba por aquella boca de salida, se volvió. Su rostro se contrajo cuando se dio cuenta que cogido de su mano sólo una tenue sombra lo miraba, pero de sus amigos no había ni rastro. Henry salió como pudo de aquellos túneles, pero de sus cinco amigos jamás volvió a saberse.
En otra ocasión, otra joven, en una de sus exploraciones a aquellos túneles, vio en cierta ocasión una luz al fondo del túnel. Comenzó a perseguirla, pero por más que parecía acercarse, nunca la atrapaba. Finalmente, topó con un túnel sin salida, y allí se encontró frente a frente con un esqueleto con la ropa hecha jirones. Presa de terror corrió de vuelta sobre sus pasos, sintiéndose perseguida por el esqueleto. Como pudo, consiguió salir, y más tarde la encontraron en un rincón de una cafetería, ciega de terror, sucia, ensangrentada, y con la mente ida.
Dicen que en París, entre los apasionados de lo oculto, es una afición adentrarse en las catacumbas. Tanto es así que los conocen como los “cataphiles“. Ellos recorren kilómetros de túneles siempre en busca de alguna actividad fantasmal, y no todos vuelven de ellas.
Hoy, las catacumbas, o parte de ellas, están abiertas a los turistas para que las visiten quienes quieran… y puedan.
Si hablábamos del misterioso asesinato de John Lennon a de de sus fans, Mark David Chapman a la salida del misterioso edificio Dakota de Nueva York, debemos decir que no es el único hecho misteriosos que ha ocurrido en este edificio. El Dakota es un bloque de apartamentos de lujo construido a finales del siglo XIX y en el cual han vivido un buen puñado de grandes personalidades en la ciudad estadounidense.
La leyenda de misterio de este edificio comenzó a principios del siglo XX, pocos años después de su construcción, al celebrarse en él numerosos rituales satánicos. Para muchos esta es la causa de su “encantamiento” que ha hecho que su historia se rodee de sucesos extraños.
El misteriosos mago Aleister Crowley, un personaje rodeado de misterio también vivió allí durante buena parte de su vida.
Junto al de John Lennon, otro de los episodios misteriosos importantes del Dakota fue con el rodaje de la película Rosemary´s Babi en 1969 a cargo del director Roman Polanski. Poco después del estreno de esta película, la mujer de Polanski, embarazada, fue asesinada por el psicópata, Charles Manson, líder de una extraña secta y en quien se inspiró el cantante Marylin Manson para su nombre.
La calzada de los gigantes
Cuentan que el gigante Finn McCool, que estaba al mando de los ejércitos del rey de Irlanda, se enamoró de una dama que vivía en Staffa, una de las islas Hébridas, y decidió construir una calzada para salvar la distancia y poder llevársela junto a él.
Esta leyenda explica el origen de una caprichosa amalgama de 40.000 “chimeneas” de basalto que están perfectamente ensambladas. Como si se trataran de peldaños naturales, surgen a los pies de un acantilado y terminan desapareciendo bajo el agua.
Este mágico lugar, conocido como la Calzada del Gigante, es el paisaje más espectacular de Irlanda del Norte y sirve como excusa para recorrer la costa del condado de Antrim. La ruta, que comienza a unos kilómetros de la capital, Belfast, está salpicada de restos de castillos como el de Dunluce, asomado al borde de un acantilado de 30 metros de altura.
Cerca de otro castillo, el de Dunineny, se encuentra el puente de cuerda de Carrick-a-Rede, que invita a andar veinte metros entre el mar y el cielo.
Aunque pueda parecerlo, no se trata de un gancho turístico, ya que lo utilizaban los pescadores de salmones para salvar la distancia entre los acantilados.
Hoy en día, son los turistas los que hacen cola para balancearse en el puente y los pescadores han optado por utilizar helicópteros en la temporada de pesca.
La carretera de la costa también permite pasar por bonitos pueblos como el de Cushendun, de pintorescas casas, o admirar impresionantes vistas como las de la bahía de Murlough o el promontorio de Fair Head, al que se llega por una carretera flanqueada de hayas.En la campiña se pueden explorar granjas y aldeas unidas por pequeños caminos.
Hay que estar atento a las señales, porque cada pueblo puede contar con media docena de entradas y salidas que sólo contribuyen al despiste.
El Castillo embrujado de Chillingham
Fue conocido como el castillo más embrujado de Inglaterra, el Castillo de Chillingham, situado en Northumberland, al norte del país, ha ganado una terrible fama por su enorme colección de almas en pena.
El más famoso de sus fantasmas es el Muchacho Triste…
cuyos gritos de agonía resuenan a medianoche a través de un pasaje interior del castillo, cerca de una modernas dependencia de buffet auto-servicio con que cuenta hoy. Se dice que en la habitación contigua, luego de oírse los gritos, una luz tenue rodea una cama con dosel y aparece una imagen del muchacho durante unos segundos.
Hace ya unos años se descubrieron los huesos del muchacho ocultos tras una pared en una habitación contigua a donde suelen producirse los ruidos fantasmagóricos.
Leyenda de la dama blanca en el castillo de Trécesson
Antes de conocer la leyenda, conozcamos un poco mas sobre el Castillo de Trécesson. Se trata de un edificio cuyo nombre original es Château de Trécesson situado en Campénéac, Morbihan, Francia. De hecho, es uno de los monumentos históricos del país. Pero como todo edificio histórico que se precie, tiene su habitante misterioso.
La leyenda de la Dama Blanca nace en otoño del año 1750, momento en el cual un cazador llegó al bosque del castillo en busca de una de sus presas. Desde allí vio un carro llevado por caballos negros que transportaba sirvientes y un escolta. Se detuvieron cerca, y uno de ellos comenzó a cavar, mientras dos mas desde el carro transportaban una joven vestida con seda y con un arreglo floral en el pecho. La mujer se aferró fuertemente de los hombres mientras ellos continuaban arrastrándola.
El espectador se sorprendió aun mas cuando notó que quienes la transportaban eran sus propios familiares, quienes le decían que ya no era un miembro de la familia y que debía pagar. Así fue como la joven terminó en el pozo y ellos comenzaron a taparla con tierra nuevamente.
El cazador fue hacia su casa y le contó a su mujer lo que había presenciado. Por supuesto ella le recriminó su cobardía y le ordenó ir ambos a ayudar a la joven o desenterrarla, a lo cual contestó que temía ser descubierto y tomado por el asesino. Así decidieron ir directamente al castillo para hablar con el Señor de Trécesson.
Éste los recibió y les pidió que lo llevaran al lugar. Lo hicieron, cavaron y descubrieron el rostro pálido y horrorizado de la joven.
En la actualidad, el vestido de la joven permanece en la capilla del Castillo. Jamás se supo nada de sus asesinos o de los motivos.
El puente de los suicidios de la ruta 66.
La famosa ruta 66, o U.S 66 es una carretera con un recorrido de 3.939 Km, originalmente discurría desde Chicago atravesando Estados Unidos, Misuri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California hasta Los Ángeles.
La ruta 66 se estableció en 1926. En Esoterismos Leyendas Fantasmas el puente de los suicidios de la ruta 66.
Los suicidios comenzaron al parecer hacia 1919, al parecer hubo bastantes durante la gran Depresión. Con los años parece fueron más de 100 personas las que se suicidaron desde el puente. En 1980 el histórico puente estaba en mal estado de conservación. En 1989 después del terremoto de Loma Prieta cerca de Oakland, el puente se clausura como medida de precaución.
Con fondos federales y estatales se procede a rehabilitar el puente que se reabre en 1993. En la rehabilitación se respetaron los detalles del diseño original , y además se añadió una barrera disuasoria pensada para prevenir el suicidio.
Los suicidios en el puente han ido disminuyendo, el puente sigue manteniendo su halo de misterio y se siguen contando las leyendas de fantasmas del puente de la ruta 66.
Las catacumbas de los monjes capuchinos
Una de las leyendas mas terroríficas de la historia nos remonta a Palermo, Sicilia, Italia, en el año 1599, época en la cual las catacumbas de los monjes Capuchinos dieron que hablar.
Fue en ese mismo año en el que los frailes se dieron cuenta de que el área de las antiguas catacumbas resultaba poco espaciosa para la demanda de cuerpos que debían depositar en ellas y decidieron ampliarlas bajo la zona del altar mayor de la Iglesia de los Capuchinos. El antiguo lugar en donde se encontraban las mismas quedó deshabitado y listo para usarse como una especie de hospital u hostal para los viajeros que llegaban a Palermo de noche y no podían entrar a la ciudad, cuyas puertas se cerraban herméticamente. Así, la primitiva cripta se transformó en refugio de viajeros… por lo que fue allí, precisamente, en que la leyenda comenzó extenderse escalofriantemente…
La primera gran sorpresa fue al ir a retirar los restos óseos de las personas fallecidas para trasladarlos a las nuevas sepulturas de la catacumba. Al hacerlo, los frailes hallaron que 40 cuerpos enterrados allí se conservaban con la carne flexible aunque momificada, como si hiciese poco tiempo que hubiesen muerto. Esto fue a causa de la sequedad del terreno y las corrientes de aire. Pero, además, a que los hermanos capuchinos desarrollaron una serie de técnicas especiales de embalsamamiento que les permitían conservar los cuerpos en buenas condiciones, evitando la putrefacción.
Estos cuerpos habían sido enterrados siguiendo su costumbre, sin caja, directamente en la tierra, en nichos excavados en las paredes. Trasladaron los cuerpos a sus nuevos refugios y, a medida que hacía falta, iban excavando nuevas galerías subterráneas así como nichos en sus muros.
Entre los años 1866 y 1897 los frailes capuchinos fueron expulsados de Palermo. El ayuntamiento de la ciudad se hizo cargo entonces de las catacumbas, pero no se interesaron por el cuidado de los cuerpos tal como lo hacían sus antiguos propietarios. Fue recién en el año 1897 cuando los capuchinos regresaron a Palermo y comenzaron la enorme labor de restaurar los daños producidos en los cuerpos por el mal cuidado de las autoridades sicilianas.
A partir de 1898 se permitió que cualquier ciudadano que falleciese pudiese ser sepultado en las catacumbas. Allí todo cambió y los misterios comenzaron a hacerse presente nuevamente. Se comentaba que los cuerpos de las mujeres expuestos en las galerías de la cripta cobraban vida.
Una de las historias más famosas que proviene de las catacumbas de los Capuchinos es la de la pequeña Rosalía Lombardo, una niña que por orden de su padre, un mafioso de principios del siglo pasado, fue mandada a embalsamar por medio de una técnica que consistía en una inyección de fuertes químicos. Tan exitosa fue la técnica que hoy en dia el cadáver está intacto y parece que Rosalía durmiera, sin embargo muchos afirman que no es así.
El 4 de marzo de 1967, Juan Antonelli, un turista curioso, afirmó haber visto a Rosalía llorando en una de las galerías y a partir de allí los encargados del cuidado de las instalaciones y muchos turistas afirman haber visto a la niña jugar sola en los oscuros pasillos de las catacumbas…
El misterio del Palacio de Justicia de Las Palmas
Este antiguo edificio, situado en el barrio de Vegueta, en la capital grancanaria, es un inmueble de relativa nueva construcción, aunque sus cimientos fueron erigidos sobre un antiguo convento agustino. En su ala lateral posee una gran torre que une a dicho edificio con la iglesia de San Agustín, adyacente al palacio de justicia, aunque dicha torre pertenece al ministerio de justicia; y es en ésta torre donde suceden la mayoría de los acontecimientos que relatamos a continuación.
Según cuentan diversos testimonios, tanto de empleados del interior como de personas que esporádicamente han frecuentado el lugar, en su interior suceden una serie de manifestaciones de índole paranormal, que como relatan dichas personas van desde el movimiento de pesados muebles, al encendido y apagado de las luces del edificio, pasando por ruidos, voces y cánticos de procedencia desconocida.
Estos fenómenos llevan aconteciendo durante mas de 20 años en el palacio de la justicia, y a lo largo de los años son diversos los comentarios que han visto luz en la prensa local de labios de los funcionarios que trabajan en su interior, como “escuchar pasos, risas, luces que se encienden solas al paso de las personas, o incluso cánticos, a lo que el personal de vigilancia acude para comprobar posteriormente que no hay nadie en dicho lugar. Además de contemplar los funcionarios que ahí trabajan como se rodaban muebles o máquinas; y, en ocasiones en ciertas habitaciones, sienten como una energía que les observa, aunque nunca han visto nada mas allá de sombras en las paredes, que si bien son algo que les sobresalta, nunca le han visto ua silueta determinante o extraña como para sentenciarla como algo explícitamente paranormal”.
El cuerpo de seguridad del lugar también vierte cierta veracidad al efecto de escuchar voces, ruidos y sonidos extraños, aunque se muestran algo mas reticentes en la creencia de algo fuera de lo meramente empírico a ciencia cierta, y tachan dichos acontecimientos con total seguridad a que pueden ser ruidos normales, bien por animales en el patio interior, o bien por el crujir de la madera del lugar.´Éste último dato es bastante curioso, ya que como se puede comprobar in situ en el palacio y varias personas lo han afirmado así, el edificio carece de cualquier estructura de madera, por lo que el origen de los crujidos de dicho material a partir de su estructura son meramente imposibles.
Es en este lugar donde ciertos testimonios se contradicen, los funcionarios de justicia de su interior, así como diversos testigos ocasionales afirman de movimientos, ruidos, risas y cánticos en su interior, a lo que el cuerpo de seguridad responde que nunca han presenciado nada a lo que no le pudieran dar una explicación lógica, aunque no desmienten que sean testigos de sonidos de procedencia incierta.
Y es en el origen de este lugar donde muchos orientan la explicación a los misterios que esconden sus frías paredes en un silencio sepulcral, ya que, como mencionábamos al comienzo de este artículo, el palacio de justicia fue construido sobre los cimientos de un antiguo convento agustino, lo que daría cierta explicación a los fenómenos de cánticos y diversos sonidos que algunos testigos coinciden que sucede en su interior, siendo las almas en pena de los agustinos muertos en dicho convento los protagonistas de esas fúnebres manifestaciones.
A pesar de que, en la actualidad, no se conoce a ciencia cierta el porqué de dichos fenómenos, lo que sí es cierto es que, bajo el techo del palacio de justicia grancanario se esconde un secreto que espera ser descubierto algún día.
La Colina de las Cruces, misterio de Lituania
La Colina de las Cruces, también conocida como la Meca de Lituania se encuentra a unos 13 km de, la cuarta ciudad más grande de Lituania, en el norte del país.
Su origen se remonta al año 1236, cuando la ciudad es fundada para defender la zona de los asaltos de los caballeros Teutónicos, cosa que no conseguiría ya que éstos conquistarían la zona y la dominarían durante todo el siglo XIV. Algunas fuentes indican la colocación de las primeras cruces en la colina durante este periodo. Con el paso de los años, el catolicismo Lituano comenzó a usar este lugar como emblema ante la opresión.
Ya en el siglo XIX Rusia se apodera de Lituania. Más de una sangrienta batalla se libraría en estas tierras contra los opresores rusos y miles de soldados lituanos morirían en ellas. Los familiares, ya que no podían dar sepultura a muchos de esos cuerpos, utilizaron la colina como improvisado cementerio simbólico. En 1895 había 150 grandes cruces y otras tantas de menos tamaño. El lugar comenzaba a convertirse en un centro de peregrinación, símbolo paz, libertad y esperanza para el pueblo lituano.
Ya en el siglo XX llegan las dos grandes guerras, tras la primera, los alemanes ocuparían el país durante tres largos años. En la segunda, los rusos volverían a invadir la zona, para ser reconquistada de nuevo por los alemanes durante un breve periodo de tiempo y retornar al final de la guerra a las manos de Stalin como República Socialista de Lituania.
En estas fechas la colina había crecido. Miles de pequeñas cruces se amontonaban alrededor de la colina, coronada ya por 400 grandes cruces. A los rusos no les gustaba nada que este lugar se convirtiera en símbolo de libertad para los lituanos e hicieron lo imposible para que desapareciera del mapa. Lo quemaron todo en varias ocasiones, intentaron nivelar la colina e incluso convirtieron la colina en un vertedero de residuos y desechos. Pero nada de esto acabó con ella, al amanecer, decenas de cruces aparecían de nuevo plantadas allí y por mucho que se esforzaran en destruirlas, volvían a aparecer una y otra vez. Los rusos incluso proyectaron inundar toda la zona construyendo una presa en un río cercano, pero para suerte de los lituanos, cayó el régimen comunista y nada de esto llegó a llevarse a cabo.
Desde entonces hasta nuestros días el número de cruces y la importancia del lugar como centro de peregrinaje ha ido en aumento. Se estima que hay más de 100000 cruces de todo tipo y tamaño. A las cruces se han unido estampas, rosarios, fotografías, estatuas y todo tipo de objetos religiosos que la gente ha ido allí amontonando como recuerdo de sus antepasados, familiares o amigos.
La colina de la fe, como suele ocurrir en estos casos, también se ha convertido en un negocio para muchos, que venden en las cercanías cruces y abalorios de todo tipo para los turistas desprevenidos que acuden allí sin llevar la cruz de casa. Quizás la masificación desvirtúe un poco el sentido original de la colina, aunque esto no quita que el lugar sea realmente sorprendente y que sea un punto emblemático dentro del recorrido de peregrinajes en Europa.
El Palacio de Lercaro, lugar encantado
La Casa Lercaro, también conocida como el Museo de Historia de Tenerife (Islas Canarias), alberga en su interior múltiples misterios que se escapan a la razón humana. Misterios que tienen su origen en las pasiones humanas.
Catalina, primogénita de la familia de comerciantes Lercaro de Génova, se negó a subyugar su existencia a las exigencias de sus padres, que la entregaron en matrimonio a un traficante de esclavos. La joven, atormentada, no conseguía asimilar las obligaciones de una mujer de su época (siglo XVI), y, se convenció a sí misma, de que no merecía el infierno que le esperaba en un matrimonio de conveniencia.
El mismo día de los esponsales, Catalina, enloquecida, huyó del altar para lanzarse por el antiguo pozo del palacio. Su familia, destrozada, tuvo que lidiar, no sólo con el suicidio de la joven, sino con la vergüenza de que su cuerpo no podía ser enterrado en Campo Santo. Decidieron darle sepultura en el palacio, pero acabarían huyendo por las terroríficas apariciones que empezaron a sucederse en el lugar -se trasladaron a la Orotava-.
El espectro de Catalina vaga sin rumbo en el Palacio Lercaro. Todos los que se cruzan con ella, comentan que su rostro exhibe desesperación y desasosiego. A pesar del peso de los siglos, su presencia no desaparece.
El que fuera un flamante castillo del siglo XVI acabó siendo un lugar en ruinas y abandonado. A principios de los años noventa, en pleno siglo XX, el Cabildo de Tenerife decidió convertirlo en lo que es hoy: un museo de historia. No obstante, durante las obras de restauración, los obreros y vigilantes comentaron que un extraño ser vagaba por el palacio. Les aterrorizaba la idea de pasar allí la noche.
Una serie de rumores empezaron a extenderse por el municipio. Decían que un vigilante de seguridad y una limpiadora habían visto a Catalina en el palacio. Otros cuentan que en el ambiente se perciben una extrañas presencias, ruidos, sombras y desconocidos olores. La situación era tan insostenible, que se abrió una investigación para determinar la veracidad de la Leyenda de Catalina.
Se desconoce si realmente existió alguna vez una joven que se suicidó en el pozo del palacio huyendo de su destino. No es seguro que los ruidos y apariciones espectrales sean reales o no, o si todo nace de la superstición popular. Lo único que sí es real es la atmósfera de misterio que habita en el museo, sea o no, la eterna morada de Catalina de Lercaro.
LA COLINA DE TARA, ENTRADA AL MUNDO ESPIRITUAL.
Irlanda cuenta con un corpus enorme de leyendas locales, y su historia está plagada de aspectos entrelazados con lo fantástico. La Colina de Tara, situada en la provincia de Leinster, es uno de esos lugares cuya importancia se extiende desde lo material a lo espiritual, lo religioso y lo mágico.
En el maravilloso entorno del condado de Meath, con su suave y ondulada orografía, podemos visitar este antiquísimo centro de poder político y religioso que fue el centro de la monarquía irlandesa y cuyas primeras construcciones fueron erigidas en el Mesolítico tardío o el Neolítico temprano, entre el dos mil quinientos y el tres mil antes de nuestra era.
Desde entonces hasta el siglo doce, la colina de Tara, conocida en gaélico irlandés como Teamhair na Rí o La Colina de los Reyes, sirvió de punto de reunión, enterramiento y, principalmente, coronación de la monarquía irlandesa. Aunque nunca supuso un asentamiento constante -es decir, no se vivía en Tara de continuo-, sobre la colina y en sus inmediaciones podemos encontrar una serie de construcciones de finalidad social, como la denominada Sala del Banquete, funeraria y defensivas, y dos formaciones en círculos tangentes enfrentados con un tercero mucho más pequeño ligeramente desplazado hacia el noroeste.
La más importante de las estructuras que encontramos allí es el llamado Montículo de los Rehenes - Dumha na nGiall-. Una tumba formada por un montículo bajo el cual se abre un corto pasillo que mira hacia el este, quedando perfectamente alineado con los rayos del sol al ocaso, en los días ocho de noviembre y cuatro de febrero, días dedicados a los festivales celtas Samhain -fiesta de los muertos- e Imbolc -fiesta del renacer-.
La Colina de Tara también alberga la Piedra del Destino -Lia Fáil- junto a la que eran coronados los reyes irlandeses. Se dice que la propia piedra tenía influencia en la elección del rey, puesto que si la piedra no rugía tres veces ante el nuevo rey, este no era digno de recibir la corona. La Lia Fáil habría sido erigida por los propios Tuatha Dé Danann, los semidioses habitantes pre-célticos de la región, por lo que estaría ligada a la tierra en que se encuentra y a quien sobre ella reine.
En algunas leyendas irlandesas, la Colina de Tara también es un vórtice de energía espiritual y una puerta al reino de lo invisible. Por esta razón, muchos son los que, aún hoy en día, peregrinan hasta allá con la misma intención que otros van a centros religioso-astronómicos como Stonehenge.
LAS CATACUMBAS DE PARÍS, CIUDAD DE LA MUERTE.
¡Cuántas veces hemos visto las imágenes de una París luminosa, alegre y romántica! sin embargo, no muchos saben la historia que se esconden bajo sus calles; las tétricas leyendas y misterios que un día recorrieron sus subterráneos, en aquéllo que hoy conocen como las catacumbas de París, testigos de atrocidades y muertes.
Bajo París, bajo la ciudad del amor, en esas catacumbas, dicen que yacen los restos de casi siete millones de personas.
La ciudad subterránea es una red de túneles que recorren todos los bajos de la capital francesa. Son casi 300 kms. de oscuros pasadizos que datan de la época romana, fechas en que de ellas se extraían mucho de los materiales que un día sirvieran para construir la ciudad en la superficie. Pero lo que un día fuera centro de suministro para la vida en París, más tarde acabaría convirtiéndose en un cementerio para los parisinos y en un lugar donde esconderse de persecuciones y horrores.
Fue en el siglo XVIII cuando París comenzó a verse sin recursos para enterrar a sus muertos. Tanto fue así que incluso llegaron a utilizarse fosas comunes o a enterrarse en vertical, unos sobre los otros. Sin embargo, eso propició que poco a poco el nivel del suelo parisino comenzara a subir. Cuenta la historia que el suelo de París no pudo recibir más cuerpos y en algunos sitios del cementerio local, éstos acabaron por salir a la luz.
Fue en el año 1785 cuando se decidió utilizar aquellas catacumbas romanas como osario común. Hasta allí se llevaron los huesos de muchos parisinos que habían sido enterrados en el cementerio durante siglos. Dicen que hasta 3 millones de cuerpos fueron trasladados por aquellas épocas. Sin embargo, durante décadas siguió utilizándose los túneles como cementerio parisino. Lo curioso es que no se enterraban individualmente, sino que los huesos se colocaban todos en montones iguales, de modo que todos los fémures se ponían juntos, los cráneos en otro lado, y así sucesivamente, hueso a hueso.
En los últimos siglos, además, las catacumbas han sido utilizadas para esconderse de sus perseguidores. Así se hizo durante la Revolución Francesa, o incluso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los partisanos la utilizaron para esconderse de los alemanes que habían invadido París.
En un lugar así, tan íntimamente emparentado con la Muerte, era imposible que las leyendas y misterios no empezaran a circular.
Cuentan que en 1961, un grupo de amigos entraron a las catacumbas como si de una aventura se tratase. Todos en fila, cada uno portaba una antorcha, cuando, en cierto momento, repentinamente un susurro de viento las apagó. Aterrorizados, todos recordaron que una leyenda parisina decía que en la oscuridad los túneles cambiaban sólos de posición, y ante ese recuerdo, se creyeron perdidos para siempre.
Sólo Henry, uno de ellos, mantuvo la calma. Y en ésto, su antorcha se encendió. Henry tomó la mano de quien a su espalda estaba, y éste al de detrás y así sucesivamente, reemprendieron la marcha. Al fin, Henry vio la luz de la salida al fondo, y medio en penumbras, ya aclarados por la pequeña luz que entraba por aquella boca de salida, se volvió. Su rostro se contrajo cuando se dio cuenta que cogido de su mano sólo una tenue sombra lo miraba, pero de sus amigos no había ni rastro. Henry salió como pudo de aquellos túneles, pero de sus cinco amigos jamás volvió a saberse.
En otra ocasión, otra joven, en una de sus exploraciones a aquellos túneles, vio en cierta ocasión una luz al fondo del túnel. Comenzó a perseguirla, pero por más que parecía acercarse, nunca la atrapaba. Finalmente, topó con un túnel sin salida, y allí se encontró frente a frente con un esqueleto con la ropa hecha jirones. Presa de terror corrió de vuelta sobre sus pasos, sintiéndose perseguida por el esqueleto. Como pudo, consiguió salir, y más tarde la encontraron en un rincón de una cafetería, ciega de terror, sucia, ensangrentada, y con la mente ida.
Dicen que en París, entre los apasionados de lo oculto, es una afición adentrarse en las catacumbas. Tanto es así que los conocen como los “cataphiles“. Ellos recorren kilómetros de túneles siempre en busca de alguna actividad fantasmal, y no todos vuelven de ellas.
Hoy, las catacumbas, o parte de ellas, están abiertas a los turistas para que las visiten quienes quieran… y puedan.
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